Cuando a una planta le pasa algo, casi siempre son las hojas las que manifiestan los primeros síntomas. Al estar más expuestas, son muy vulnerables a las plagas y a las enfermedades, pero también al exceso o a la falta de agua y de nutrientes. Estas son complejas, ya que una de sus principales funciones es la de realizar la fotosíntesis, esto es, de transformar la energía del sol en alimento, por lo que cuando se dañan o su salud se debilita, toda la planta lo pasa mal.
Pero si hay un síntoma que llama la atención es ver las hojas en forma de garra hacia abajo. Puede que incluso al tocarlas nos parezcan papel, o que nos fijemos en que hay insectos en sus nervios que las están dañando.
¿Por qué mi planta tiene las hojas en forma de garra hacia abajo?
Como son varias las posibles causas, vamos a hablar de cada una de ellas por separado para que te puedas hacer una idea más clara de lo que le puede estar sucediendo a tu planta:
Exceso de abono o fertilizante
Antes de nada, hay que diferenciar el abono del fertilizante: el primero tiene un origen orgánico y por lo tanto natural; mientras que el segundo es químico. A menudo se dice que el fertilizante es el abono químico, pero esto no es correcto pues los abonos son, como digo, naturales y ecológicos (de ahí que todos los abonos estén autorizados para la agricultura ecológica, pero no haya ningún fertilizante que lo esté).
Volviendo ahora sí al tema que nos ocupa, veremos que una planta tiene las hojas en forma de garra hacia abajo si la hemos abonado o fertilizado con un abono o fertilizante rico en cualquiera de estos nutrientes: nitrógeno, fósforo y/o potasio.
Especialmente común es ver este síntomas en plantas que se fertilizan con fertilizantes nitrogenados, ya que los humanos solemos querer que crezcan lo más rápido posible, y como el nitrógeno es el nutriente que más utilizan precisamente para crecer, no solemos dudar ni un momento en aplicarles fertilizantes nitrogenados sin pensar en las consecuencias.
Tanto el fósforo como el potasio lo aprovechan para la floración sobre todo, de modo que un exceso de fertilizantes ricos en cualquiera de estos dos nutrientes aplicados durante la floración, pueden hacer también que las hojas se abarquillen.
Carencia de nutrientes
Imagen – Wikimedia/Jerzy Opioła
Aunque no es algo que yo haya visto mucho, sí creo importante mencionarlo. Cuando a una planta le falta algún nutriente -hierro o manganeso suele ser lo más habitual- se puede dar el caso de que sus hojas se vuelvan cloróticas pero también que parezca que pierdan peso y »caigan».
Por eso, es muy importante que si detectamos los primeros síntomas (como el amarilleo de las hojas) abonemos las plantas con un abono o fertilizante que sea rico en una gran variedad de nutrientes, como el guano (en venta aquí).
Temperaturas muy altas, calor
Cuando las temperaturas son más altas de lo que pueden soportar, las plantas reaccionan de distintas maneras, como plegando sus hojas por ejemplo. Otras, en cambio, lo que hacen es hacer que sus hojas tengan forma de garra hacia abajo. Este es un síntoma que no vendrá acompañado de ninguno más; es decir, que aparte de tener su follaje así, estará bastante sana, sin rastro de plagas.
Ahora bien, si la tenemos plantada en una maceta, especialmente si es de plástico y está a pleno sol, seguramente notemos que está muy caliente, algo que es un problema para las raíces, ya que tendrán más dificultades para mantenerse hidratadas.
Plagas
Son muchas las plagas que se esconden en el envés de las hojas, haciendo que estas terminen deformadas, como por ejemplo las cochinillas, los pulgones o los trips. Como les gusta mucho el calor, las veremos más activas durante los meses cálidos.
Por lo tanto, si vemos a los propios insectos, o manchitas decoloradas, tendremos que tomar medidas para que la situación no empeore más.
¿Cómo recuperarla?
Si tienes una planta con hojas así, lo primero que has de hacer es averiguar la causa. Y es que dependiendo de cuál sea esta, las medidas que debes realizar para que se recupere serán unas u otras. Por ejemplo:
- Exceso de abono o fertilizante: cuando se sospecha que se ha abonado o fertilizado más de la cuenta, lo que se ha de hacer es regar, solo con agua, para que el producto se filtre hacia abajo. Si está en maceta, es aconsejable sacarla y cambiarle la tierra sin tocar el pan de raíces o cepellón.
- Carencia de nutrientes: como a veces es difícil saber qué nutriente le falta, lo más aconsejable es abonarla con uno que tenga, al menos, los más importantes y otros cuya carencia causan también muchos problemas como el nitrógeno, el potasio, el fósforo, el manganeso y el hierro. Pero eso sí, debes seguir las indicaciones del envase, pues si no podrías causarle serios daños.
- Temperaturas muy altas: si la planta está pasando más calor del que puede soportar, recomendamos o bien ponerle una malla de sombreo a modo de parasol, o bien cambiarla de sitio, llevándola a una zona más fresca.
- Plagas: si tiene alguna plaga, como pulgones o cochinillas, hay que tratarla con insecticidas específicoso un triple acción, como este.
Como ves, tu planta puede tener las hojas mal por diversos motivos, pero esperamos que tengas oportunidad de recuperarla.