¿Cuáles son las distintas formas de airear un jardín?

Césped

Las plantas, además de agua necesitan también aire para poder crecer adecuadamente. Por ello, es muy importante que de tanto en cuando nos aseguremos de que reciben todo lo que precisan, ya que de lo contrario podrían debilitarse pronto.

Pero, ¿cuáles son las distintas formas de airear un jardín? Y, ¿cuándo hay que hacerlo?

Airea tu césped

Césped de jardín

Vamos a empezar hablando del césped, que es un área del jardín por la que solemos pasar con frecuencia. A medida que pasa el tiempo, el impacto de nuestras pisadas hace que el terreno se compacte cada vez más, impidiendo así que las raíces de la hierba que lo forma puedan recibir el oxígeno que necesitan. Para solucionarlo, hay que airearlo una vez al año, en primavera, con un aireador de jardín ya sea de gasolina si es un terreno amplio o manual si es más bien pequeño.

Una vez tengamos el aireador, lo colocaremos en una esquina del césped y lo pasaremos de un lado a otro en filas ordenadas. No hay que pasar más de dos veces por la misma zona. En el caso de que nunca lo hayamos aireado o queramos asegurarnos de que conseguiremos un resultado óptimo, adquiriremos un aireador de extracción que lo que hace es extraer porciones de tierra utilizando un cilindro.

Airea tus plantas

No las pongas muy juntas

Seto de plumbago

Y por último vamos a hablar de un tema al que pocas veces se le da importancia pero que es, de verdad, muy necesario tener en cuenta: airear las plantas del jardín. A menudo vemos por ejemplo setos de coníferas las cuales están plantadas a pocos centímetros la una de la otra, y esto es un error.

Entiendo que se quiera tener privacidad cuanto antes, pero si no se deja una distancia mínima entre ejemplares acabarán muriendo varios, no sólo porque los más fuertes les »robarán» los nutrientes sino también porque el aire que circule a ambos lados no podrá renovarse y, como consecuencia de ello, los hongos no tardarán en aparecer.

Si tenemos esto en cuenta, es fundamental averiguar cuál es el tamaño adulto que tendrá nuestra planta para saber en qué zona hay que ubicarla y a qué distancia de otras plantas que crezcan más o menos a la misma altura hay que ponerla. Por ejemplo, si tenemos un árbol cuya copa ocupará 4 metros, si queremos poner otro árbol o una palmera cerca de él tendremos que cavar el agujero a unos 4,5 o 5 metros.

Pódalas de vez en cuando

En la naturaleza el aire, las fuertes lluvias, los relámpagos e incluso los animales más pesados se encargan de »podar» a las plantas. Pero en cultivo tenemos que encargarnos de esta tarea nosotros, ya que al estar un poco (o mucho 🙂 ) mimadas y al no faltarles de nada crecen y crecen con mucha fuerza produciendo ramas que, si no se controlan, pueden causarles problemas.

Por ello, a finales de invierno hay que hacer lo siguiente:

  • Cortar las ramas secas, enfermas o débiles.
  • Quitar aquellas que se entrecrucen, que le estén dando un aspecto »salvaje» a la planta.
  • Recortar aquellas que estén creciendo demasiado.

Y a lo largo del año hay que quitar -siempre que se pueda, claro está- las flores marchitas y los frutos secos.

Banco en el césped para charlar con los amigos

Con todos estos consejos seguro que tendrás un jardín estupendo. 🙂


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