Existen muchas variedades de plantas y flores capaces de transformar cualquier jardín o espacio exterior en un rincón espectacular. Entre todas ellas, el género Erigeron destaca por la belleza de sus flores, su versatilidad y su fácil adaptabilidad. Sin embargo, para que estas plantas luzcan en plenitud durante el mayor tiempo posible, es fundamental proporcionarles los cuidados adecuados. En este artículo descubrirás qué es el Erigeron, sus especies más representativas, su importancia ecológica y, especialmente, cómo cultivar y mantener estas plantas para que tu jardín brille con todo su esplendor.
¿Qué es el Erigeron?

El Erigeron es un género de plantas herbáceas perteneciente a la amplia familia Asteraceae, también conocida como la familia de las margaritas. Se ha registrado un número superior a 1500 especies descritas a nivel mundial, aunque solo una parte de ellas está plenamente aceptada en los registros botánicos. Su distribución es cosmopolita, si bien la mayor diversidad se concentra en Norteamérica y Centroamérica, donde hay especies autóctonas muy apreciadas.
Las especies de Erigeron pueden ser anuales, bienales o perennes. Se caracterizan por sus tallos finos y muy ramificados, que a menudo se desarrollan de forma erecta o ligeramente arqueada. Sus hojas, normalmente alargadas y de color verde claro o grisáceo, pueden variar en forma dependiendo de la especie. Las flores son el rasgo más característico: pequeñas, numerosas y muy decorativas, pueden ser blancas, rosadas, lilas, violáceas o incluso amarillas, según la variedad. El centro del capítulo floral suele ser amarillo intenso.
En la naturaleza y en jardinería, el Erigeron ofrece una floración muy prolongada, que puede abarcar desde la primavera hasta el otoño. Algunas especies, sobre todo en zonas de clima templado, pueden florecer casi todo el año. Esta longevidad y su aspecto delicado han hecho del Erigeron una planta ornamental popular en jardines de todo el mundo. La especie más conocida y apreciada con fines decorativos es el Erigeron karvinskianus o margarita cimarrona.
Importancia ecológica y usos del Erigeron

Más allá de su valor ornamental, el Erigeron desempeña un papel ecológico fundamental. Muchas especies sirven de alimento a las larvas de diversas mariposas (Lepidopteras), aportando biodiversidad y contribuyendo a la supervivencia de estos polinizadores. Entre las mariposas que dependen de estas plantas destacan la Bucculatrix angustata, Schinia villosa o la Coleophora squamosella, que se alimenta exclusivamente de Erigeron acris.
Otra característica interesante del Erigeron es su gran capacidad de adaptación. Estas plantas pueden desarrollarse en rocallas, muros, macetas, taludes, jardines de bajo mantenimiento y suelos pobres o pedregosos, por lo que son ideales en proyectos de xerojardinería y para cubrir grandes superficies sin grandes exigencias hídricas.
Taxonomía y origen del término Erigeron
El género Erigeron fue descrito y sistematizado por el botánico Carlos Linneo en el monumental Species Plantarum, con posterior revisión en Genera Plantarum. El término ‘Erigeron’ se compone de los griegos «eri» (temprano) y «geron» (viejo u hombre anciano). El significado alude a la apariencia blanca y mullida de las cabezas de semillas que recuerda a los cabellos canosos y a la floración temprana, que muchas especies presentan a inicios de la primavera.

Principales especies de Erigeron en jardinería
- Erigeron karvinskianus: Llamada margarita cimarrona, vitadinia, hierba de burro o Teresita, es originaria de México y América Central. Es una vivaz perenne con multitud de flores pequeñas que pasan del blanco al rosado y florece casi todo el año en climas suaves. Alcanza una altura de 20-60 cm y tiene un porte tapizante y ligeramente trepador.
- Erigeron glaucus: Conocida como margarita de playa, es ideal para bordes costeros debido a su resistencia a la salinidad y a sus flores violetas o lavanda. Crece bajo y compacto, perfectamente adaptado a suelos arenosos.
- Erigeron annuus: Una especie anual de flores blancas que se naturaliza fácilmente en praderas, caminos y espacios abiertos, muy valorada en prados silvestres y jardines de bajo mantenimiento.
- Erigeron speciosus: Apodada como margarita violeta, produce flores grandes de color lavanda o violeta intenso en verano. Muy apreciada para arriates y mezclas de vivaces.
- Erigeron aureus: Sus flores en tonos amarillo pálido a intenso aportan luminosidad y contrastes y es perfecta para rocallas y zonas pedregosas.
- Erigeron pubescens: Otra especie resistente y ornamental, especialmente apreciada en ambientes secos y soleados.
Cultivo del Erigeron: condiciones y cuidados esenciales
El Erigeron es una planta considerada rústica y muy fácil de cuidar, lo que la convierte en una opción excelente para jardineros principiantes y amantes de la jardinería sostenible. Es perfecta para crear borduras, cubrir taludes, acompañar senderos, llenar muros de piedra, rocallas y decorar terrazas y balcones en macetas. Para ampliar información sobre las variedades de flores similares a las margaritas que puedes combinar con el Erigeron, consulta este enlace.
Luz y ubicación
El Erigeron prefiere la exposición a pleno sol, aunque tolera la semisombra en climas cálidos. En ambientes soleados su floración será mucho más abundante y prolongada. En sombra densa, la planta florecerá menos y desarrollará un porte más laxo.
Suelo y sustrato
Uno de los grandes atractivos de esta planta es su adaptabilidad a todo tipo de suelos, siempre que estén bien drenados. Se desarrolla sin problemas tanto en suelos pobres, calcáreos, ligeros, pedregosos e incluso compactos. No obstante, un aporte de materia orgánica (compost, estiércol o humus) al plantar o al inicio de la primavera estimulará un crecimiento más vigoroso y una floración más copiosa.
Riego
El Erigeron es resistente a la sequía una vez establecido. Durante el primer año tras la plantación, es conveniente mantener un riego regular, especialmente en periodos secos, procurando que el sustrato permanezca ligeramente húmedo pero siempre evitando el encharcamiento. Para profundizar en los cuidados del cultivo en suelos áridos, consulta este enlace para obtener mejores resultados.
Abonado
La fertilización no es imprescindible, pero un abono orgánico en otoño (compost, estiércol, humus de lombriz) favorece la vitalidad en primavera. Durante la floración se puede aplicar fertilizante mineral para plantas de flor cada 15-20 días junto con el riego, sobre todo si la planta crece en maceta o el suelo es muy pobre.
Poda
La poda más importante es el pinzado regular de flores marchitas para estimular nuevas floraciones y mantener el aspecto compacto y ordenado de la mata. Al final del invierno o después de la floración principal, puede realizarse una poda más intensa para rejuvenecer la planta y controlar su extensión. En climas templados, una poda fuerte al acabar el invierno asegura un rebrote vigoroso. Para ampliar información, revisa también nuestros consejos para el mantenimiento de plantas en jardines.
Multiplicación y propagación
El Erigeron puede multiplicarse por semillas, esquejes o división de matas:
- Por semillas: Se siembran en primavera directamente en su lugar definitivo o en bandejas de semillero en interior si el clima es frío. Germinan fácilmente si el sustrato se mantiene ligeramente húmedo hasta la aparición de las primeras hojas verdaderas.
- Por división de matas: Es el método más rápido y efectivo para especies perennes. Puede realizarse a finales del invierno, comienzo de primavera o en otoño. Divida la mata con una pala afilada y trasplante los fragmentos a su nuevo emplazamiento.
- Por esquejes: Se pueden tomar esquejes de tallos jóvenes en primavera o verano y plantarlos en sustrato húmedo hasta que desarrollen raíces. Para obtener más información, consulta esta guía sobre propagación de plantas.
Plagas, enfermedades y problemas frecuentes
El Erigeron es una planta robusta y poco propensa a plagas y enfermedades graves. No obstante, en condiciones de excesiva humedad puede aparecer pudrición de raíces. Los ataques de caracoles o babosas pueden darse ocasionalmente, especialmente en ambientes muy húmedos o en sombra, pero suelen ser esporádicos. Los pulgones y la botritis son poco habituales. Mantener una buena aireación y evitar el encharcamiento es la mejor prevención.
Consejos de diseño y combinaciones recomendadas
Gracias a su porte bajo y su crecimiento tapizante, el Erigeron es perfecto para cubrir zonas difíciles donde otras plantas no prosperan. Se puede utilizar solo o en combinación con otras vivaces de bajo mantenimiento. Entre las combinaciones más exitosas destacan:
- Erigeron karvinskianus + Verbena híbrida: aporta colores intensos y continuidad floral.
- Erigeron karvinskianus + Achillea crithmifolia: ideal para crear praderas y céspedes de bajo consumo hídrico, con una paleta cromática variada.
- Plantado al pie de árboles o arbustos, en muros de piedra, junto a senderos y en macetas colgantes para aportar un efecto «cascada».
Potencial invasor y consideraciones ecológicas
Algunas especies, como Erigeron karvinskianus, pueden comportarse como invasoras en climas templados debido a su capacidad de auto-siembra y rápida expansión. Es importante evitar su plantación cerca de ecosistemas naturales o áreas protegidas donde puedan desplazar a la flora autóctona. En zonas urbanas y jardines controlados, su mantenimiento no supone grandes problemas, siempre que se controle su extensión mediante podas regulares y eliminación de semillas maduras.
Erigeron en macetas, xerojardinería y jardines sostenibles
El Erigeron es ideal para jardineros que desean minimizar el consumo de agua y reducir las tareas de mantenimiento. En macetas se comporta perfectamente siempre que el recipiente tenga buen drenaje. Aporta textura, movimiento y color a terrazas, patios y balcones.
Su resistencia, polivalencia estética y valor ecológico convierten al Erigeron en una de las vivaces más recomendables para jardines urbanos, costeros y de bajo riego.
El Erigeron es una opción extraordinaria para quienes buscan una planta tapizante, de fácil adaptación y bajo mantenimiento, que aporte belleza, color y biodiversidad a cualquier jardín, terraza o espacio urbano. Su prolongada floración, capacidad de adaptación incluso en los suelos más difíciles y su valor ecológico lo convierten en protagonista indiscutible en jardinería sostenible. Escoge la especie que mejor se adapte a tu clima y necesidades, y verás cómo tu espacio exterior se llena de vida y color durante meses.