Dátil (Phoenix dactylifera)

datiles en una palmera datilera

El dátil (Phoenix dactylifera) es un fruto de la palma datilera, considerada como la fruta más característica del norte de África, Arabia y regiones áridas del Mediterráneo.

Su presencia se ha extendido a casi todo el mundo y suele acompañar a otros frutos secos en los banquetes. Los dátiles son tan preciados que hasta en la Biblia aparecen mencionados y se cree que es la semilla más antigua del Medio Oriente que hoy en día se sigue cultivando.

mermelada realizada con dalites que se encuentran sobre la mesa

Características

La palma datilera puede alcanzar hasta los 30 metros de alto y dos metros de diámetro y desde las palmas cuelgan los dátiles, que son unos frutos de forma ovoide, de unos 4 a 10 centímetros de largo, pulpa dulce y carnosa y tanto la cáscara como la pulpa suelen ser de color amarillo, anaranjado o rojo.

Beneficios

Aunque suelen ser vistos solo como una fruta exótica, en realidad los dátiles deberían formar parte habitual de la alimentación diaria porque sus propiedades son únicas:

Los dátiles son de fácil digestión, ayudando a mantener el ritmo digestivo

Contienen mucha fibra y ayudan al desecho a través del colon

Previene la absorción del colesterol LDL (malo)

Tiene altas cantidades de hierro y vitaminas A, B y K, ayudando a mantener la salud del corazón, aparato circulatorio, visión, fortalecimiento de los huesos, etcétera

Los dátiles son ricos en otros minerales importantes para las células, como magnesio, manganeso, cobre, ácido pantoténico, niacina, entre otros

Comer dátiles a diario ayudan a prevenir radicales libres que aceleran el envejecimiento, previene derrames cerebrales, enfermedades cardíacas y diferentes tipos de cáncer (colon, mama, páncreas, pulmón, etcétera).

Cultivo

La palma datilera crece en regiones cálidas y casi en cualquier tipo de suelo, y aunque resiste largos períodos de sequía y salinidad, también crecen bien en suelos arenosos y con buen drenaje de agua.

La época de siembra de la palma datilera debe ser entre primavera y verano, regularmente por semillas, fecundación “in vitro” sobre otra palmera adulta o por siembra de “hijuelos”, aunque de manera silvestre la palma datilera es muy reproductiva, así que no hay que esforzarse mucho por sembrar nuevas palmas, a menos que se trate de un primer cultivo.

La palma datilera es una de las pocas palmas que se pueden reproducir a través de “hijuelos”, que se producen en los primeros años de vida de la planta, los cuales se extraen de la planta madre en la mayor cantidad posible.

Deben sembrarse en hoyos amplios y separados por más de dos metros unos del otro para que las palmas no choquen entre sí cuando estén adultas. La polinización puede ser natural (a través del viento e insectos) o artificial, juntando las flores unas a otras.

Se les debe proporcionar agua con regularidad, aunque la palma datilera resiste la sequía, pero el aporte de agua garantizará una mejor producción. Es importante que las raíces tengan humedad constante y que, además, sean alimentadas con abono natural. Cuando la temperatura cae se recomienda disminuir el riego, ya que su transpiración es lenta.

La cosecha de los dátiles es una vez al año, en la cual se retiran los frutos manualmente o a través de largas varas que alcancen los ramilletes. No se recomienda estremecer las palmas porque la cantidad de dátiles que caerán es poca y puede dañar la planta. Se estima que cada palma datilera tiene una vida que supera los 15 años. 

datiles recien cogidos y dejandose secar

Posterior a la cosecha, se recomienda podar la palma datilera con las hojas secas y restos de la poda anterior. De esta manera la palma datilera estará lista para un nuevo proceso de polinización.

Plagas

Cochinilla roja de la palmera (Phoenicococcus marlatti), que se ubican en la base de las hojas y succionan la savia. Se combaten con pesticidas cada dos o tres semanas.

Picudo de la palmera (Diocalandra frumenti), cuyas larvas excavan las raíces, hojas y frutos del dátil. Se trata con pesticidas después de la poda y se deben sellar los agujeros dejados por las larvas.

Gorgojo rojo de las palmeras (Rhynchophorus ferrugineus), también excavan en las hojas de la palmera hasta matarla. Se combate con poda de ramas y hojas afectadas en la temporada fría, fumigación con pesticidas adecuados y eliminación total de todas las partes afectadas.


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