Sembrar siempre es una experiencia muy agradable. Preparar el semillero con el sustrato más adecuado, enterrar las semillas lo justo y necesario para que sientan el calor del sol estando ocultas de él, y regando con cuidado de que no se salga el agua con demasiada potencia, son prácticas fundamentales. Además, es crucial cuidar todos los días con mimo las futuras plantitas para que tengan un buen comienzo.
Lamentablemente, tanto las semillas como las plántulas son muy vulnerables a las infecciones fúngicas y al ataque de los moluscos. Si no quieres perderlas, sigue leyendo para saber cuáles son las enfermedades que pueden tener los semilleros y cómo prevenirlas.
Bacterias
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Las bacterias no suelen ser muy habituales, pero cuando surgen los daños a menudo son devastadores, como los causados por las Pseudomonas o las Xanthomonas. Aparecen cuando las plantas ya muestran algún signo de debilidad, ya sea por exceso o falta de riego, una tierra demasiado compactada, o una exposición al sol directa durante la primavera y comienzos del verano. Para prevenirlas, es conveniente adquirir semillas no contaminadas y usar sustratos nuevos. Si quieres más información sobre cómo cuidarlas, consulta nuestra guía sobre semilleros y semilleros protegidos.
Hongos
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Los hongos son los microorganismos que más afectan tanto a las semillas como a las plantitas de menos de un año. Los más habituales son: Pythium, Phytophthora, Fusarium y Alternaria. Todos ellos se desarrollan en sustratos húmedos y compactos con una temperatura superior a los 12ºC, atacando las raíces y finalmente el resto de la planta. Para prevenirlos, es muy importante utilizar sustrato nuevo, y que tenga muy buen drenaje. Asimismo se tiene que evitar regar en exceso para que las raíces no se pudran. También es muy recomendable hacer tratamientos preventivos con cobre o azufre durante la primavera y el otoño, así como leer sobre cultivo de hortalizas en semilleros.
Virus
Los virus son los menos frecuentes, pero pueden aparecer si el semillero está siendo afectado por mosca blanca, trips o pulgones, ya que son ellos sus principales vías de infección. Una vez que han entrado en los organismos de los seres vegetales harán que las hojas crezcan deformadas, presentando mosaicos y raquitismo.
Para prevenirlos es conveniente usar sustratos nuevos y limpiar bien el semillero en el caso de que ya haya sido usado. Asimismo, se tiene que repeler a las plagas tratando de manera preventiva a las plantas con Aceite de Neem o jabón potásico. Además, es útil informarse sobre sembrando árboles en semilleros para maximizar su salud y desarrollo.
Así las plántulas podrán crecer y desarrollarse correctamente .