Hoy comí una sabrosa sandía, dulce, aromática y fresca. La sandía es ideal para quienes están haciendo dieta pues tiene un gran contenido de agua y pocas calorías, también para comer durante el verano y cuando el cuerpo pide un alimento fresco.
No es de los cultivos más populares del huerto pero aún así hoy nos dedicamos a la sandía pues es una opción interesante para incluir.
Curiosidades de la sandía
La sandía, cuyo nombre científico es Citrullus lanaus, es una planta anual herbácea que pertenece a la familia de las Cucurbitácea. Es originaria del desierto de Kalahari, en África, y allí crece de forma silvestre. En la actualidad, su cultivo se ha extendido y se cultiva en muchos lugares, como Italia, Grecia y España.
La variedad de sandía con las clásicas semillas negras es la más clásica pero pocos saben que hay variedades sin semilla, que se diferencian por su piel, que no presenta las clásicas rayas.
La sandía es una fruta tropical y por eso necesita de una temperatura de entre 23º C y 28º C para estar en óptimas condiciones. Así y todo, puede adaptarse a temperaturas más bajas siempre y cuando no superen los 11 grados centígrados pues entonces se detiene su crecimiento. Por esta razón, la mejor época para la siembra es la primavera y luego de las heladas.
La sandía crece sin inconvenientes en suelos bien drenados y con muchos nutrientes por lo que debe ser rico en materia orgánica. Recuerda que se trata de un fruto de gran tamaño por lo que al momento de plantar hay que tener cuidado de guardar cierta distancia entre planta y planta, al menos 1, 5 metros entre una y otra. Las hileras también deben tener una separación igual entre una y otra. En caso de no contar con mucho espacio, puedes cultivar sandía en macetas aunque siempre cuidando que el receptáculo sea grande y profundo para que las raíces puedan expandirse.
De tanto en tanto recuerda eliminar la mala hierba y remover la tierra, agregando un bono de abono. En cuanto al riego, debe ser regular aunque no exagerado. Presta atención al florecimiento pues éstas indican que a partir de ese momento necesitan de una menor cantidad de agua.
Plagas y enfermedades de la sandía
Como sucede con todas las cucurbitáceas, la sandía es atacada por los siguientes enemigos: la araña roja, la mosca blanca, los pulgones y trips. Además, es común que sufra enfermedades como la ceniza así como otras de origen vascular y una llamada chancro gomoso del tallo.
El ciclo del cultivo de sandías tiene una duración de 90 a 150 días y la cosecha ocurre una vez que el fruto ha madurado. Para darse cuenta, basta con golpearlas con los dedos pues si suenan huecas es que están a punto. También puedes probar rayando la piel con las uñas pues si ésta se separa es indicador de que está a punto.