En verano nos gusta tener plantas porque están en pleno apogeo, sobre todo las de flor. Entre ellas, una muy parecida a las margaritas es la dimorfoteca. Como las primeras, la dimorfoteca en maceta es de lo más habitual en esta estación. Sin embargo, tiene una serie de cuidados más especiales que si estuviera plantada en el suelo.
Si quieres conocerlos y ayudarte así a cultivarla y disfrutar del colorido de sus flores, te invitamos a que sigas leyendo este artículo pues seguro que te sirve de guía para sus cuidados.
Cómo es la dimorfoteca
La dimorfoteca, también conocida como dimorphotheca, osteospermum, margarita del cabo, caléndula del cabo… es una de las plantas originarias de África. Es muy fácil de cuidar y de reproducir ya que las semillas se esparcen rápidamente y crecen nuevas plantas (hay que tener cuidado de que no invada el lugar de otras).
Son plantas anuales y poco a poco van siendo más duras, de tal forma que se adapta perfectamente al clima y prácticamente resiste todo.
Se caracteriza por las flores que echa, de muchos colores y muy parecidas a las margaritas. Sin embargo, son más resistentes que estas y se adaptan a cualquier tipo de tierra. Por eso se dice que son ideales para aquellos que no tienen buena mano con las plantas o que son principiantes.
Pueden alcanzar desde 20 a 100 centímetros de altura, es decir, no superaría el metro de alto.
Cuidados de la dimorfoteca en maceta
La dimorfoteca se puede poner tanto en el suelo como en una maceta. Lo habitual y normal es colocarla en maceta, pero en este medio, requiere de unos cuidados un poquito más precisos e importantes que te vamos a comentar a continuación.
Ubicación y temperatura
Dentro de los cuidados de una dimorfoteca en maceta está colocarla en un lugar adecuado. Para ello, tienes que situarla en donde reciba mucha luz natural. Y a ser posible, en pleno sol.
Ten en cuenta que, en su hábitat natural, en Sudáfrica, esta planta está a pleno sol y en zonas muy calurosas. Así que las altas temperaturas no serán ningún problema.
Si no puedes proporcionarle pleno sol, quizá porque la tienes dentro de casa o porque tu terraza o jardín no dispone de tantas de luz, entonces puedes ponerla en semisombra, aunque eso repercutirá en el desarrollo de la planta (crecerá mucho menos).
Debes saber también que es muy sensible cuando hay un cambio brusco de temperatura, ubicación, etc. Es decir, que si la compras, que no te agobie ver que se apaga un poco e incluso que pierdes o flores. Si la dejas un tiempo se debería adaptar a su nuevo entorno.
En cuanto a la temperatura, es una planta que va a tolerar muy bien la altas temperaturas (se dice que a partir de 30 grados ya le cuesta, pero en realidad hasta 40 estaría bien siempre que cuidemos el resto de cuidados). Por el otro extremo, tolera heladas breves de hasta -2, -3 grados.
Sustrato
La tierra que uses en una dimorfoteca en maceta es muy importante porque esta limita el que pueda buscar nutrientes (está encerrada en un espacio). Por eso, conviene que le pongas un sustrato con un extra de drenaje para evitar que haya acumulaciones o exceso de agua que podría pudrir las raíces de la maceta.
Dentro de las tierras a usar, te recomendamos que apuestes por una arenosa. Esta la puedes mezclar con sustrato para cactus, perlita y/o fibra de coco.
Si no puedes proporcionarle este sustrato, opta por uno universal, pero añádele algo de perlita o incluso piedrecitas, para que pueda estar aireado y tu planta te lo agradecerá.
Riego
Otro de los cuidados más importantes de la dimorfoteca en maceta es el agua. Muchas veces se piensa que, por estar a pleno sol, necesita mucha agua. Pero lo cierto es que no es así. De hecho, necesita más bien poca.
La planta es de origen «secano» es decir, que no precisa de muchos riegos y si te pasas con él puedes acabar con ella.
Por eso, es conveniente que se riegue poquito, y siempre por abajo de la maceta porque si el agua roza las flores o las hojas de la dimorfoteca en maceta podrías acabar perdiéndolas (se marchitan).
¿Cuándo regar? Eso te lo va a decir la capa superior de la tierra. Si ves que ya está muy seca, toca regar. Otra opción que a veces es mejor incluso es retirar un poco la primera capa para ver si el resto de la tierra está húmeda. Si es así, no la riegues. Pero al hacerlo por abajo, lo normal es que esté seca.
Abonado
En las épocas de crecimiento de la dimorfoteca podrías echarle un poco de compost o de humus para darle un poco de energía extra. Incluso optar por fertilizantes para plantas con flor puede ser muy adecuado.
Poda
Como te hemos dicho antes, la dimorfoteca es bastante invasora, sobre todo porque crece muy rápido. Por eso, para mantenerla, es importante llevar a cabo una poda de mantenimiento que consistirá en controlar su crecimiento y en quitar los tallos y flores que se hayan marchitado.
De hecho, si haces esto, lo más normal es que estimules su crecimiento y floración.
Plagas y enfermedades
La dimorfoteca es una planta muy resistente. Pero eso no quiere decir que aguante todo. En cuanto a plagas, debes tener cuidado con los pulgones.
En enfermedades, aquellas que puedan estresar a la planta, o las que tienen que ver con el exceso de riego serán las más problemáticas.
Reproducción
Antes te hemos comentado que es una planta de crecimiento rápido. Y que además se multiplica fácilmente. Y lo cierto es que es así. Se puede reproducir de dos formas diferentes: por esquejes o por semillas.
Si lo haces por esquejes, deberás hacerte con un tallo de al menos 15cm de largo. Has de quitarle todas las hojas y colocarlas en una maceta con sustrato que deberás mantener húmedo y en semisombra hasta que veas que haya echado raíces y empiecen a salir las hojas.
Si optas por las semillas, estas se plantan entre otoño e invierno. Las semillas las obtendrás de las flores y con ponerlas en macetas con tierra adecuada y humedecida será más que suficiente.
¿Te animas a tener una dimorfoteca en maceta?