Echeveria agavoides

La Echeveria agavoides es una suculenta muy decorativa

Imagen – Wikimedia/Jacopo Werther

Las suculentas no cactáceas son famosas por tener formas y colores muy elegantes, pero es que la Echeveria agavoides es una de las más llamativas. No crece mucho, motivo por el cual se puede tener en maceta durante toda su vida; además, produce flores muy decorativas.

Sin embargo, si tenemos que decir algo »malo» de ella es que es muy sensible al exceso de riego. Pero no te preocupes, que ahora mismo te vamos a contar todo sobre esta magnífica planta para que puedas mantenerla sana siempre.

Origen y características

La Echeveria agavoides se puede tener en maceta

Imagen – Wikimedia/ Michael Wolf

Nuestra protagonista es una planta crasa o suculenta no cactácea originaria de México, concretamente de San Luis Potosí, Hidalgo, Guanajuato y Durango. Su nombre científico es Echeveria agavoides, aunque popularmente se la conoce como, simplemente, echeveria.

Se caracteriza por se una planta sin tallo, que forma una roseta de hojas carnosas y más o menos triangulares de 8-12cm de altura por 7-15cm de diámetro, de color verde la mayoría de las veces, si bien algunas variedades con luz brillante acaban con los márgenes más o menos rojos. Las flores son rosas, naranjas o rojas.

¿Cuáles son sus cuidados?

Si quieres tener un ejemplar, te recomendamos proporcionarle los siguientes cuidados:

Ubicación

La Echeveria agavoides es una planta que ha de estar en el exterior, preferentemente a pleno sol. Ahora bien, lo normal es que en los viveros la tengan protegida del astro rey, e incluso que la etiqueten como »planta de interior», por lo que en estos casos hay que acostumbrarla poco a poco a la exposición directa de los rayos solares pues de lo contrario se quemaría con -mucha- facilidad.

Tierra

  • Jardín: el suelo ha de tener un excelente drenaje. Si no lo tuviera, has de hacer un agujero de plantación de unos 50x50cm y rellenarlo con sustrato de cultivo universal (lo encontrarás aquí) mezclado con perlita (consíguelo aquí) a partes iguales.
  • Maceta: aconsejo utilizar pómice (puedes conseguirlo aquí) o sustrato de cultivo universal mezclado con perlita al 50%.

Riego

Como adelantábamos al principio, esta es una suculenta muy, muy sensible al exceso de riego. Basta con que te pases una vez con el agua para que sus raíces se pudran. Por eso, para evitarlo, además de utilizar un sustrato o tierra con buen drenaje, es importante saber cuándo regarla. Y como cada clima es distinto, lo ideal es que comprobar la humedad antes de proceder a coger la regadora. ¿Cómo hacer eso?

  • Utiliza un medidor de humedad digital: al instante te dirá qué tan húmeda está la tierra que ha entrado en contacto con él.
  • Pesar la maceta una vez regada y de nuevo al cabo de unos días: la diferencia de peso será notable, puesto que cuando está húmeda pesa bastante más que cuando está seca. Así que si pesa mucho, no riegues.
  • Introducir un palo delgado de madera: al extraerlo si ves que tiene mucha tierra adherida, espera un poco a regar.

Abonado

El Nitrofoska azul es el mejor abono para la Echeveria agavoides

Tan importante como el riego es el abonado, puesto que sin el aporte de »comida» extra la Echeveria agavoides no tardaría en debilitarse. Por eso, debes abonarla desde comienzos de primavera hasta finales del verano (puedes continuar hasta otoño si vives en una zona con clima suave y/o cálido) con abonos para cactus y otras suculentas (como este) siguiendo las indicaciones especificadas en el envase.

Otra opción es abonarla con Nitrofoska Azul, echándole una cucharada pequeña cada 15-20 días.

Multiplicación

Se multiplica por semillas y esquejes de hojas en primavera-verano. Veamos cómo proceder en cada caso:

Semillas

Hay que seguir este paso a paso:

  1. Primero, debes rellenar una maceta de unos 10,5cm de diámetro con sustrato de cultivo universal mezclado con perlita a partes iguales.
  2. Luego, riega a consciencia.
  3. Después, coloca las semillas en la superficie y cúbrelas con una fina capa de sustrato.
  4. Por último, sitúa la maceta en el exterior, en semisombra.

Si todo va bien, germinarán en 2-3 semanas.

Esquejes de hojas

El paso a paso a seguir es el siguiente:

  1. Primero, coge una hoja que esté sana.
  2. Luego, deja que seque la herida un par de días.
  3. Después, rellena una maceta con sustrato de cultivo universal.
  4. El siguiente paso es colocar la hoja sobre la superficie. Puedes cubrir el extremo donde está la herida con un poquito de sustrato, pero no demasiado. La hoja tiene que estar recostada.
  5. Por último, coloca la maceta en el exterior, en semisombra.

En 2 semanas más o menos emitirá sus propias raíces y hojas.

Plagas y enfermedades

Vista de la Echeveria agavoides 'Ebony'

Imagen – Flickr/唐 喬

No suele tener, pero si las condiciones de cultivo no son las más adecuadas puede verse atacada por:

  • Cochinillas: se alimentan de la savia de las hojas.
  • Pulgones: se alimentan sobretodo de la savia de las flores, pero también se ven en las hojas.
  • Otros: los moluscos (caracoles y babosas) se alimentan de la planta entera 🙁 .

Como es una planta más bien pequeña, se pueden quitar a mano o con un pincel empapado en alcohol de farmacia.

Época de plantación o trasplante

En primavera, cuando el riesgo de heladas haya pasado. Si está en maceta, trasplantar cada dos años.

Rusticidad

Resiste heladas débiles y puntuales de hasta los -2ºC, pero lo mejor es que no baje de los 0 grados.

¿Qué te ha parecido la Echeveria agavoides?


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