En la naturaleza existen muchos árboles frutales que necesitan macho y hembra para dar fruto. Es decir, que no nos vale con tener un ejemplar en nuestro jardín para disfrutar de fruta cultivada por nosotros mismos.
No todas las especies funcionan de esta manera, pero hay muchas que sí necesitan contar específicamente con ejemplares macho y con ejemplares hembra para que pueda haber polinización de las flores.
Los frutales dioicos
Dioico es una palabra que deriva de los vocablos griegos «di» (dos) y «oikos» (casa), y que se usa para definir a las plantas que tienen órganos reproductores masculinos y femeninos en individuos separados. Dicho de una manera más sencilla, árboles que no se pueden reproducir por sí solos porque las flores masculinas y las femeninas se encuentran en diferentes ejemplares.
Lejos de ser una desventaja, la dioecia es una estrategia evolutiva que ha permitido la supervivencia de muchas especies vegetales a base de aumentar su diversidad genética y de adaptarse a diferentes ambientes.
Como son necesarios dos individuos para la reproducción, queda asegurada una mayor variabilidad en la descendencia, y esto aumenta las posibilidades de supervivencia de la especie.
La polinización en estos árboles se produce cuando el polen de las flores masculinas es transportado por el viento o por los insectos hasta las flores femeninas. Por eso, es importante que los ejemplares macho y hembra estén plantados más o menos cerca.
Para saber si estamos ante frutales que necesitan macho y hembra lo más sencillo es consultarlo en el momento de comprarlos, así como interesarse por si un determinado ejemplar es de flores masculinas o femeninas.
A simple vista puede resultar complicado diferenciarlos. Pero, por norma general, las flores masculinas son más pequeñas y tienen mayor cantidad de polen. En cambio, las flores femeninas son más grandes y no muestran tanta presencia de polen.
Frutales que necesitan macho y hembra
Aquí tienes algunos de los árboles dioicos más comunes:
Kiwi
El Actinida deliciosa es el árbol que produce el kiwi que consumimos habitualmente, por ser una fruta jugosa y rica en vitamina C.
Para poder tener kiwis es importante que ejemplares macho y hembra estén plantados cerca unos de otros, ya que la polinización suele ser realizada por abejas.
En este caso sí apreciamos bastante diferencia entre las flores macho y las hembra. Las masculinas tienen estambres prominentes, mientras que las femeninas cuentan con un pistilo grande y estigmas receptivos.
Palma datilera
La Phoenix dactylifera es una palmera originaria de las regiones desérticas de Oriente Medio que produce los dátiles.
Para que podamos disfrutar de ellos, la planta de flores masculinas y la de flores femeninas deben estar cerca una de la otra. Aunque también es posible la polinización a través de insectos, en la mayoría de los casos es el viento el que se encarga de llevar el polen de unas flores a otras, produciendo la fecundación que va a dar lugar a la aparición de los frutos.
Pistacho
El rey de los frutos secos también procede de un árbol dioico. La producción de pistachos requiere de una cuidadosa gestión de las plantaciones, ya que es muy importante asegurar una proporción adecuada de plantas macho y hembra. Por eso, los pistachos suelen tener un precio elevado en el mercado.
Por lo que respecta a la polinización, en este caso también se produce por efecto del viento.
Papaya
La Carica papaya o papaya es un árbol tropical oriundo de América Central, que produce frutos grandes y carnosos. Aunque la mayoría de las papayas son hermafroditas y pueden reproducirse por sí mismas, también hay algunas variedades que son dioicas y cuya polinización es responsabilidad de insectos como las abejas.
Espárrago
Aunque se consume como verdura, el espárrago es una planta perenne que produce flores y frutos, y que resulta que también es dioica.
Las plantas femeninas del espárrago producen unas pequeñas bayas rojas que contienen semillas. Sin embargo, estas no se pueden utilizar para la producción comercial de espárragos.
Además de estos cinco ejemplos, hay muchas otras plantas dioicas que incluso puede que tengas en casa. Un caso muy destacable es el del Ginko biloba, muy conocido por sus propiedades antioxidantes y su capacidad para mejorar la circulación.
En su caso, las flores masculinas forman amentos colgantes, mientras que las femeninas son pequeñas y pasan desapercibidas.
Otro ejemplo es el acebo, un árbol que es especialmente popular en las fiestas navideñas. De él también hacen falta ejemplares masculinos y femeninos para su reproducción. En ambos casos son flores pequeñas y poco llamativas, pero tras la polinización las flores del ejemplar femenino se transforman en las pequeñas bayas rojas que tanto identifican a esta planta.
Ventajas y desventajas de los frutales que necesitan macho y hembra
Cultivar estos árboles tiene algunos beneficios, pero también inconvenientes que hay que tener presentes.
Ventajas
- El carácter dioico de los árboles aumenta su diversidad genética y favorece su supervivencia y su resistencia frente a plagas y enfermedades.
- La dioecia favorece la adaptación de las especies a condiciones ambientales cambiantes.
- En algunos casos, los frutos producidos por plantas dioicas tienen mayor sabor y calidad que los de plantas hermafroditas, precisamente por la mayor diversidad genética, que se encarga de conservar los mejores genes.
Desventajas
- Para poder obtener frutos tenemos que plantar varios ejemplares y asegurarnos de que haya una buena proporción entre árboles de flores masculinas y de flores femeninas.
- Cuando las plantas son jóvenes y todavía no han dado flores, es muy complicado saber si se trata de un ejemplar con flores masculinas o femeninas.
- La polinización de estos frutales puede ser un poco difícil, porque depende de factores ambientales como el viento o la acción de los insectos.
- En comparación con las plantas hermafroditas, las plantas femeninas de especies dioicas producen menos frutos.
Plantar frutales que necesitan macho y hembra tiene sus cosas buenas y sus cosas malas. Lo importante es que, antes de poner un frutal en tu jardín, te asegures de si es dioico o hermafrodita, porque si es de los primeros no vas a conseguir que te dé frutos por sí solo.