Hemos hablado de la protección de las plantas frente a las heladas y de los plantones ante el frío, pero, entre las especies que cultivamos en nuestro macetohuerto, existen algunas hortalizas más resistentes al frío que otras.
¿Quieres conocer cuáles son las plantas que sufren más los efectos de las bajas temperaturas?
Hortalizas muy resistentes al frío
Ajos, puerros, habas, coles, guisantes, brócoli, nabos y rábanos son especies muy resistentes al frío, ya que pueden soportar temperaturas en torno a los 0º e incluso algunos grados bajo 0.
Hortalizas resistentes al frío
Dentro de las variedades de hortalizas, encontramos algunas que son resistentes a las bajas temperaturas, soportando hasta 5ºC. Estas incluyen:
- Acelga
- Apio
- Canónigo
- Cebolla
- Coliflor
- Escarola
- Lechuga
- Rabanito
- Remolacha
- Zanahoria
Hortalizas que no resisten bien las bajas temperaturas
Por otro lado, algunas hortalizas que son típicas de climas templados y que no aguantan bien las bajas temperaturas (por debajo de 10º) son:
- Albahaca
- Patata
- Perejil
Hortalizas de climas cálidos
Finalmente, hay hortalizas que pertenecen a climas cálidos y que no resisten las bajas temperaturas, como:
- Berenjena
- Calabacín
- Pepino
- Pimiento
- Tomate
Más información y recursos adicionales
Para más detalles sobre cómo proteger tus hortalizas ante el frío, consulta nuestras guías sobre y .
Además de las hortalizas mencionadas, es importante conocer los beneficios de cultivar hortalizas resistentes al frío para asegurar una producción continua durante el invierno. Las hortalizas como la espinaca, acelga y lechuga son ideales para esta temporada ya que crecen en climas más frescos y aportan muchos nutrientes necesarios en la dieta durante los meses fríos. También puedes consultar qué cultivar en noviembre para optimizar tu huerto en esas fechas.
Consideraciones para el cultivo de hortalizas en invierno
Al cultivar hortalizas durante el invierno, es fundamental tener en cuenta varios factores que afectan su crecimiento y desarrollo. Estas consideraciones incluyen el tipo de suelo, el riego, y la protección contra las heladas.
Tipo de suelo
Las hortalizas resistentes al frío prosperan en suelos bien drenados y ricos en materia orgánica. Es recomendable realizar un análisis del suelo para determinar su calidad y realizar las enmiendas necesarias, como la adición de compost, para mejorar su fertilidad. Para más información sobre los tipos de hortalizas, puedes visitar nuestra página sobre hortalizas por familias.
Riego
Durante el invierno, es crucial ajustar la frecuencia de riego. A medida que las temperaturas bajan, la evaporación del agua también disminuye, por lo que es necesario vigilar la humedad del suelo y regar solo cuando sea necesario, evitando el encharcamiento.
Protección contra heladas
La protección contra las heladas es uno de los aspectos más importantes al cultivar hortalizas en invierno. Utilizar técnicas como túneles de cultivo, mantas térmicas o acolchado puede ser muy beneficioso para mantener una temperatura adecuada y proteger las plantas de las heladas severas. Las coberturas flotantes son también una opción práctica para resguardar las hortalizas del frío extremo. Para más información sobre el cultivo de hortalizas, considera revisar qué plantar en invernadero en invierno.
Recolección y siembra de hortalizas de invierno
La recolección de hortalizas de invierno depende de la variedad y las condiciones climáticas. Por lo general, las hortalizas de raíz como zanahorias y remolachas pueden cosecharse al final del invierno, mientras que hortalizas de hoja como la espinaca y la lechuga pueden ser recolectadas periódicamente durante toda la temporada. Si deseas maximizar tu producción, puedes aprender sobre la siembra sucesiva, donde se plantan semillas cada 2-3 semanas.
Para asegurar cosechas continuas, se recomienda la siembra sucesiva, donde se plantan semillas cada 2-3 semanas. Esto no solo maximiza la producción, sino que también garantiza que siempre haya hortalizas frescas disponibles para su consumo.
Hortalizas que mejoran su sabor con el frío
Algunas hortalizas, como las zanahorias y los nabos, desarrollan un sabor más dulce cuando se exponen a las heladas. Este fenómeno ocurre debido a que las plantas convierten el almidón en azúcares para protegerse del daño causado por el frío, lo que resulta en una mejora notable en el sabor de estos vegetales.