La adelfa es un pequeño árbol muy popular, porque es resistente, fácil de cuidar y nos regala cada año una floración que en ningún caso pasa desapercibida. Si tienes un arbusto de este tipo en casa, entonces tienes que conocer las principales enfermedades de las adelfas.
Vamos a ver cuáles son los síntomas que nos ponen sobre aviso de que algo va mal y qué se puede hacer cuando esto ocurre.
Necrosis de los brotes verdes
Cuando hablamos de enfermedades de las adelfas, esta es una de las más comunes. La produce el hongo Ascochyta heteromorpha, que se propaga mediante esporas que se diseminan a través del agua o por el uso de herramientas de poda contaminadas.
El síntoma que nos advierte de que nuestro arbusto está infectado es que en las hojas más jóvenes comienzan a aparecer manchas marrones que se van extendiendo hasta acabar con ellas.
Además de estas machas, también es posible observar pequeñas protuberancias negras (picnidios) que contienen las esporas del hongo.
Este es un hongo especialmente peligroso que se propaga fácilmente cuando hay mucha humedad y las temperaturas son moderadas. También se puede producir la infección por dejar heridas muy grandes durante la poda, e incluso los insectos pueden servir como puerta de entrada para el hongo.
Para prevenir la acción de este hongo es recomendable evitar el riego por aspersión, especialmente durante las horas más calurosas del día.
El tratamiento implica:
- Una poda severa para eliminar todas las partes afectadas. Aunque esto suponga sacrificar una gran parte de la adelfa, es recomendable cortar sin miedo.
- Aplicar un fungicida de amplio espectro a base de cobre o de mancozeb, en intervalos de siete a 10 días y durante mínimo un mes.
Manchas foliares
Están causadas por hongos como el Cercospora nerii y el Alternaria alternata, cuyas esporas se dispersan a través del viento y el agua.
Los síntomas más evidentes son la aparición de manchas circulares o de bordes irregulares de color marrón, negro o gris en las hojas. Es habitual que estas crezcan y lleguen a cubrir gran parte de la hoja, provocando incluso su caída. Además, en algunos casos también podemos observar halos amarillos alrededor de las manchas oscuras.
Como en el caso anterior, la mejor forma de prevenir este tipo de enfermedades es abstenerse de regar la adelfa por aspersión. Además, hay que favorecer todo lo posible la circulación de aire alrededor de la planta.
El tratamiento para acabar con las manchas foliares implica:
- Eliminar las hojas dañadas y deshacerse de ellas inmediatamente para que las esporas no sigan extendiéndose.
- Aplicar un fungicida sistémico o de contacto, siguiendo siempre las instrucciones del fabricante.
Oídio: de las más comunes de las enfermedades de las adelfas
El oídio es una enfermedad que puede afectar a una gran cantidad de plantas, y las adelfas no se libran de ella.
Está provocada por un hongo que se desarrolla en condiciones de alta humedad y temperaturas moderadas.
Los primeros síntomas que podemos notar son que las hojas, los tallos y las flores se cubren de un polvo blanco de aspecto harinoso. Además, las partes afectadas se deforman y, tratándose de hojas o flores, pueden llegar a caer. Todo esto acaba inhibiendo la capacidad de la planta para crecer.
Al igual que ocurre con otros hongos, la mejor forma de prevenir la enfermedad es evitando el exceso de riego y mejorando la ventilación.
En caso de que la prevención llegue tarde y la infección ya se haya producido, lo que puedes hacer es:
- Aplica un fungicida específico para esta enfermedad. Los que encuentras en el mercado suelen estar elaborados a base de azufre o productos biológicos a base de Bacillus subtilis. Si la infección es muy leve, puedes aplicar una solución casera de bicarbonato de sodio mezclado con jabón potásico.
- Si el hongo se ha extendido mucho, considera podar las partes más afectadas.
- En caso de ser posible, aísla la adelfa para que no contagie a otras plantas.
Roya
Esta enfermedad la produce un hongo que resulta fácilmente reconocible. Porque provoca la aparición de unas pústulas de color naranja o marrón en el envés de las hojas y, con frecuencia, estas se amarillean y caen.
Como otros hongos, este se dispersa a través del agua y el aire, así que para mantener tus adelfas a salvo procura no excederte con el agua y mejora la ventilación.
El tratamiento no es muy diferente al que se aplica en otros casos de infecciones por hongos:
- Elimina las hojas afectadas.
- Aplica un fungicida específico para la roya.
Podredumbre de raíces
Dentro de las enfermedades de las adelfas, muchas de ellas están provocadas por un exceso de riego y un mal drenaje, como ocurre también en este caso.
La podredumbre de raíces la provocan hongos presentes en el suelo como el Phytophthora y el Pythium.
Si tu planta está infectada, valora hacer lo siguiente:
- Si tienes la adelfa en una maceta, renueva el sustrato completamente.
- Aplica un fungicida sistémico al suelo.
Prevención general frente a las enfermedades de las adelfas
- Ubicación adecuada. Planta la adelfa en un lugar luminoso pero tenga algo de sombra parcial, especialmente durante las horas centrales del día.
- Ventilación. Asegúrate de que haya una buena circulación de aire alrededor de la planta, así evitas la acumulación de humedad que se convierte en el caldo de cultivo para los hongos.
- Riego correcto. Riega periódicamente de manera moderada, evitando en todo caso el encharcamiento. Además, utiliza agua de calidad, que sea de lluvia o que haya reposado 24 horas para que no tenga cloro.
- Sustrato. Emplea uno que sea rico en nutrientes, para que la planta refuerce su sistema inmune. Asegúrate de que también tenga una buena capacidad de drenaje, para que no haya problemas de acumulación de humedad.
- Fertilización. Aplica durante primavera y verano un fertilizante equilibrado. No te excedas con la cantidad o podrías hacer que la adelfa se vuelva más susceptible a enfermedades.
- Poda. Utiliza siempre herramientas previamente desinfectadas y retira de forma regular las hojas y flores secas, para que no se acumulen patógenos.
Las enfermedades de las adelfas están estrechamente relacionadas con la acción de diferentes tipos de hongos. Por suerte, ahora ya sabemos cómo identificar cada patología y qué hacer para prevenirla y tratarla.