En los campos es posible encontrar flores silvestres de gran belleza, especialmente durante la primavera. En estos lugares llega a haber tantas plantas que la competencia entre ellas es enorme; por eso, se afanan por producir sus flores lo más rápidamente posible, para ser las primeras en polinizarse. Esta batalla por la supervivencia de la especie hace que la naturaleza nos guste tanto.
Y es que es asombrosa la variedad de colores, formas, tamaños y olores que se pueden sentir cuando vas a una pradera. Incluso aquellas en las que solo predomina una especie de planta, el paisaje se transforma en una alfombra monocromática muy bonita. ¿Te gustaría tener flores silvestres en tu jardín y disfrutar como un niño de su belleza? A continuación vas a ver cuáles son las más fáciles de cultivar.
Las flores silvestres que vas a encontrar aquí son originarias principalmente de Europa, y por supuesto de España. Tienen un crecimiento rápido, y son muchas las que se llevan utilizando desde hace tiempo en la cocina, y/o como hierbas medicinales.
Contenido del artículo
- 1 Amapola (Papaver rhoeas)
- 2 Anémona amarilla (Anemone ranunculoides)
- 3 Azafrán (Crocus sativus)
- 4 Diente de león (Taraxacum officinale)
- 5 Malva silvestre o común (Malva sylvestris)
- 6 Maravilla silvestre (Calendula arvensis)
- 7 Margarita (Bellis perennis)
- 8 Murrón (Lysimachia foemina, antes Anagallis foemina)
- 9 Ojo de buey (Chrysanthemum coronarium)
- 10 Tomillo (Thymus vulgaris)
Amapola (Papaver rhoeas)
La amapola es una flor silvestre de ciclo anual conocida por todos. Es originaria de Eurasia y del norte de África. Produce unas flores rojas o blanquecinas, con pétalos muy delicados que se caen con facilidad. Aunque en general no supera los 50 centímetros de altura, como tiene una capacidad de germinación alta suele encontrarse agrupada con otras de su especie.
Se puede cultivar en zonas expuestas al sol, y en tierras calizas. Además, es aconsejable saber que las semillas sirven como condimento, e incluso son utilizadas en bollería. Los pétalos son comestibles, pero contienen rhoeadina que es un alcaloide con efecto ligeramente sedante, por eso no se debe de abusar.
Anémona amarilla (Anemone ranunculoides)
La anémona amarilla es una planta perenne que crece en Europa. Es pequeña, ya que no supera los 15 centímetros de altura, pero tiene flores de unos 2 centímetros de diámetro con pétalos normalmente de color amarillo.
Es muy recomendable su cultivo en jardines soleados, por ejemplo en rocallas, donde puede quedar estupenda con otras plantas de porte bajo.
Azafrán (Crocus sativus)
El azafrán es una bulbosa nativa del sudoeste de Asia, pero lleva tanto tiempo cultivándose en Europa (además de en otros lugares) que ya se considera »muy nuestra». De hecho, se han encontrado pinturas en Creta (Grecia) que datan de los años 1700-1600 a. C. La planta es pequeña, no supera los 20 centímetros de altura, pero produce flores lilas con estigmas rojos muy llamativos.
Estos estigmas se recolectan con cuidado pues se utilizan como especia, pero también como colorantes. El bulbo se planta en otoño o en invierno para que florezca en primavera, en una zona soleada a ser posible.
Diente de león (Taraxacum officinale)
El diente de león es una hierba silvestre originaria de Europa. Habita principalmente los terrenos cultivados, como huertos o jardines, donde a menudo se considera una maleza. Desarrolla talos de hasta 40 centímetros de altura, con flores amarillas las cuales en unas pocas semanas dejan paso a sus semillas aladas que se dispersan fácilmente con el viento.
Crece en zonas expuestas al sol, y es muy adaptable. Asimismo, tienes que saber que su raíz se puede usar como sustituto del café, y que sus hojas en infusión son interesantes como depurativas, diuréticas, antirreumáticas y hepáticas.
Malva silvestre o común (Malva sylvestris)
La malva es una planta perenne originaria de Europa. Se encuentra con facilidad en distintos tipos de terrenos, estén cultivados o no. Desarrolla tallos de hasta 1 metro de altura, y florecillas rosadas agrupadas en inflorescencias.
Tanto sus hojas, flores y tallos son utilizados como hierba medicinal para tratar enemas, y en infusión por sus propiedades antitusivas.
Maravilla silvestre (Calendula arvensis)
Imagen – Wikimedia/Isidre blanc
La maravilla silvestre es una planta anual que vive en el sur de Europa, incluyendo España. Alcanza los 25 centímetros de altura, y produce flores amarillas o anaranjadas en primavera y verano. Estas son muy llamativas, y de gran valor ornamental.
No se recomienda su consumo, ya que sus flores pueden ser tóxicas. Ahora bien, su cultivo es muy sencillo, pudiéndose tener en zonas soleadas.
Margarita (Bellis perennis)
Imagen – Wikimedia/Lihtsaltmaria
La margarita es una planta silvestre perenne que habita los campos de casi todo el mundo, aunque es nativa de Europa, Norte de África y Asia Central. Esta es una planta de unos 30 centímetros de altura a la que le encanta el sol, y a la que no le importa crecer en descampados, con tierras pobres en nutrientes.
Tiene varios usos: de hecho las hojas se comen en ensaladas por ejemplo; y todas sus partes -excepto semillas- se usan por sus propiedades antitusivas, diuréticas, cicatrizantes, digestivas y purgativas.
Murrón (Lysimachia foemina, antes Anagallis foemina)
Imagen – Wikimedia/Hans Hillewaert
El murrón es una hierba anual que encontraremos en España, además de en las regiones templadas del resto de Europa. Suele formar parte de los matorrales, y crece en suelos pobres. Alcanza una altura de entre 10 y 40 centímetros, y sus flores son solitarias, de color azul con el centro rojo.
Tiene usos como planta medicinal, en concreto se utiliza para curar heridas, siempre de manera tópica.
Ojo de buey (Chrysanthemum coronarium)
Imagen – Wikimedia/Photo2222
La planta conocida como ojo de buey es una hierba anual muy común en el sur de España. Es tan adaptable, que vive en los descampados, márgenes de caminos, terrenos abandonados, etcétera. Alcanza una altura de hasta 1 metro, y desarrolla flores amarillas o blancas con el centro amarillo parecidas a las margaritas (de hecho forman parte de la misma familia, las asteráceas) aunque son más grandes.
Se puede consumir cruda sin problemas, siempre que se cojan brotes tiernos. Es una hierba que contiene calcio y vitaminas, de modo que es interesante incluirla en la dieta.
Tomillo (Thymus vulgaris)
Imagen – Flickr/Ferran Turmo Gort
El tomillo es una planta subarbustiva (lo que llamamos popularmente »mata») originaria de Europa central y meridional. Crece entre los 13 y los 40 centímetros de altura, desarrollando tallos ramificados y leñosos. Produce flores pequeñas y de color blanco-rosado durante la primavera.
Se cultiva mucho en los jardines, a pleno sol. Es una planta utilizada para condimentar distintas recetas, y que en infusión sirve para aliviar síntomas propios de enfermedades respiratorias como laringitis o similares.
¿Conoces otras flores silvestres?