Dentro del género de las echeverias, hay más de 154 variedades diferentes, muchas más incluso si contamos las híbridas. Una de las muchas que hay es la Echeveria pulidonis. ¿Sabes cómo es?
A continuación te vamos a dejar una guía práctica para que puedas identificarlas físicamente (y diferenciarlas de otras), así como los cuidados que necesita para mantenerse sana. ¿Vamos a ello?
Cómo es la Echeveria pulidonis
La Echeveria pulidonis, como muchas otras echeverias, es originaria de México. Concretamente, esta planta tiene su hábitat natural en Jalisco.
Es una de las echeverias más bonitas que hay por el patrón de color en sus hojas. Aunque deberás armarte de paciencia porque crece de manera muy, muy lenta.
Físicamente, es una roseta, como muchas echeverias, pero lo más bonito son las hojas, carnosas (símbolo de ser suculenta), pero algo cóncavas y de un color verde azulado, aunque en la parte de los bordes tiene más un tono azul blanco o verde blanco. Y lo mejor, en la silueta de las hojas se le forma un borde de color rojizo.
Estos colores (menos el rojo) pueden cambiar un poco. Por ejemplo, si la tienes mucho tiempo en semisombra, perderá el azulado y será más verde con esos bordes rojos. Y si la pones más al sol tendrá un azul más intenso, a veces llegando al blanco, con los bordes rojos.
Puede alcanzar fácilmente los 12 centímetros de diámetro y, en cuanto a altura, esta no crea tallo, por lo que crece siempre a ras del suelo (no tendrás problema de si crece mucho en vertical.).
Con respecto a las flores, estas también son de diferente color a las hojas. Para empezar, desarrolla tallos largos, que pueden ser de hasta 20 cm. De ellos brotarán las flores, de color amarillo, pero con una base en rojo.
Cuidados de la Echeveria pulidonis
Ahora que tienes una mejor idea de cómo es la Echeveria pulidonis, ¿qué tal si te ayudamos a cuidarla? Aquí vas a tener todas las necesidades que tiene esta echeveria. Aunque ya te decimos que no te va a dar ningún tipo de problema.
Ubicación y temperatura
El mejor lugar para la Echeveria pulidonis es, sin duda, en exterior. Y lo es porque necesita muchas horas de sol directo. De hecho, esta es de las que más necesita, llegando a ser de 5 a 8 horas. El resto, mejor que esté en semisombra para que no se queme (así evitas las horas de más calor).
Eso no quiere decir que no puedas tenerla en interior. Se puede, pero siempre al lado de una ventana y que le dé la mayor cantidad de horas de luz. Otra opción es que la pongas en un balcón o en una terraza.
Con respecto a las temperaturas, para que esté muy sana lo mejor es que esté entre los 16 y los 28ºC. Pero en realidad tolera tanto el frío como el calor. En cuanto a las bajas, puede soportar hasta -4ºC (si no es por muchos días), y en el otro extremo, superiores a 40ºC también.
En principio, es más problemático el frío (que tendrías que protegerla) que el calor.
Sustrato
La Echeveria pulidonis no es una planta que requiera una tierra muy especial. Lo cierto es que se adapta a todo. Pero si de verdad quieres darle una buena mezcla, intenta que contenga sustrato universal, humus de lombriz, grava, perlita y arena de río. De esta manera estará muy ligero y servirá para drenar el agua y que no se le queden acúmulos.
Riego
Esta echeveria es una de las que más retiene agua en sus hojas, por lo que no debes regarla más que de vez en cuando. En general, podrías regar de 7 a 10 días en verano, y cada 3-4 semanas en invierno. Pero lo mejor es que lo hagas en base a lo que necesite según tu clima, orientación, ubicación, calor, etc. Siempre riega cuando notes que el suelo está completa y totalmente seco.
A la hora de regar, como es posible que la roseta ocupe toda la maceta, tendrás que hacerlo por abajo para que chupe el agua que necesita. No se recomienda que el agua toque las hojas porque eso lo único que generará es que aparezcan hongos.
Ahora bien, ¿sabes que hay un pequeño truco con la Echeveria pulidonis?
Si quieres que tenga un color rojo más intenso, hay que dejar que pase un poco de sed (en lugar de regar cada 7, regar cada 9 días, por ejemplo).
Abonado
Como el resto de echeverias, no es una planta que tengas que abonar. De hecho, vive muy bien sin ello pero, si quieres darle un poco de fertilizante, escoge uno de lenta absorción y siempre la mitad de la dosis del fabricante.
En cuanto a cuándo ponerlo, que sea a mitad de la primavera.
Poda
La poda de las echeverias se basa sobre todo en quitar las hojas que tenga secas o que no le sirvan ya, así como la vara floral cuando las flores ya se hayan marchitado. Pero poco más tendrás que hacer con ella.
Plagas y enfermedades
En general, todas las echeverias son resistentes a plagas y enfermedades. Hasta cierto punto. Les afectan, pero se pueden tratar y tienen un buen pronóstico para recuperarse. Pero no son inmortales.
Por eso, en el caso de las plagas, debes tener cuidado con cochinillas y ácaros sobre todo. En época de más calor, también la araña roja. Todas ellas se pueden tratar fácilmente así que si lo pillas a tiempo no tendrás problema.
Con respecto a las enfermedades, la principal será la pudrición de las raíces, por un mal riego o humedad, así como la proliferación de hongos. Para solucionarlo: fungicidas y algunos cambios en los cuidados.
Multiplicación
La propagación de la Echeveria pulidonis es bastante fácil, ya que se puede hacer a través de tres métodos diferentes:
Por semillas, un proceso largo, pero que te permite tener varias al mismo tiempo.
Por hojas, donde de cada hoja que le quites a tu echeveria te puede salir una nueva planta. Esta es muy fácil de conseguir que salga adelante, y es el método más utilizado.
Por retoños, o hijuelos, cortándolos cuando ya tengan raíces, de la planta madre para sembrarlos de manera independiente.
Con toda esta información seguro que sacas adelante a tu Echeveria pulidonis. ¿Tienes una en casa o te gustaría?