Si pensabas que las flores estaban para ser polinizadas y para que pudiésemos contemplarlas, a partir de ahora conocerás un aspecto de ellas que seguro que te sorprende: y es que son muchas las que puedes utilizar para acompañar tus platos. Sí, en efecto. Las flores comestibles existen; y, de hecho, cocinar con ellas no es algo nuevo.
Para saber la importancia que tuvieron antaño, basta ver los antiguos recetarios. El plato favorito de Carlo Magno, por ejemplo, era una ensalada de flor de malva; y en Japón, el crisantemo siempre ha tenido un lugar privilegiado tanto en los jardines como en las cocinas. Pero te diré algo más: tú ya has comido flores comestibles, quizás sin darte cuenta. Sí, sí, estoy completamente segura de que alguna vez has comido coliflor, brócoli o azafrán. Pero aún hay más cosas que te van a sorprender…
Tipos de flores comestibles
Si bien todas las plantas angiospermas (es decir, aquellas que dan fruto en cuyo interior encontraremos las semillas) tienen flor, no todas son comestibles. De hecho, hay algunas que pueden ser muy tóxicas. Para evitar problemas, aquí tienes una lista de las flores comestibles que más fácilmente podrás encontrar en viveros, tiendas de jardinería o en mercados:
Allium
Como los puerros, los ajos, las cebollas… todas las especies de este género tienen flores comestibles. El sabor es muy variado. Por ejemplo, el del puerro es más bien suave, mientras que el del ajo tiene un sabor algo más intenso.
Angelica
¿Te gusta el regaliz? Si es así, te gustará las flores de la Angelica, pues tienen un sabor que recuerda mucho a este. Ideal para platos de sopa.
Malva
Las Malva son unas plantas de flores muy decorativas. Pueden ser de color rosa, rojo, blanco o lila. Pero además, tienen un sabor muy suave ideal para ensaladas.
Hibiscus rosa-sinensis
El Hibiscus rosa de China es un arbusto de flores muy llamativas. También tiene un sabor dulce que se puede aportar a la ensalada, o como guarnición de carnes.
Girasol
El girasol es el protagonista indiscutible del verano, y también puede serlo de la cocina. Tiene un sabor algo amargo, por lo se recomienda pasar por vapor antes de servir.
Geranio
Todas las variedades de geranio tienen flores comestibles. El sabor varía dependiendo del tipo: puede ser afrutado o más bien dulzón. Puedes usarlas para elaborar postres, ensaladas, pasteles, bebidas o como guarnición.
Amapola
La amapola es una flor de color rojo y sabor suave que se emplea para aromatizar pasteles, pan y ensaladas.
Begonia semperflorens
Las flores de esta preciosa planta tienen un sabor muy dulce. Así, se consumen con macedonia de frutas o se usan como guarnición.
Calabaza
De sabor dulzón, las flores de esta planta se consumen conjuntamente con sopas o en platos de la gastronomía mexicana.
Dianthus
Las flores de este género varían según el color, y según su sabor. Algunos tienen un sabor que recuerda más a la pimienta, mientras que el de otros es similar al que tienen las especias. Van bien en ensaladas, o como guarnición.
Crisantemo
Los crisantemos pueden ser amarillos, blancos, rojos y naranjas según la especie. Tienen un sabor amargo, por lo que se usan en ensaladas, salsas o vinagretas.
Gladiolo
El gladiolo es una planta bulbosa que florece en primavera-verano. Tiene un sabor dulce, y se puede usar para acompañar ensaladas.
Lavanda
Sus flores son de color lila muy característico. Su sabor es algo picante, y se emplean a menudo para aromatizar ensaladas o cremas, o como guarnición.
Rosa
Este es un arbusto que florece durante gran parte del año, por lo que podrás disfrutar de su exquisito sabor dulzón durante muchos meses. Usa sus pétalos para elaborar pasteles, helados, mermeladas, infusiones, salsas… en fin, para lo que más te guste. ¡Combinan con todo!
Pensamiento
Los pensamientos florecen a finales de invierno y comienzos de primavera. Tienen flores blancas, amarillas o moradas, cuyo sabor varía desde el dulce hasta el agridulce. Se usan para ensaladas.
Cómo conseguir el mejor sabor de las flores comestibles
Para conseguir que flores sean realmente sabrosas, debemos de tener muy en cuenta que las plantas deben de estar bien cuidadas. Un buen calendario de abonado y una ideal frecuencia de riego serán las claves para poder preparar exquisitos platos.
Abono
Como van a ser plantas destinadas para consumo humano, optaremos por abonarlas con abonos naturales. En los viveros encontrarás humus de lombriz, guano e incluso mantillo, que aportarán a tus plantas todos los nutrientes que necesitan para poder crecer y tener una gran cantidad de flores sanas.
Abonaremos durante toda la temporada de crecimiento, es decir, durante la primavera y el verano, una vez al mes si es en polvo, o cada 15 días si es líquido. En el caso del guano seguiremos las recomendaciones que indique el envase pues es el único abono natural que, en exceso, podría causar importantes daños a la planta.
Riego
Controlar el riego no siempre es fácil. De hecho, te puedo decir que llevo desde el 2006 cuidando plantas y aún a veces tengo dudas sobre cuándo regar. Afortunadamente, hay varias cosas que podemos hacer para comprobar la humedad del sustrato, y son:
- Introducir un palo delgado de madera hasta el fondo: si al sacarlo vemos que tiene muy poca tierra adherida, es porque está muy seca y por lo tanto hay que regar.
- Coger la maceta una vez regada y de nuevo a los pocos días: así podremos hacernos una idea más o menos clara de cuánto pesa en cada situación, lo que nos será de gran ayuda para saber cuándo debemos regar.
Ubicación
Las plantas con flor necesitan estar expuestas al sol directo para que puedan abrirse completamente. Así pues, es importante que las pongas en una zona donde reciban la luz del astro rey, a ser posible, durante todo el día.
Recomendaciones para la compra
Es importante que te asegures de que las plantas que vayas a comprar no hayan sido tratadas con productos químicos, de lo contrario tendrás que esperar mínimo un mes para que la planta quede limpia. Por este motivo, si te quieres asegurar de que no va a haber tener que correr riesgos de ningún tipo, es muy recomendable adquirir las semillas y cultivar nosotros mismos nuestras flores. Además, puedes consultar más sobre plantas con flores comestibles.
¿Cómo preparar las flores comestibles?
Cada vez que queramos degustar algunos de estos coloridos alimentos, nada mejor que cosecharlas nosotros mismos de nuestro jardín o patio. Para ello, esperaremos a que se sequen las gotas del rocío, aunque también se pueden coger a media mañana. Te recomiendo que no las cojas más tarde de las 12h, ya que para entonces el sabor de habrá reducido.
Una vez las tengas, quítales los estambres y los pistilos, límpialas a consciencia con agua y colócalas finalmente en papel absorbente hasta que se hayan secado, momento que podrás empezar a preparar tus platos.