Los Ficus aparentan ser muy resistentes, y que además, suelen tener raíces muy fuertes, algo que contribuye a alimentar la sospecha de que son plantas todo terreno. Aunque esto no es del todo cierto, puesto que dependiendo del clima podremos cultivar unas variedades u otras. Y eso por no hablar de que son varias las enfermedades que pueden afectarles.
De hecho, es importante que se sepa identificarlas, ya que si no se tratan a tiempo podrían sufrir daños muy serios. Así que, sin más, veamos cuáles son las enfermedades del Ficus.
¿Cuáles son las enfermedades que pueden tener los Ficus?
Antes de empezar, considero que es muy necesario saber diferenciar entre una plaga y una enfermedad, porque aunque se suele pensar que son lo mismo, lo cierto es que no es así:
- Hablamos de plaga cuando hay una población creciente de algún animal, sea insecto o parásito, que está causando daños a las plantas. Por ejemplo, las cochinillas, las arañas rojas y las moscas blancas lo pueden llegar a ser.
- Una enfermedad, en cambio, está causada por algún microorganismo: virus, bacterias, hongos y oomicetos (son parecidos a los hongos). Estos no se suelen ver a simple vista, ya que atacan desde el interior de la planta. Por ejemplo: el oídio, la roya o la antracnosis son enfermedades comunes.
Y dicho esto, ¿cuáles son las que que pueden perjudicar a los Ficus?
Por suerte, son pocas.
Hongos
Los hongos son unos microorganismos que suelen encontrarse en la tierra, pero cuando tienen oportunidad, por ejemplo, cuando las hojas permanecen húmedas durante mucho tiempo y además las temperaturas son agradables, también aparecen sobre ellas, como el mildiu por ejemplo. Pero los Ficus no se han de preocupar por él, aunque sí por otros que hacen que sus hojas tengan manchas, como estos:
- Alternaria: se trata de un hongo oportunista que afecta a las hojas, haciendo que aparezcan manchas las cuales se vuelven marrones rápidamente. Más información.
- Phyllosticta: al igual que el anterior, también hace que las hojas tengan manchas, pero estas suelen empezar desde el borde de las mismas.
El tratamiento consiste en eliminar las hojas que estén afectadas, y aplicar fungicida que contenga cobre, como este sobre que has de diluir en 5 litros de agua.
Bacterias
En concreto, la Agrobacterium tumefaciens, más conocida como la bacteria que provoca el desarrollo de tumores en las raíces, es un microorganismo muy peligroso para las plantas. Provoca el crecimiento exagerado de la base del tronco, y su posterior muerte al cabo de unos 3 años desde que se produjo la infección.
No tiene cura, así que lo único que podemos hacer es prevenir. Y, ¿cómo se previene? Es fácil, ya que es una bacteria que vive en suelos que están siempre húmedos. Solo hay que plantar el ficus en tierras ligeras y que drenen rápido el agua. Asimismo, cada vez que se tenga que podar, se desinfectarán las herramientas con agua y jabón.
¿Cuáles son las plagas de los Ficus?
Hemos hablado de las enfermedades, pero… ¿qué hay de las plagas? Las plagas pueden resultar muy debilitantes, ya que nos »obligan» a estar con el ojo avizor todos los años, desde que comienza el buen tiempo hasta que regresa el frío. Y se ven más cuando el árbol está en plena temporada de fructificación o cuando se tiene en lugar (independientemente de si está en interior o exterior) con una humedad ambiental baja. Pero, ¿cuáles son las que afectan a los ficus?
Araña roja
La araña roja, aunque se conozca como tal, es un ácaro. Se trata de un parásito que se alimenta de la savia de las hojas, entre las cuales tiende a producir una especie de tela de araña que le sirve para ir de una hoja a otra. Le gusta mucho el calor y la sequedad ambiental, de modo que la podremos ver especialmente en verano.
A la hora de buscar una solución tendremos que aplicarle un acaricida, es decir, un producto anti-ácaros, y no uno anti-arañas. Aunque también se puede optar por remedios caseros, como la pulverización foliar con agua y jabón neutro diluido.
Cochinillas
Hay muchos tipos de cochinillas: algodonosas, acanaladas, tipo lapa como el piojo de San José, etc. Pero todas ellas se concentran en el envés de las hojas. Al igual que a la araña roja, el buen tiempo estimula su crecimiento, y no es raro que lo que empezó siendo una cochinilla aislada en una hoja en concreto, se acabe convirtiendo en una plaga en cuestión de pocos días.
Es más, aunque existen remedios caseros, como limpiar la planta con agua, lo mejor es aplicar insecticidas desde el primer momento en que vemos una sola cochinilla, ya sea con uno específico o bien con tierra de diatomeas, la cual es un producto natural. Puedes comprarla aquí.
Pulgones
Los pulgones son unos parásitos muy pequeños, que miden unos 0,5 centímetros, de color verde, amarillo o negro generalmente. Son una plaga importante, pues colonizan las hojas rápidamente, y por consiguiente, hace que la planta se debilite. Además lo hacen durante la primavera y, sobretodo, el verano, cuando las temperaturas son altas.
Podremos saber que nuestra planta tiene esta plaga si observamos el envés de las hojas, ya que es desde donde se alimentan. Además, cuando son muchos, pueden hacer que estas hojas se deformen, se enrollen y/o se vuelvan pegajosas debido a la melaza que secretan. Esta, por si no fuera suficiente, atrae a las hormigas, que no suponen un problema en sí mismo, pero sí hay que controlar.
El tratamiento natural más efectivo es poner trampas amarillas como estas cerca de las plantas, aunque también puedes aplicarle un insecticida anti-pulgón, como este que está listo para usar.
Esperamos que tu ficus se recupere lo antes posible.