Seguro que, cuando has ido alguna vez a comprar tierra para plantas, o bien la has mirado por Internet, te has encontrado con tanta variedad que no has sabido bien cuál es la más adecuada para la planta. A veces una suele ser más adecuada que otras para un tipo de plantas. Una de las más conocidas es la grava volcánica. Pero, ¿qué sabes de ella?
A continuación te hablamos de todo lo que deberías conocer sobre esta tierra para que puedas utilizarla lo mejor posible. ¿Empezamos?
Qué es la grava volcánica
La grava volcánica también te la puedes encontrar en las tiendas como piedra volcánica. Y, como su nombre indica, su origen está en las proyecciones volcánicas. Dicho de otro modo, hablamos de los piroclastos. Otros nombres, quizá menos conocidos, pero al mismo tiempo comunes para este sustrato para plantas es el de grava puzolana o el de silicato volcánico.
Es decir, que la grava volcánica procede de los propios volcanes, de lo que sueltan. De ahí que sea muy apreciada, no por el origen especial que tiene, sino también por las características. Para que tengas un poco más de información, se trata de roca ígnea que se ha solidificado y enfriado una vez ha salido del volcán (del magma). Por ello, su pH suele estar entre el 7 y 8.
Además, debes saber que este sustrato no tiene solo un color. En realidad puede tener diferentes colores y también tonalidades, lo que lo hace aún más especial para la decoración. Las más habituales suele ser rojo, negro, marrón, morado o gris. Sin embargo, esto mismo es algo que puede hacer que su precio sea mayor o menor.
Características de la grava volcánica
¿Quieres saber más sobre este sustrato? Pues te vamos a dejar varios datos que pueden ser interesantes para ti. Presta atención.
A pesar de que sea roca, en realidad pesa muy poco. Y es así debido a que es muy porosa. ¿Qué quiere decir esto? Pues que tiene muchos poros o agujeros en la roca de tal forma que el agua puede penetrar por ella. Eso hace que, a la hora de comprar esta tierra, te des cuenta que los sacos no pesan apenas nada, y es por eso mismo. Pero ojo, que no quiere decir que no sea buena. En realidad, aunque el agua puede pasar a través de la roca, en realidad se evapora antes de dañar las raíces de la planta y retiene muy poca agua.
Esto que te acabamos de contar hace que sea aislante. Ten en cuenta que absorbe poca agua (dejando que el resto se evapore o se filtre). Y eso implica que aísla las raíces de posibles pudriciones o problemas relacionados con el riego. Aun así, no quiere decir que no mantenga la humedad; todo lo contrario. Si se usa bien el equilibrio entre el agua y la grava volcánica, podrás tener un sustrato de eficacia máxima.
Por último, otro dato que te podemos contar es el hecho de que puede ayudarte a proteger el suelo. Cuando hay cambios bruscos de temperatura, las plantas puede deteriorarse. Por eso, para evitar este problema, la grava volcánica puede servir de protección para mantener una temperatura constante y adecuada para las plantas.
Cómo se utiliza la grava volcánica
Lo primero que debes saber sobre la grava volcánica es que esta en sí mismo no es un sustrato que proporcione nutrientes a las plantas. En realidad, es más bien utilizada como una capa de drenaje para que la tierra sea más ligera y no se apelmace. Si bien en algunos casos se puede usar en mayor proporción (por ejemplo en el caso de los bonsáis), lo cierto es que estos también necesitan de otra tierra para estar bien nutridos.
Además, a la hora de utilizar esta tierra, debes saber que no puedes echarla del saco que hayas comprado a la tierra directamente. Cuando se compra esos sacos llevan la grava sin lavar, y al echarla sin más hace que se deposite en el fondo de las macetas el polvo que van soltando. Y este no se va fácilmente. Además de poder causar problemas en la planta.
Por eso, se recomienda que, antes de utilizarla, la laves bastante bien para eliminarlo y que así no dañe la planta o pueda perjudicar el pH de la tierra.
Aparte de estos datos que te hemos contado, también debes saber que la grava volcánica se puede utilizar de dos maneras diferentes:
- Por un lado, mezclada con el sustrato. Es lo habitual ya que se utiliza de drenaje para que la tierra no se compacte.
- Por otro lado, sola. Es decir, aplicar una capa única de roca volcánica. En este caso podrías aplicarla al fondo de la maceta, para que las raíces no se encharquen en caso de que haya agua bajo ella; o en la superficie de la maceta, para proteger las raíces y que la luz no llegue a la tierra (así hará que no haya malas hierbas, se previene el ataque de plagas como los caracoles o las babosas) así cómo de retención de la humedad y protección de la temperatura.
Usos de la roca volcánica
Ahora que tienes una mejor idea de qué es la grava volcánica, quizá sepas bien dónde usarla y cómo pero, ¿y si te hablamos de los distintos usos que puedes darle? En realidad, no solo sirve como drenaje o para ponerla en el fondo o en la superficie de las macetas (o del jardín), sino que tiene más usos como son:
- En caminos. Se usan para construir caminos o senderos ya que es una piedra que decorativamente se ve bonita y también es útil.
- En rotondas. Sobre todo para decoración; no cumplen otro tipo de función.
- Para cactarios. Es decir, para crear un ambiente decorativo que se relacione con el desierto. También para evitar que las malas hierbas acampen en la tierra y molesten a las plantas.
- En terrarios y acuarios. Si tienes animales, esta roca puede ser utilizada para decorar o para proporcionarle un ambiente más natural.
Como ves, la grava volcánica puede ser bastante útil cuando tienes plantas, pero también a nivel decorativo. ¿Sabes algún dato más de esta?