Siempre lo dicho y siempre lo diré: las Grevillea son plantas que producen unas flores que, de lo curiosas que son, son maravillas, con un altísimo valor ornamental.
Pero si a eso le añadimos que hay especies, como la Grevillea juniperina, que no crece más que unos tres metros de altura y que incluso se puede tener más baja, solo queda descubrir en qué climas se adapta y cuáles son sus cuidados.
Origen y características
Esta maravilla de planta es un arbusto perennifolio endémico del este de Nueva Gales del Sur y del sudeste de Queensland en Australia. Crece hasta alcanzar una altura de entre los 0,2 y los 3 metros, con porte que suele ser compacto y redondeado, pero puede tomar forma de arbolito. Las hojas son lanceoladas, algo coriáceas, de entre los 0,5 y los 3,5cm de largo.
Florece desde mediados de invierno hasta verano, produciendo flores parecidas a arañas o erizos de mar de colores variados: rojo, rosa, amarillo, naranja o verdoso.
¿Cuáles son sus cuidados?
¿Te gustaría saber cómo se cuida? Aquí tienes la mini-guía que te dirá cómo tenerla muy sana:
- Ubicación: ha de estar en el exterior, a pleno sol.
- Tierra:
- Maceta: sustrato de cultivo universal mezclado con un 20% de arlita o pómice.
- Jardín: crece en todo tipo de suelos siempre que tengan buen drenaje.
- Riego: unas 2-3 veces por semana en verano, y cada 5-7 días el resto del año.
- Abonado: en primavera y verano es recomendable abonarlo con guano (líquido), que es un abono orgánico de muy rápida eficacia. Puedes conseguirlo aquí.
- Multiplicación: por semillas en primavera. Siémbralas primero en semillero (maceta, bandeja, etc.) y pásalas a macetas individuales cuando se les salgan las raíces por los agujeros de drenaje.
- Poda: a finales de invierno.
- Rusticidad: resiste bien el frío y las heladas de hasta los -4ºC.
¿Qué te ha parecido la Grevillea juniperina?