Si eres un amante de las castañas, seguramente esperarás la época en que llegan a las tiendas como «agua de mayo». De hecho, son muchos los que ansían ese momento para disfrutar de ellas. Pero, ¿y si te decimos que puedes germinar castañas en casa y así tener tu propio árbol para que te dé castañas? Si nunca antes lo has pensado, ahora puede ser el momento.
Y no te creas que es difícil, es mucho más fácil de lo que parece, y en cuestión de un tiempo podrías conseguir un árbol para plantar en el jardín o tener en una maceta y que adorne tu casa. ¿Te pones manos a la obra?
Cuándo germinar castañas
A la hora de germinar castañas debes tener en cuenta que no vas a necesitas mucho para hacer, ni de herramienta ni tampoco de espacio. Al menos al principio. Durante unas semanas, o incluso meses, puede estar bien en una maceta pequeña que no ocupe mucho. Sin embargo, con las temperaturas altas (hablamos de primavera) entonces sí que necesitará que la pongas en una maceta más grande, en el jardín o en un lugar donde puedas repoblar el bosque.
Pero, ¿cuándo empezar a germinar castañas? Parece obvio, pero el mejor momento para germinar castañas es cuando haya castañas. Debido a que es algo que no está presente todo el año (o al menos no las autóctonas), tienes que esperar al otoño para hacerlo porque es cuando los castaños sueltan los frutos y puedes recogerlos en la naturaleza, o bien las que compres en el supermercado.
Las que recojas en la naturaleza debes saber que no van a tener el mismo aspecto que las que compras en el supermercado o en una frutería. Estas vienen con una carcasa de pinchos que hay que abrir para sacar el fruto (que es lo que venden en las tiendas).
En caso de que uses las de las tiendas, debes fijarte en la fecha en que fueron recogidas, ya que si ha pasado mucho tiempo desde que lo fueron es probable que no puedan salir. ¿Y cuál sería el límite? Pues debe poner que han sido recogidas el mismo año en que quieres plantarlas. Si son más antiguas, es mucho más difícil que germinen y, si lo hacen, la planta puede tener carencias o ser más pequeña y menos productiva que otras. Además, tendrás que rehidratarlas para que sea más fácil que germinen.
Cómo germinar las castañas
Ahora que sabes el momento para germinar castañas, toca saber cuál es el proceso que debes aplicar para tener éxito. Ya te decimos que es muy fácil, pero va a requerir un poco de suerte a la hora de elegir los frutos y también de paciencia, porque no vas a obtener un árbol de la noche a la mañana, tampoco en una semana.
Lo primero que necesitas es seleccionar los frutos que vas a coger. Nosotros te recomendamos que escojas 2-3 castañas ya que multiplicas el éxito para que alguna de ellas germine. Ya sea que las recojas del bosque o que uses las compradas, debes rehidratarlas. Esto es tan sencillo como poner un vaso con agua y echar en él las castañas.
Si ves que alguna de ellas flota, entonces retírala porque querrá decir que no va a germinar. Todas las castañas, para que tengan mayor probabilidad de germinar, deben hundirse en el agua.
Ahora, tendrás que esperar toda la noche a que las castañas se hidraten dejándolas en el agua.
Una vez que pasa ese tiempo, saca las castañas y, con un cuchillo, hay que cortar la punta de la castaña, pero hay que tener mucho cuidado porque es en esa punta donde está el futuro brote de la misma, si lo cortamos o dañamos con el cuchillo, podemos tener más problemas para germinar castañas. El objetivo es que esa parte se abra un poco para ayudarla a que salga más rápido. Por eso, solo debes cortarle el rabito y, si puedes, abrir un poco la cáscara alrededor pero nada más.
Ya tienes tu castaña preparada para plantar. Pero necesita un lugar donde hacerlo. Te recomendamos que te hagas con una maceta, a poder ser, más alta que ancha, ya que así aseguras que va a tener espacio para desarrollar las raíces. Tienes que mezclar sustrato y hummus de lombriz, es lo mejor para las castañas y ayudará a su germinación. Otra opción, si no quieres comprar una maceta profunda, es reciclar una botella de agua o de refresco de litro y medio o dos libros, cortando el cuello de la botella y haciéndole unos agujeros por abajo. Así incluso te irás dando cuenta de cómo crecen las raíces.
Asegúrate de que la tierra está bien húmeda, ya que a la hora de germinar castañas necesita ese ambiente. Así que riega con abundancia al principio (sin aún estar la castaña dentro de la tierra).
Cómo meter la castaña en la maceta
Toca plantar castañas. Si has puesto en agua varias y todas ellas están listas para plantar, te recomendamos que pongas a cada una en una maceta diferente ya que, si germinan, compartir una misma maceta puede hacer que les falte espacio.
Las castañas, si te fijas, y tocas, tienen un lado liso y otro abultado, ¿verdad que sí? Pues has de colocarlas en la tierra de tal manera que el lado liso sea el que pegue con la tierra. De hecho, tienes que enterrar solo la mitad de la castaña. Lo que intentamos es simular el hábitat natural de una castaña, es decir, lo que pasaría con una castaña si esta cayera en el bosque.
De ahí el enterrarla solo a la mitad, el cubrirla con una servilleta (porque necesita oscuridad, simulando las hojas que caen encima de ella) y mojando esa servilleta (porque es una época de lluvias y debe llover). Así, creas una especie de «invernadero» húmedo que ayudará a germinar castañas.
A los 20-30 días, si has mantenido la humedad de la maceta (regando cada vez que ves que la servilleta empieza a endurecerse y secarse), lo más seguro es que, al destaparla, te encuentres con que la castaña empieza a tener un brotecito. Esa es la raíz de la castaña, pero no será demasiado grande, más bien pequeña. Pero irá por buen camino.
Tienes que seguir dejándola tapada y humedeciendo el papel cada vez que se vea seco (puedes cambiarlo incluso.
Al mes y medio o dos meses deberás volver a destapar para encontrarte, si todo ha ido bien, con las primeras hojas naciendo de la castaña y una raíz que ya es más grande y que puede haber movido la castaña porque se introduce hacia dentro, tirando del fruto.
En ese momento el papel puedes quitarlo, pero tienes que seguir manteniendo en la tierra una buena humedad. El tallo irá saliendo poco a poco, elevándose sobre la maceta.
Con dos meses, ya tendrás un tronco largo y hojas. Tienes que mantenerle una buena humedad y temperatura, con lo que puede ser interesante tenerla en el interior, al menos hasta primavera, que es cuando puedes trasplantarlo en una maceta más grande, en el jardín o en el bosque, donde tú quieras.
¿Te animas a germinar castañas?