Fuego bacteriano (Erwinia amylovora)

arbol cuyas ramas y hojas se encuentran oscurecidas por una plaga

La Erwinia amylovora es una bacteria que causa una de las enfermedades infecciosas más graves y peligrosas que afecta a todo tipo de plantas, arbustos y árboles, sobre todo a las plantas pertenecientes a la familia de las rosáceas.  En la actualidad se conocen al menos 150 especies distribuidas en 37 géneros que se ven afectadas por esta plaga, aunque hay que decir también que esta bacteria no afecta a humanos ni animales.

Características

fuego bacteriano o Erwinia amylovora

El peligro de propagación del fuego bacteriano habitualmente lo determinan factores como los insectos, aves, el viento y el agua que propagan fácilmente la bacteria y por otro lado los humanos  a través del uso de herramientas, ropa, manos, etc. En condiciones favorables, puede darse un crecimiento exponencial de la bacteria, por ejemplo la humedad alta que puede ocasionar la muerte de las plántulas en corto tiempo.

La temporada de floración es el punto más crítico para que las plantas se infecten y se propague la enfermedad. Por otro lado, las abejas que juegan un papel protagonista en el proceso de polinización, lamentablemente contribuyen al transportar la bacteria a las flores, a las que penetra con facilidad a través del néctar.

Igualmente esta plaga penetra los tejidos de las plantas huésped, por lo que lenticelas, estomas, néctares de flores o heridas, son los posibles sitios de entrada de la infección.

Síntomas
Los síntomas pueden presentarse en tallos, hojas, flores, frutos  y ramas de la planta, durante todo el ciclo vegetativo. En el periodo de floración, las flores infectadas se vuelven oscuras y secan. Por lo general es afectada toda la floración, pero puede ocurrir la muerte de flores de forma individual. Las hojas enfermas se vuelven marrones, marchitan, secan y adquieren el característico color marrón rojizo, como quemadas.  De ahí el nombre de la enfermedad, fuego bacteriano o tizón del fuego.

Los frutos pueden ser atacados en cualquier etapa de su formación y crecimiento, estos tienden a deshidratarse y  oscurecerse, hasta la pudrición definitiva. En las especies que han sido reinjertadas y una vez ocurrida la infección de los brotes, la infección se vuelve sistemática y acaba con la planta.

Las partes infectadas y secas  tienden a permanecer adheridas a la planta por largo tiempo; mientras que los brotes marchitos se doblan en forma de gancho. En tronco y ramas la infección produce lesiones de contorno bastante irregular de tono oscuro. La muerte de la planta ocurre cuando la bacteria alcanza todos los tejidos leñosos del tallo y ramas.

En los tejidos infectados en condición lluviosa o de mucha humedad, se puede observar  un exudado blanquecino, a veces de aspecto filamentoso, formado por células bacterianas que  pueden propagarse como se dijo al inicio. Puede afirmarse que la enfermedad se desarrolla frecuentemente desde las ramas superiores y se propaga a las más jóvenes en condiciones favorables para su propagación, particularmente durante el período de mayo a septiembre.

Prevención y control

plaga en arbol frutal llamada Erwinia amylovora

La Erwinia amylovora ha acabado con extensas áreas cultivadas de peras y manzanas en muchas partes del planeta. El control y lucha contra el fuego bacteriano es básicamente preventivo, por eso son importantes algunas recomendaciones:

  • Uso de material en condiciones higiénicas, elaborado en zonas libes de la bacteria.
  • Estar atentos al estado de las plantas, en especial observar si hay presencia de los síntomas del fuego bacteriano;
  • Eliminar las ramas, hojas y frutos enfermos. Se recomienda realizar los cortes 70 cm por debajo de la zona infectada y arrancar las plantas enfermas infectadas a nivel del tronco.
  • Desinfectar las herramientas utilizadas en la eliminación de las áreas infectadas por la bacteria. Se recomienda utilizar para la desinfección de las herramientas, el hipoclorito de sodio al 1% o alcohólico al 7%.
  • En caso de sospecha de presencia de la bacteria, reportar a las autoridades fitosanitarias.
  • Otras recomendaciones son no excederse en el uso de fertilizantes nitrogenados, evitar el riego excesivo y la poda verde, estar pendiente y eliminar la flora secundaria no necesaria.

Los tratamientos de prefloración son útiles para reducir el riesgo bacteriano y prevenir las infecciones; mientras que los tratamientos durante la actividad vegetativa tienen poca eficacia preventiva y menos aún, si la infección ya ha ocurrido.


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