El Helichrysum italicum es una planta perenne que pertenece a la familia de las Asteráceas conocido comúnmente como curry. Es una especie espontánea típica del mediterráneo. Es una planta conocida y utilizada desde la antigüedad, gracias a sus múltiples propiedades medicinales. Sus flores, con su característico color amarillo dorado, han sido siempre un símbolo de la eternidad y está relacionada directamente al culto al sol.
Una particularidad bastante curiosa de sus flores, es que una vez recolectadas se conservan en buen estado durante largo tiempo, lo que en ocasiones da la sensación que jamás se secaran. En la actualidad además de sus usos medicinales, es un ingrediente importante en la preparación de diversos platos.
Origen y hábitat
Es una planta muy propagada a lo largo del sur de Europa, su presencia es muy común en Italia. Crece en las zonas costeras del mediterráneo, en espacios rocosos y suelos poco desarrollados, hasta los 800 metros sobre el nivel del mar. No obstante y en el archipiélago toscano, la garriga de esta planta es común verla a los 400 metros de altitud aproximadamente.
Características del Helichrysum italicum
El Helichrysum italicum es una planta herbácea perenne de tallo leñoso torcido, es una especie de poca talla que puede medir de 30 a 50 centímetros de altura. Sus ramas también son arqueadas y ascendentes y se encuentran envueltas en pelos lisos que se desprenden al contacto.
De hojas densas, lineales, lanceoladas, alargadas y finas, de tono verde grisáceo con reflejos plateados y desprenden una atractiva fragancia. Sus flores son en sus mayorías tubulares, amarillas suaves, agrupadas en cabezas cónicas, con un número de flores que va de 12 a 23 por cabeza en las que predominan los masculinos.
Las cabezas se hayan unidas en densos corimbos de 25 a 35 inflorescencias. Las brácteas son amarillas y se tornan a marrones. La floración ocurre en verano. Sus frutos son brillantes, cilíndricos y de color blanco, muestran una forma ovalada y alargada con una superficie corrugada por la presencia de tubérculos pequeños. En su parte superior se inserta un conjunto de pelos simples.
Cultivo
El Helichrysum italicum es propio de lugares con exposición solar directa. Si está en un sitio de clima duro, es necesario que elabores un manto con hojas, restos de corteza u otros elementos orgánicos. Esta especie crece mejor en un clima templado como el existente en el mediterráneo. Con relación a la fertilización de la planta, requiere de una mezcla aproximada de 15 gramos de fertilizante diluido en un decalitro de agua.
Debes regar de manera moderada para evitar que el agua se estanque, lo que puede resultar perjudicial para la planta. Si esta plantada directamente en el suelo, solo debes aplicar riego a los ejemplares jóvenes o también a aquellas que han tenido que soportar largas sequías para mantener la humedad necesaria. En cuanto a la poda, esta no es imprescindible, es suficiente si eliminas las inflorescencias que se encuentren incoloras, deterioradas o secas, para permitir un desarrollo prospero de toda la planta.
Con relación a las distancias que deben existir entre las plantas, varía de acuerdo al destino del producto: para el aprovechamiento de sus flores, los setos son 70 centímetros entre filas, guardando una distancia de 30 centímetros en la fila, procurando una densidad de más o menos 5 ejemplares por metro cuadrado. Ahora para la producción de aceites, la densidad aumenta con distancias de 50 centímetros entre las filas y 20 en la fila, con una densidad de 10 ejemplares por metro cuadrado.
Si el objeto del cultivo de la planta son sus inflorescencias, entonces debes recolectar de forma manual las ramas que tienen las cabezas de las flores, este procedimiento debes realizarlo a comienzos de la floración y luego procedes a secar las flores en un ambiente propicio debidamente protegido de los rayos solares, seco y con buena circulación de aire. Ahora, si la intención es aprovechar el aceite, debes recolectar toda la planta, con excepción de sus raíces. Esto debes hacerlo siempre que ocurra la floración.
El Helichrysum italicum se propaga por semilla y por esquejes, este último procedimiento se utiliza especialmente porque el cultivo directo es característico por la fuerte heterogeneidad de las plántulas, ya que estas pueden germinar en tiempos distintos. Los esquejes se enraízan a finales de la temporada de verano en un sustrato, fundamentalmente con un pH subalcalino con un buen drenaje, preparado con arena, turba y tierra. De esa forma y al iniciar la primavera, las plantas estarán listas para ser manipuladas y trasplantadas directamente en el campo.
Usos
Las hojas frescas de la planta desprenden una fragancia atractiva que se puede obtener frotando las mismas entre los dedos. No obstante y en la gastronomía, sus hojas secas se usan por su gusto amargo. Durante la primavera, sus ramas y flores se agrupan y se ponen a secar. Una vez obtenido el secado deseado, se conservan en frascos de vidrio para ser utilizados como condimento para cereales, verduras, huevos y carnes.
Quienes lo utilizan para preparar el pollo, introducen una ramita de Helichrysum debajo de la piel del ave al horno, lo que hará que la carne absorba el gusto y se condimente de manera delicada. También puedes agregar sus hojas picadas en las tortillas y otros platos, lo que hará de ellos unas exquisiteces agradables al paladar de los comensales. Es una planta muy utilizada en la fitoterapia, gracias a sus propiedades medicinales. Entre otras, es antialérgica, antiinflamatoria, antibacteriana y expectorante.
Por su efecto descongestionante y protector, es utilizado como un ingrediente importante en la elaboración de fármacos para aliviar la piel irritada, aquejada de procesos inflamatorios, quemaduras solares y enfermedades como el herpes, la psoriasis y el eczema.
Sus hojas se usan como astringente, sedante y para el tratamiento de los edemas. Actúa reduciendo el dolor y los procesos inflamatorios ocasionados por la dilatación de las arterias, por lo que también es usado en los casos de hemorroides, artritis y otras condiciones reumáticas.
Enfermedades y plagas
Durante el cultivo debes prestar atención a la protección de la planta de los ataques de diversos tipos de plagas o la aparición de posibles enfermedades perjudiciales para el crecimiento y vida de la planta. Uno de los factores a los que debes prestar mayor atención es al riego y las condiciones del suelo. Si no mantienes bajo control el riego y la humedad del suelo, las raíces de la planta podrían podrirse dañándola y ocasionando hasta su muerte.
Con relación a los insectos, debes cuidar la planta del ataque de los pulgones y hongos como el Verticillium. Los pulgones se alimentan de la savia del follaje y su infestación produce la desecación de la planta. Para su eliminación, debes usar productos específicos para este tipo de parásito. Mientras que el Verticillium que es un hongo del tipo ascomiceto ataca el interior del Helichrysum, este parásito produce la desecación de toda la planta.