El exceso de humedad es un problema para las tomateras. Pero no siempre resulta fácil saber cuándo regarlas, ya que son plantas que sufren mucho con la sequía, hasta el punto de que sus tallos pierden firmeza en cuanto la tierra empieza a estar un poco seca. Por este motivo, y con el fin de evitar que se pongan así, les echamos agua con frecuencia.
Y, claro, si nos pasamos… enseguida aparecerán los hongos y oomicetos patógenos, esos microorganismos que aprovecharán la debilidad de nuestros cultivos para pudrirlos. Así que vamos a ver cuáles son las enfermedades del tomate por exceso de humedad para saber cómo identificarlas y tratarlas.
¿Cuáles son?
Cuando regamos demasiado, las tomateras lo pasan muy mal. Pero, ¿cuáles son las enfermedades que pueden afectarles cuando tienen más agua de la que necesitan? Básicamente, son tres: el oídio, el mildiu y la botritis o podredumbre gris.
Oídio
El oídio es una enfermedad causada por diversos hongos patógenos. Afectan a multitud de plantas, no solo a las tomateras, por lo que es importante que, en la medida de lo posible, separemos las que están enfermas de las sanas.
Los síntomas se manifiestan en las hojas y tallos, los cuales se cubren de un polvo blanquecino que, si lo tocas, te deja las manos sucias.
Tratamiento
Hay que eliminar las partes afectadas cortándolas con unas tijeras previamente desinfectadas. Además, se aplicará fungicida, a ser posible ecológico, como este de cola de caballo que puedes comprar desde aquí.
Mildiu
El mildiu es una enfermedad criptogámica causada por oomicetos de la familia Peronosporaceae. Al igual que el oídio, afecta a una gran diversidad de plantas, tanto hortícolas como ornamentales. Y también le favorece el exceso de humedad, especialmente si las temperaturas son altas.
Los síntomas los veremos tanto en hojas y tallos como en los frutos. Primero aparecen manchitas amarillas que rápidamente pasan a ser grises.
Tratamiento
Estos microorganismos se combaten con fungicidas como el que te decíamos antes, o bien con este otro de la marca Solabiol que tienes que diluir el contenido del sobre (50 gramos) en 15 litros de agua. Luego, llena un pulverizador con esta mezcla y rocía el líquido a la planta.
Podredumbre gris (botritis)
La podredumbre gris es una enfermedad causada por el hongo Botrytis cinerea. Afecta a muchas plantas, especialmente a la vid, pero también a las tomateras.
¿Cómo saber si nuestros cultivos la padecen? Las hojas empezarán a estar cubiertas de una especie de ceniza blanca, y se volverán necróticas. Además, los frutos tendrán primero manchas de color marrón claro, y después se pudrirán.
Tratamiento
Para combatir la botritis se usan fungicidas sistémicos, como el de Probelte Jardín que puedes comprar aquí. El modo de empleo es el siguiente:
- Hay que llenar un pulverizador de 1 litro con agua.
- Echar 2-3 gramos del fungicida dentro del pulverizador y mezclar.
- Aplicar por vía foliar, es decir, pulverizando las hojas y frutos.
¿Cómo evitar que las tomateras enfermen por exceso de humedad?
Ahora sabemos cuáles son las enfermedades del tomate por exceso de humedad, pero ¿cómo evitar que enfermen? Para ello, a continuación te explicamos cómo cuidar tus plantas correctamente. De este modo, podrás reducir al mínimo el riesgo de que acaben con algún problema:
¿Cuándo regar las tomateras?
El riego es importante para los cultivos de tomate, pues son plantas que necesitan mucha agua, especialmente si están en maceta. Por lo tanto, tendremos que regar a menudo, pero evitando el exceso. La pregunta es: ¿cuándo se deben regar?
Va a depender del clima y de las lluvias, pero si vivimos en una zona donde llueve poco y las temperaturas son elevadas, tendremos que regar unas 2 veces por semana en primavera y 3-5 veces por semana en verano.
¿Cómo regar las plantas de tomate?
Siempre se hará echando el agua a la tierra. No se deben mojar las plantas, ya que de lo contrario podrían enfermar y/o quemarse si les da el Sol en ese momento. Pero por lo demás, se pueden regar con una regadera o bien poniendo en marcha el sistema de riego por goteo.
Eso sí, hay que echar agua hasta que se vea que la tierra está húmeda. Si están en recipientes, regaremos hasta que salga por los agujeros de drenaje de los mismos, de este modo nos aseguraremos de que las regamos bien y de que, por lo tanto, podrán hidratarse sin problema.
Se debe tener cuidado: la capa más superficial de la tierra se seca con rapidez, algo que podría hacernos creer que debemos de humedecerla de nuevo. Pero esto es un error. Las capas inferiores de la tierra tardan más en secarse, ya que no están expuestas a la luz del Sol, por lo que si regásemos ahora probablemente nuestras plantas tendrían más agua de la que realmente necesitan.
Hay que esperar. En caso de duda, cogeremos un palo delgado de madera, lo introduciremos hasta el fondo, y si al sacarlo vemos que sale prácticamente limpio, entonces sí que regaremos.
Espero que te haya sido de utilidad.