Haz y envés

Las hojas tienen dos partes bien diferenciadas, el haz y el envés

Las hojas tienen dos partes bien diferenciadas: el haz y el envés. Aunque nosotros las llamamos así, realmente son las que forman el follaje de las plantas. No puede haber envés sin haz, ni viceversa. Cuando una parte sufre daños, en la otra será posible ver algún síntoma también.

Por este motivo, a mí me gusta decir que las hojas son el espejo de las plantas, ya que cuando tienen problemas es en el haz y en el envés donde se manifiestan, casi siempre, los primeros síntomas. Ahora bien, ¿cuáles son sus características?

¿Qué es el haz?

El haz es la cara superior del limbo de una hoja, la parte que está más expuesta a la luz. Por ello, tiene una cutícula más gruesa, ya que de esta manera puede protegerse mejor. Además, posee una menor cantidad de tricomas, que son como pelillos que se encuentran en la epidermis y que desempeñan múltiples funciones, como la de absorber el agua o la de regular la temperatura de la planta.

Por lo general, el haz es de un color más oscuro que el del envés, precisamente porque su exposición a la luz es más directa que la que tiene este último.

¿Cuál es el envés de la hoja?

El envés de las hojas está protegido del sol

El envés es la cara inferior de la hoja. Presenta una cutícula algo más delgada, y un número mayor tanto de estomas como de tricomas. Además, su color es más oscuro por lo general. A veces estos tricomas, o pelillos, son de color blanquecino, como es el caso de las del Populus alba.

Algunas plantas tienen el envés de un color muy diferente al verde. Por ejemplo, muchas begonias lo tienen de color púrpura. ¿Por qué? Esta es una medida de adaptación. Las begonias, muchas de ellas, viven en bosques y selvas tropicales, bajo la sombra de árboles y palmeras. En estas condiciones de poca luz los pocos rayos solares que se filtran y llegan hasta el envés se aprovechan al máximo.

¿Dónde hay más estomas: en el haz o en el envés?

Los estomas son los poros de las hojas, y se encuentran principalmente en el envés. A través de ellos se realiza el intercambio de gases: durante la fotosíntesis, absorben oxígeno (O2) y expulsan dióxido de carbono (CO2); durante la transpiración expulsan vapor de agua; y con la respiración absorben O2 y expulsan CO2.

Para evitar la pérdida excesiva de agua, durante el verano se mantienen cerrados durante las hojas más calurosas del día. De esta manera, pueden realizar sus funciones más adelante, cuando las condiciones sean mejores.

Como ves, el haz y el envés son dos partes muy importantes para las plantas.


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