Podar plantas de exterior es una labor que todos los jardineros aficionados tenemos que llevar a cabo en algún momento. Es cierto que hay especies que apenas necesitan este mantenimiento, pero la inmensa mayoría de las plantas sí requieren de un saneamiento periódico.
Aquí tienes una guía completa con todo lo que necesitas saber para afrontar con éxito la poda de plantas de exterior. ¡Toma nota!
¿Qué es la poda?
Podar es una acción que consiste en eliminar de forma selectiva ciertas partes de una planta. Por ejemplo, las ramas secas o los brotes nuevos, siguiendo un propósito específico.
Se suele pensar que la poda solo se lleva a cabo por razones estéticas, pero esto es un error. En realidad, esta actividad es muy importante para la salud y el desarrollo de nuestras plantas.
Gracias a ella podemos controlar el tamaño de cada planta, darle la forma deseada, estimular su floración, conseguir una fructificación más abundante, prevenir enfermedades y plagas y hasta facilitar la ventilación y la entrada de luz en el interior de la copa vegetal.
Herramientas para podar plantas de exterior
Para afrontar esta tarea, lo primero que tienes que hacer es asegurarte de que cuentas con las herramientas adecuadas. Evidentemente, esto depende de con qué especie vas a tratar, ya que no es lo mismo podar un roble que un árbol frutal o una mata de lavanda. Sin embargo, hay una serie de instrumentos básicos que no te pueden faltar.
- Tijeras pequeñas. Son perfectas para cortar ramas pequeñas y tallos blandos. Es importante que sus cuchillas estén bien afiladas y que el mecanismo de palanca funcione correctamente.
- Serrucho de podar. Para hacer cortes limpios que no desgarren la madera. Se usa en ramas más gruesas que no es posible eliminar con las tijeras.
- Cortasetos. Si tienes arbustos en casa, esta herramienta es fundamental para poder darles una apariencia simétrica y crear bonitos setos.
- Podadora. Para llegar a las zonas más altas de los árboles, las podadoras en altura son la mejor solución.
A fin de podar las plantas de exterior de la forma correcta, es importante que elijas bien la herramienta. Además, asegúrate de que las hojas están limpias, desinfectadas y bien afiladas antes de empezar a trabajar con ellas.
¿Cuándo se lleva a cabo la poda?
Podar en el momento indicado ayuda a minimizar el estrés que sufre la planta y hace que su recuperación sea más rápida.
Aunque hay excepciones, la regla general es que la poda se lleva a cabo durante el invierno, que es cuando la mayor parte de los árboles y las plantas están en fase de latencia. Esto quiere decir que en ese momento no están creciendo.
Durante la primavera se pueden llevar a cabo algunas podas más ligeras necesarias para el mantenimiento de la planta. Por ejemplo, para retirar las flores marchitas o las ramas que puedan estar enfermas o secas.
Si tienes plantas de crecimiento rápido y excesivo, es posible que tengas que podar también durante el verano para evitar que pierdan su forma o que invadan el espacio de otras plantas. No obstante, esta poda debe ser bastante conservadora, porque si cortas demasiado acabarás debilitando la planta y esto podría conducirla a la muerte.
Durante el otoño es mejor no tocar las plantas de exterior. Es entonces cuando se están preparando para el reposo invernal, y recibir un corte en este momento puede interferir con su ciclo natural. Además, en otoño hay más humedad ambiental y esto favorece el desarrollo de hongos en las heridas provocadas por las herramientas de corte.
Tipos de podas
De lo que hemos visto hasta el momento seguro que ya has deducido que hay diferentes tipos de poda y que cada una persigue una finalidad distinta.
Poda de formación
Se lleva a cabo durante los primeros años de vida de la planta, para guiar su crecimiento y darle la estructura deseada. Es fundamental para que árboles y arbustos desarrollen una base fuerte y equilibrada.
Poda de mantenimiento
Se practica de forma regular para conservar la forma y la salud de la planta. Lo que hacemos es eliminar ramas secas, enfermas, cruzadas o mal orientadas. Así tanto el aire como la luz pueden llegar mejor a todo el follaje.
Además de mejorar la salud de la planta, este tipo de poda también ayuda a mantener su estética.
Poda de rejuvenecimiento
En plantas que viven muchos años, como la hiedra, hacer una poda de rejuvenecimiento siempre es una buena opción.
Se trata de hacer un corte drástico para estimular la aparición de nuevos brotes desde la base o desde ramas secundarias.
Poda de floración / fructificación
Busca aumentar la producción de flores o de frutos y, para ello, se eliminan de forma selectiva ramas que ya han producido o que están deterioradas. Esto facilita que la planta pueda dedicar más energía a generar flores o frutos.
Poda de aclareo
Se centra en eliminar ramas internas para aligerar la copa y favorecer la ventilación. Se lleva a cabo en plantas y árboles que son muy frondosos.
Técnicas para podar plantas de exterior
Es importante aplicar la técnica adecuada para no causar daños innecesarios a las plantas y maximizar los beneficios de cada corte.
Ten en cuenta estas reglas básicas:
- Haz los cortes en ángulo de 45 grados, justo por encima de una yema orientada hacia el exterior. Así el nuevo brote crece en la dirección correcta.
- No desgarres las ramas, porque esto crea una herida irregular que compromete la salud de la planta. Es mejor hacer varios cortes pequeños en lugar de uno muy grande o brusco.
- No elimines más del 30% de la masa foliar en una sola sesión, para que la planta no quede demasiado debilitada.
- En heridas grandes aplica un poco de pasta cicatrizante o selladora para reducir el riesgo de infecciones.
- Limpia y desinfecta las herramientas tanto antes como después de cada uso.
Podar plantas de exterior no es una tarea complicada, pero sí requiere algo de tiempo y dedicación por tu parte. Si lo haces bien, te sorprenderás de los resultados cuando veas crecer tu planta todavía más bonita y sana.