¿Cómo se poda la glicinia?

La glicinia es un arbusto que se poda a finales del invierno

Imagen – Wikimedia/Michal Klajban

La glicinia es una de las trepadoras de hoja caduca más vigorosas que existen. Pero eso no significa que no pueda podarse; de hecho, se recupera bastante bien de la poda, por lo que es posible tenerla como arbolito o arbusto como ves en la imagen.

Como además tiene las ramas largas y las hojas bastante grandes, es muy interesante tenerla en celosías grandes, o sobre algún techo. Ahora bien, ¿cómo tiene que ser la poda de la glicinia?

¿Cuál es la mejor época para podar a la glicinia?

La poda de la glicinia se hace a finales del invierno

Imagen – Flickr/Mike DelGaudio

Por supuesto, antes de ponernos a podar, tenemos que saber si ese es el mejor momento. Y, bueno, de la glicinia o wisteria tenemos que decir que es una planta de hoja caduca, que pierde la hoja en otoño-invierno, y que vuelve a brotar en primavera. Pero también florece siendo relativamente joven, durante la primavera.

Es por este motivo por el que solo recomendamos podarla a finales del invierno si es un ejemplar joven, es decir, si mide un metro de altura o menos. En el caso de que sea más grande, entonces aconsejamos esperar a que termine de florecer, puesto que de lo contrario produciría menos flores de las que suele producir normalmente.

¿Cuándo NO hay que podarla?

Hay determinadas situaciones en las que la poda tiene que esperar. Y es que, por muchas ganas que se tengan, tenemos que tener en cuenta que la poda no es la solución de todo; es más, me atrevería a decir que solo lo es de unas pocas cosas. Por ejemplo, se realizará este trabajo si tenemos un árbol frutal y queremos que desarrolle ramas más bajas para que nos sea más sencillo coger sus frutos, o si tenemos una planta muy enferma y vamos a quitarle las ramas que están muertas.

Pero, ¿qué pasa con la glicinia? Bueno, pues que no se le debe quitar nada en estos casos:

  • si está floreciendo,
  • en plena temporada de crecimiento (es decir, en primavera y verano),
  • si estamos en invierno y todavía hay heladas,
  • si sospechamos que está mal, pero solo tiene las hojas afectadas.

¿Qué herramientas de poda se necesitan?

No muchas en realidad. Solo unas tijeras de yunque (como estas) para recortar o eliminar las ramas que empiezan a lignificar pero son muy delgadas (de menos de 0,5 centímetros de grosor), una pequeña sierra de mano (en venta aquí) para las ramas más gruesas, y unas tijeras convencionales si tenemos que recortar algunas que estén verdes.

Pero eso sí, tenemos que limpiarlas bien, a consciencia, antes y después de haberlos utilizado. Los microorganismos, como hongos, bacterias o virus, al no verse a simple vista pueden dar la sensación de que no están ahí, pero no hay que correr riesgos. Si limpiamos las herramientas con un jabón lavavajillas, evitaremos que la glicinia enferme.

¿Cómo podar la glicinia?

La glicinia es una planta que resiste muy bien la poda, por lo tanto lo que recomendamos hacer antes de nada es ver si queremos utilizarla como trepadora o como arbusto. Y es que, claro, no le quitaremos lo mismo en un caso que en otro.

Poda de la glicinia como planta trepadora

Si nos interesa tenerla como trepadora, lo que haremos será lo siguiente:

  • Quitar las ramas que estén secas.
  • Recortar un poco las demás con el fin de que ramifiquen. El corte se tiene que hacer por encima de una yema, que es por donde brotan las hojas.
  • Ponerle un tutor o guía. La glicinia no tiene zarcillos, así que necesitará ayuda para empezar a cubrir una zona. Además, tendremos que atarla con bridas para sujetarla.

Poda de la glicinia como arbusto o árbol pequeño

En el caso de que prefiramos tenerla como un arbusto o arbolito, procederemos a hacer lo siguiente:

  • Como es una planta leñosa, que con el tiempo desarrolla un tronco más o menos ancho, lo que haremos será podar su copa. Hay que mantener las ramas con una longitud adecuada teniendo en cuenta la altura de dicho tronco; es decir, si por ejemplo este mide unos 30 centímetros, las ramas no deberían medir más de 35 centímetros de largo.
  • Por consiguiente, habrá que recortar las ramas; y si vemos que están creciendo demasiado podarlas cuando llegue la época de hacerlo.
  • Si eliminamos ramas gruesas, que midan más de 1 centímetro, le pondremos pasta cicatrizante como esta para sellar la herida.

Una vez que hemos conseguido que tenga la forma que queremos, lo único que nos quedará por hacer es mantener las ramas con la longitud que nos interesa, recortándolas.

La poda de la glicinia no es excesivamente complicada. De hecho, al ser una planta resistente, es bastante sencilla. Si tienes en cuenta lo que hemos comentado en este artículo, de buen seguro que no te será difícil tenerla con el aspecto que quieres.

Recuerda utilizar las herramientas adecuadas y en el momento idóneo. Así evitarás que surjan problemas.


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