Si vives en un lugar muy ventoso o tienes un jardín de grandes dimensiones puedes pensar en cultivar Gramíneas. Se trata de una familia de plantas ideal en estos casos, pues cubren grandes superficies y así ofrecen un gran marco al jardín, diferenciando espacios y zonas.
Esta familia es una de las más importantes dentro del mundo de las plantas y en ella se agrupan una variedad de especies que, en total, cubren cerca del 20% de la superficie vegetal del planeta.
Cómo son las gramíneas
Las gramíneas son plantas que comparten la presencia de largas cañas o tallos cilíndricos o elípticos desde los que nacen las hojas. Sus flores son pequeñas espigas y están compuestas por una o varias flores y son muy llamativas, razón por la cual son utilizadas como elemento ornamental.
Las gramíneas están presentes en todas partes del mundo y en diferentes regiones climáticas. Su gran adaptación hace que sean plantas que crecen muy rápido y se extienden cubriendo grandes extensiones, razón por la cual hay que controlarlas en caso de tenerlas en casa. Incluso pueden ser plantas invasoras que necesitan de una poda regular para así reflejar lo mejor de ellas.
Hablábamos de la gran variedad de especies dentro de la familia; es sorprendente el abanico: desde plantas tapizantes al arroz, la avena o el trigo. Para más información sobre estas plantas, te recomendamos visitar el artículo sobre qué plantas son gramíneas.
Por otra parte, hay especies gramíneas, como las hierbas tapizantes, que son más complicadas de cultivar, necesitan suelos pobres y crecen mejor en masa o mezcladas con otras perennes. Suelen mostrar su mejor aspecto en otoño.
Gramíneas en el jardín
Hay muchas ideas a la hora de incorporar las gramíneas en el hogar. Dependiendo de la especie, puedes usarlas como césped o bien crear una cubierta para una zona particular, tupida y noble. En estos casos, puedes usar especies cespitosas: Festuca rubra, Agrostis tenuis o Poa pratensis. Para saber más sobre el cultivo de estas especies, te sugerimos consultar el artículo sobre gramíneas ornamentales.
También son muy usadas por los paisajistas para los bordes de los caminos o bien para decorar macizos. En este caso, se eligen las especies con espigas más llamativas o bien se pueden combinar aquéllas que presentan diferentes estilos de espigas. Son muy usadas la Festuca azul o la Hierba roja del Japón.
Las especies de mayor tamaño, como el Bambú o el Cañizo común, son ideales para crear pantallas, aunque también puedes aprovechar la magia de las gramíneas para la decoración interior, eligiendo las atractivas flores de algunas especies para así recolectarlas y ponerlas en un jarrón, teniendo en cuenta que puedes secarlas y así conservarlas durante mucho tiempo. Los Plumeros y el Rabo de gato están entre las más elegidas.