Fuego bacteriano del peral

El fuego bacteriano del peral es letal

Existe una bacteria letal que afecta generalmente a los frutales de pepita, en especial al peral y al manzano, además de muchos otros vegetales tanto ornamentales como silvestres pertenecientes a la familia de las rosáceas. Estas especies de plantas se ven muy amenazadas por la enfermedad que provocada por esta bacteria, denominada fuego bacteriano.

En este artículos hablaremos sobre esta fitopatología tan nociva para muchos cultivos. Explicaremos qué es el fuego bacteriano del peral, qué bacteria lo provoca, qué cultivos se ven afectados, cuáles son sus síntomas y cómo tratarlo. Asique si crees que tus plantas pueden estar afectadas o simplemente quieres saber más sobre el tema, te recomiendo que sigas leyendo.

¿Qué es el fuego bacteriano del peral?

El fuego bacteriano del peral provoca una necrosis rápida

El fuego bacteriano del peral es una enfermedad grave que no afecta únicamente al peral, si no también a otras plantas frutales. Esta fitopatología se caracteriza por ser difícil de controlar y muy contagiosa. Por ello se considera una enfermedad potencialmente muy dañina. Además, el fuego bacteriano puede provocar la muerte en aquellas plantas cuyas variedades son más sensibles, sobre todo el peral. Debido a la gravedad de esta patología, también causa pérdidas económicas importantes por los daños directos que provoca en las cosechas.

En cuanto a la dispersión del fuego bacteriano del peral, esta se ve favorecida por un total de cuatro factores:

  • Los insectos
  • Los pájaros
  • La lluvia
  • El viento

¿Qué bacteria provoca el fuego bacteriano?

La bacteria responsable del fuego bacteriano del peral se llama Erwinia amylovora. Su actividad se ve especialmente aumentada durante las épocas más calurosas del año: Primavera y verano. Esto se debe a que durante este período, las características atmosféricas que se dan son ideales para su propagación. Estas se componen por una humedad superior al 70% y temperaturas que oscilan entre los 18ºC y los 30ºC. Según los expertos, la Erwinia amylovora requiere und humedad bastante alta y una temperatura de aproximadamente 23ºC para su desarrollo óptimo.

En cambio, durante los meses más fríos que corresponden a otoño e invierno, esta bacteria causante del fuego bacteriano detiene su actividad. Cuando hace demasiado frío, la Erwinia amylovora adopta un estado latente. Durante toda la época fría del año, esta bacteria permanece ubicada en los bordes de los chancros que se forman cuando finaliza el periodo vegetativo.

Cultivos afectados

A pesar de que el fuego bacteriano suele afectar especialmente al peral, también existen otros cultivos que pueden sufrir esta enfermedad. Estos son los vegetales que pueden padecer esta patología:

  • Plantas rosáceas ornamentales y silvestresCotoneaster, Crataegus, Pyracantha y Sorbus, entre otras.
  • Frutales de pepita: Manzano, membrillero, níspero y peral.

Síntomas y daños

Una vez que el cultivo esté afectado por el fuego bacteriano del peral, aparecerán una serie de síntomas que nos indicarán la enfermedad. Cuando una planta se ve afectada por la bacteria Erwinia amylovora, podremos ver los siguientes signos:

  • Flores: Se marchiten, se mueren, se oscurecen y/o se humedecen más de lo habitual. En algunas ocasiones puede darse un exudado de color blanco-amarillento en la base del cáliz o en el pedúnculo.
  • Hojas: Padecen una necrosis muy rápida que se inicia en el nervio principal o en el  borde. A pesar de permanecer unidas a la rama, el aspecto que adquieren es diferente, pues parecen quemadas. Puede aparecer el mismo tipo de exudado que en las flores.
  • Frutos: Pueden llegar a oscurecerse o a arrugarse. Además, su desarrollo puede verse afectado a pesar de seguir unidos a la rama.
  • Tronco y ramas: Se forman chancros húmedos que poseen estrías rojizas en el interior.

Resumiendo podemos decir que el primer síntoma en aparecer cuando una planta está afectada por el fuego bacteriano del peral es que aparece una flor o un fruto supuestamente joven con necrosis. A medida que avanza la enfermedad, esta necrosis aparece por todo el vegetal.

En cuanto a la velocidad y a la manifestación de los síntomas de esta patología, dependerán principalmente de tres factores:

  • La receptividad y sensibilidad de cada planta.
  • La cantidad de la bacteria Erwinia amylovora que esté presente en el vegetal.
  • Un clima favorable.

Tratamiento

No existen ningún tratamiento para el fuego bacteriano del peral

Una vez que hayamos detectado la presencia de la Erwinia amylovora en nuestros cultivos, hay una serie de cosas que debemos hacer para intentar erradicar esta patología. Desgraciadamente, no existe ningún tratamiento para el fuego bacteriano del peral. La única opción que nos queda es cumplir con las medidas preventivas. Estas tienen como objetivo evitar que esta enfermedad llegue a introducirse o, dado el caso, eliminar rápidamente los primeros focos con el fin de que no se llegue a desarrollar más ni contagie a más vegetales y cultivos.

Vamos a comentar a continuación cuales son las claves para realizar una estrategia preventiva óptima para combatir el fuego bacteriano del peral:

  • Jamás debemos introducir cultivos nuevos sin autorización, sea la especie o el material vegetal que sea, si proceden de países o zonas afectadas por la bacteria causante, la Erwinia amylovora.
  • Hay que realizar inspecciones de las plantaciones forma sistemática para buscar cualquier signo o síntoma provocado por el fuego bacteriano. Estas se deben realizar sobre todo después de la floración, de tormentas o de granizadas. Estas últimas pueden producir heridas en los vegetales que favorecen la introducción de la bacteria.
  • A la hora de podar las plantas, se deben extremar las precauciones. Esto incluye ir desinfectando las herramientas utilizadas, ya que estas son un foco de contagio potente de esta patología.
  • Cuando encontremos una planta afectara por el fuego bacteriano, lo mejor es arrancarla y destruirla de forma inmediata.
  • También hay que controlar la fertilización con el fin de evitar un excesivo vigor de los vegetales. Este es un factor que favorece el desarrollo rápido de esta enfermedad.

Como podemos ver, también las plantas sufren enfermedades y plagas que son letales para ellas. Puesto que no manifiestan el dolor como nosotros o como los animales, debemos estar constantemente atentos a la aparición de signos físicos y prevenir cualquier patología que pueda afectarles, como por ejemplo el fuego bacteriano del peral. Esta tarea es especialmente importante para los agricultores t los pequeños huertos.


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