Flores silvestres de otoño

Hay muchas plantas con flores en otoño

Imagen – Wikimedia/ForestWander

¿Pensabas que las plantas solo florecían en primavera y/o en verano? Aunque razón no te faltará, pues durante esas dos estaciones es cuando las condiciones de la zona son mejores para que las flores se desarrollen con normalidad, coincidiendo además con la actividad que tienen los insectos polinizadores la cual es mucho mayor durante esos meses, lo cierto es que en otoño podemos encontrar algunas plantas con flor.

En este artículo te voy a mencionar algunas flores silvestres de otoño que podrás sembrar en tu jardín, o cultivarlas en macetas para decorar el balcón, o simplemente para cuidar de esos insectos que se alimentan de polen, como las mariposas.

Lavanda (Lavandula dentata)

La lavanda florece en otoño

Imagen – Wikimedia/Marco Antonio Leonel Caetano

No te voy a engañar: las lavandas, todas, florecen prácticamente durante todo el año. Pero como te hablo de especies autóctonas -centrándome en las de España-, no quería dejar pasar la oportunidad de mencionarte a la Lavandula dentata. Esta especie la encontramos en el Mediterráneo Occidental, incluyendo la costa este y sur de la Península Ibérica, y por supuesto el archipiélago balear, mi tierra.

Se trata de una planta subarbustiva -lo que llamaríamos en lenguaje común mata-, perennifolia, que alcanza una altura de más o menos medio metro. Las hojas son verdes, peludas por ambas caras, y con los márgenes dentados. Y las flores son de color púrpura, muy pequeñas, de apenas 1,5 centímetro de largo.

Malva de risco (Lavatera acerifolia)

La malva canaria florece en otoño

Imagen – Wikimedia/Balles2601

La malva de risco es un arbusto perennifolio endémico de las Islas Canarias. Esto significa que solo se encuentra silvestre en este archipiélago, en ningún sitio más. Puede medir hasta 3 metros de altura, y presenta hojas de hasta 7 centímetros parecidas a las que tienen los arces. Pero sin duda lo que más llama la atención son sus flores: miden hasta 8 centímetros de diámetro, y son de color malva.

En los viveros locales se puede encontrar a la venta como planta ornamental, ya que ciertamente es una especie muy, muy bonita. Pero si te animas a cultivarla, ten en cuenta que es sensible al frío.

Olivarda (Dittrichia viscosa)

La olivarda es un arbusto que florece en otoño

Imagen – Wikimedia/Xvazquez

La olivarda es una planta herbácea con la base leñosa nativa de la región mediterránea. Alcanza una altura de 1,5 metros, y produce hojas lanceoladas con los márgenes serrados. Sus flores son amarillas, y brotan agrupándose en una inflorescencia espigada en verano y otoño.

Hay que decir también que toda la planta huele bastante a resina, y que pese a que es considerada una mala hierba, en realidad se puede usar como medicinal. Y es que por ejemplo con las hojas se prepara una infusión para aliviar las molestias de enfermedades como la artritis; y como uso tópico, como cataplasma, sirve para cerrar heridas.

Pasto dentado (Echinochloa crus-galli)

Hay muchas plantas silvestres con flores en otoño

Imagen – Wikimedia/AnRo0002

El pasto dentado es una gramínea que en España la encontraremos principalmente en la costa este de la Península Ibérica, y en las Islas Baleares. Sus tallos llegan a medir unos 120 centímetros de largo como máximo, y sus flores son espigas que brotan en verano y otoño.

Al ser una especie de la familia de las poáceas, debes tener en cuenta que su polen puede producir alergia. Así que si ya sabes que eres alérgico a esta familia de plantas, lo mejor será que evites acercarte demasiado a ella.

Persicaria (Persicaria maculosa)

La Persicaria maculosa tiene flores rosas

Imagen – Flickr/David Illig

La persicaria es una hierba anual -es decir, que germina, crece, florece, produce semillas y finalmente muere en el transcurso de un año- que encontraremos en la Península Ibérica, en concreto cerca de los ríos y humedales. Alcanza los 80-100 centímetros de altura, y desarrolla hojas lanceoladas de color verde. Sus flores son rosa, y miden más o menos un centímetro.

Se usa como alimento y como planta medicinal. Las hojas tiernas pueden consumirse por ejemplo en ensaladas, y a nivel tópico también ayudan a cerrar heridas o llagas.

Poleo (Mentha pulegium)

La menta poleo es una hierba que florece en otoño

Imagen – Wikimedia/Raffi Kojian

El poleo es una herbácea cespitosa que está presente en prácticamente toda la península ibérica, así como en las Islas Baleares. Sus tallos son cuadrangulares, de hasta medio metro de largo, y tienden a ramificar mucho. Las hojas tienen forma de lanza, son verdes y miden unos 2 centímetros de largo. Florece durante el verano y el otoño, produciendo florecillas de color púrpura que brotan en la parte superior de algunos tallos.

Tiene varios usos medicinales. De hecho, se suele usar para hacer infusiones para calmar los síntomas de resfriado, para relajarse, e incluso como carminativa.

Tártago de mar (Euphorbia paralias)

El tártago de mar es una hierba pequeña

Imagen – Wikimedia/Zeynel Cebeci

El tártago de mar es una hierba perenne autóctona de la Macaronesia y de la región mediterránea. Puede alcanzar los 70 centímetros de altura más o menos, y desarrolla tallos con hojas muy pequeñas y verdes. Las flores surgen de la parte superior de dichos tallos a lo largo del verano y del otoño.

Crece muy rápido, y soporta muy bien la sequía. Es común verlo en dunares costeros.

Tojo (Ulex cantabricus)

El tojo es un arbusto de floración otoñal

Imagen – Flickr/manuel m. v.

El tojo es un arbusto perenne y muy espinoso que crece en la Cordillera Cantábrica, al norte de la Península Ibérica. Alcanza una altura de 1 metro, y produce flores amarillas desde verano hasta otoño, y a veces también puede hacerlo en invierno si las nevadas tardan en producirse.

Se trata de una planta que, teniendo en cuenta sus características, puede que no sea la mejor opción para cultivar en un jardín que sea disfrutado por niños, pero sí que pienso que es una buena idea plantarla en macetas, o incluso en una rocalla.

Verdolaga marítima (Halimione portulacoides)

La verdolaga marítima es una hierba

Imagen – Flickr/Gabriele Kothe-Heinrich

La verdolaga marítima es un arbusto perenne originario de la costa atlántica y mediterránea. También crece en las Islas Baleares. Forma parte de la flora del litoral, tanto de las marismas como de los saladares. Puede alcanzar un metro de altura, y desarrolla tallos postrados de los que brotan hojas algo carnosas y verdes. Sus flores son amarillas, y brotan en verano y hasta mediados del otoño.

Sus hojas son aptas para consumo humano. De hecho, pueden comerse en ensaladas por ejemplo, o cocidas.

Quitameriendas (Colchicum montanum)

El Colchicum montanum es una bulbosa

Imagen – Wikimedia/Ghislain118

La planta conocida como quitameriendas es una hierba bulbosa que crece silvestre en las regiones montañosas de la Península Ibérica, en concreto del norte de la misma. Cuando brota, primero aparecen las flores, que son lilas, solitarias, y miden aproximadamente unos 4 centímetros. Después produce hojas verdes de unos 20 centímetros de largo por hasta 8 milímetros de ancho. Florece desde mediados de verano hasta mediados de otoño (entre julio y octubre en el hemisferio norte).

Si te animas a cultivarlo, debes plantar el bulbo en primavera, para que así florezca en cuanto las condiciones sean las adecuadas. Ponlo en un lugar soleado, y no te olvides de regarlo de vez en cuando.

Entonces, ¿cuál de estas flores silvestres de otoño te ha gustado más?


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