El flamboyan es un árbol de origen tropical que ha enamorado a millones de personas en todo el mundo. Aunque lamentablemente está en peligro de extinción en su lugar de origen (Madagascar), es poco probable, por no decir imposible, que dejemos de disfrutar de su belleza en otras partes del globo. Esto se debe, en parte, a su belleza, pero también a las numerosas semillas que produce y a lo fácil que es conseguir que germinen.
Además, existe un truco para lograr que lo hagan en muy poco tiempo. ¿Quieres saber cómo sembrar semillas de flamboyan poniéndolo en práctica? Pues vamos a ello.
Prepara todo lo que vas a necesitar
Antes de empezar, es muy importante preparar todo lo que se va a emplear. Para sembrar flamboyant, se necesita:
- Un vaso
- Agua
- Colador pequeño
- Papel de lija
- Semillero: ya sea una bandeja forestal, macetas, envases de leche o de yogur, etc.
- Tierra específica para semilleros, como la de Flower
- Fungicida polivalente que puedes comprar No products found., o en su defecto cobre en polvo
- Y calor, por eso es preferible sembrarlas en primavera o verano
¿Lo tienes todo? Entonces ahora puedes ponerte manos a la obra.
Siembra de las semillas de flamboyan paso a paso
Las semillas de flamboyán están recubiertas por una capa transparente muy fina pero también muy dura: solo se rompe cuando hay un contraste térmico importante y solo si están húmedas. En su hábitat natural no tienen demasiados problemas en germinar, pero si no estás en Madagascar y quieres que broten todas (o casi todas) y en poco tiempo te recomendamos seguir este paso a paso:
Lija un poco las semillas
Hay que romper esa cubierta pelicular, y por eso, vamos a lijar un poco las semillas. Insisto, un poco. Cogeremos una, y lijaremos la punta hasta que veamos que cambia de color.
Normalmente, y dependiendo de la fuerza que le apliquemos, serán suficientes con tres o cuatro pasadas. Tenemos que ser muy cuidadosos con esto, pues si lijamos más de la cuenta las dañaremos y no germinarán.
Calienta agua en el microondas
El siguiente paso es llenar un vaso con un poco de agua, y meterlo en el microondas unos segundos, hasta que el líquido esté muy caliente. No ha de hervir, pero sí que debemos notar que casi nos quema al tocar el vaso.
Luego, metemos las semillas en un colador, y este dentro del vaso durante un segundo, no más. Acto seguido, introduciremos las semillas en otro vaso con agua, pero esta debe de estar a temperatura ambiente. Las dejaremos ahí durante unas 12-24 horas.
Siembra las semillas en el semillero
Pasado ese tiempo, es momento de sembrar las semillas. A mí me gusta hacerlo en una bandeja de semillero forestal, ya que ocupa poco espacio, pero tú puedes usar macetas, envases de leche o de yogur si lo prefieres. Eso sí, es muy importante que se limpien si se han usado antes, ya que de lo contrario podría haber esporas de hongos, virus y/o bacterias, los cuales supondrían un peligro para los futuros plantones de flamboyant.
Llena el semillero con sustrato, y después riégalo hasta que el agua salga por los agujeros de drenaje. A continuación, coloca dos semillas en cada maceta o alvéolo, y cúbrelas con una fina capa de sustrato, la suficiente para que no queden expuestas a la luz del sol de forma directa.
Aplícales fungicida
Con el fin de mantenerlas protegidas de los hongos, los cuales son unos microorganismos que pueden acabar con ellas si no se toman medidas a tiempo, lo más aconsejable es tratarlas con fungicida en spray, o en su defecto cobre en polvo.
Si optas por el primero, has de humedecer bien el semillero, y si por el contrario usas cobre, has de echar como si estuvieses echando sal a la ensalada. Repite el tratamiento cada 15 días, desde ahora y hasta que las plantas cumplan un año de vida.
Cuidados posteriores
Ya tenemos las semillas de flamboyan sembradas, ¿y ahora qué? Bueno, pues ahora toca tener paciencia. Para que germinen, algo que harán al cabo de 2 a 4 semanas, necesitan que las temperaturas sean altas (como mínimo, ha de haber 20ºC). Asimismo, es muy importante que se ponga el semillero en un lugar soleado para que las plantas crezcan con total normalidad.
Además, tendremos que regar de vez en cuando, echando el agua a la tierra, nunca a las plantas. Lo haremos cuando veamos que la tierra esté casi seca, es decir, más o menos unas tres o cuatro veces a la semana durante el verano, y una o dos veces por semana cuando las temperaturas sean más bajas.
Cuando se le caigan los cotiledones, es decir, las dos primeras hojitas sin dividir que brotan cuando germinan, podremos empezar a abonarlos con un abono o fertilizante líquidos, como el guano o el universal, siguiendo las indicaciones especificadas en el envase por el fabricante. Y en cuanto se le salgan las raíces por los agujeros de drenaje, los plantaremos en macetas más grandes con tierra de cultivo universal.
Si vives en una zona donde hay heladas, no dudes en proteger tus árboles en interior en cuanto las temperaturas bajen de los 10ºC. Llévalos a una habitación en la que haya mucha claridad, y ponlos lejos de las corrientes de aire.
¿Dónde comprar semillas de flamboyan?
Desde aquí podrás conseguir semillas a buen precio. No te quedes sin ellas:
Que disfrutes de tus flamboyan.