En el mundo podemos encontrar plantas de todo tipo: árboles, palmeras, bulbosas, y un gran etcétera, pero lo cierto es que pocas veces nos paramos a pensar que hay algunas que son parásitas, como el Cytinus hypocistis.
Se trata de una especie que, para sobrevivir, necesita aprovecharse de las raíces de otras para conseguir alimento (es decir, agua y los nutrientes que hay disueltos en ella). Conócela.
¿Cuál es su origen?
El Cytinus hypocistis, conocido con el nombre común de chupamieles, es una planta parásita nativa de los archipiélagos balear y canario, así como de Creta, Siria, Túnez y Turquía. En la península ibérica también lo podremos encontrar en el Parque Natural Los Alcornocales en Andalucía, y en O Grove (Pontevedra, Galicia).
Vive en zonas sombreadas, a menudo asociado al alcornoque mediterráneo. Sus flores son muy bonitas, motivo por el cual puede pasar como una planta más, pero nos llamará la atención que estas parecen brotar desde el mismo suelo, ya que no siempre tendrá las hojas visibles.
¿Cuáles son sus características?
La chupamieles es una planta que produce hojas que son de 15 a 30 por 4 a 10mm, oblongas u ovadas, con el margen dentado. Los tallos floríferos de 3 a 16cm de altura, que pueden aparecer solitarios o en manos de hasta 10-13 surgidos de la misma raíz. Estos son erectos y miden unos 10mm de diámetro en la base, y 20mm en el ápice.
Sus flores se agrupan en inflorescencias de 3 a 20 unidades, y son de color rojo o rojo escarlata. El fruto es amarillo, de 5 a 10mm de diámetro, y en su interior contiene numerosas semillas elipsoides de 0,1 a 0,2mm.
¿Qué usos tiene?
Bueno, es parásita… pero tiene algunos usos muy interesantes para los humanos 🙂 . De hecho, se sabe que tiene propiedades astringentes, antidiarréicas y emenagogas. Además, se utiliza en medicina tradicional para tratar los tumores de garganta y la disentería.
¿Conocías al Cytinus hypocistis?