Hydrangea petiolaris (hortensia trepadora): características y cultivo

Hydrangea petiolaris (hortensia trepadora)

Dentro de las hortensias, hay una de ellas que destaca por su porte y también por las características que tiene. Hablamos de la Hydrangea petiolaris, más conocida como hortensia trepadora.

Pero, ¿qué sabes de ella? Más allá de que es trepadora, hay ciertos aspectos que deberías conocer. Y eso mismo es de lo que te vamos a hablar a continuación. Échale un vistazo.

Cómo es la Hydrangea petiolaris u hortensia trepadora

Planta trepadora

Lo primero que debes saber sobre la Hydrangea petiolaris es que es originaria de Corea y Japón. Esta planta crece en riberas de arroyos, valles boscosos, laderas rocosas… Sí, crece en el suelo. Sin embargo, por sus características, es capaz de trepar sin necesidad de ayuda.

Profundizando un poco más a fondo sobre cada elemento de la planta, tenemos lo siguiente:

Tallo

Empezamos por el tallo de la Hydrangea petiolaris y de él te podemos decir que es de aspecto leñoso y textura rugosa y escamosa. Puede alcanzar una altura de hasta 20 metros en condiciones ideales mientras que su diámetro varía según la variedad y los cuidados que se le dan. De manera general, no es demasiado ancho.

Este tiene una corteza de color marrón oscuro y, a medida que la planta crece, el tallo se ramifica, formando ramas secundarias que se extienden en varias direcciones.

Lo que hace que el tallo de la hortensia trepadora sea tan interesante es la presencia de las raíces adventicias que se desarrollan a lo largo del tallo (de las que te hablaremos más adelante).

Hojas

En cuanto a las hojas de la Hydrangea petiolaris son una característica importante. Tienen forma ovalada o cordiforme (aunque algunos se refieren a ella como casi de corazón), de 7 a 12 cm de longitud y 5 a 8 cm de ancho. Su color es el verde oscuro brillante en la parte superior y un tono más claro en la parte inferior.

Estas son opuestas, lo que significa que se encuentran enfrentadas en pares a lo largo del tallo. Cada hoja tiene un peciolo largo de 2 a 3 cm que sostiene la hoja en su lugar.

En cuanto a la textura de las hojas, debes saber que tienen una textura suave, aunque los bordes son ligeramente dentados.

Lo que quizá no sepas es que las propias hojas te ayudan a saber sobre la salud de la planta. Si estas se vuelven amarillas o se marchitan, puede ser una señal de que la planta está recibiendo demasiado o muy poco agua, o que hay algún problema con el suelo o la nutrición de la planta.

Raíces aéreas

Flores blancas

Las raíces aéreas son una de las características más interesantes de la Hydrangea petiolaris. Estas se desarrollan a lo largo del tallo de la planta, emergiendo de los nudos de las ramas, y se adhieren a las superficies a las que trepa, como las paredes, los árboles y las rocas. En realidad, no necesitan ayuda de una celosía o similar, las propias raíces actúan como enganches, de ahí que se diga que es una hortensia trepadora “autónoma”.

Estas raíces aéreas son conocidas como raíces adventicias y se forman en respuesta a las condiciones de crecimiento de la planta. En la naturaleza, la Hydrangea petiolaris se encuentra en áreas con suelos escarpados y rocosos, por lo que sus raíces aéreas le permiten aferrarse y crecer en estas superficies.

Son de color marrón claro y tienen una textura rugosa y fibrosa. A medida que la planta crece, estas se engrosan y se adhieren más firmemente a la superficie. Y esto puede ser un problema porque podrían dañar superficies como paredes (sobre todo de ladrillo) o las superficies pintadas.

Flores

Las flores de la Hydrangea petiolaris son una de las características más distintivas y atractivas de esta planta trepadora. Las flores aparecen en grandes grupos en forma de corymbos a fines de la primavera y principios del verano, y son bastante grandes, con un diámetro de hasta 15 cm. Florece de junio a julio solamente.

Son típicamente blancas o cremosas, aunque algunas variedades pueden tener un tono ligeramente rosado o pálido. Tienen una estructura de flor compuesta, con muchas flores pequeñas que forman una cabeza grande y densa. Las flores individuales tienen cuatro o cinco pétalos y son bastante simples, con una forma plana y redondeada.

Pero lo que hace que las flores sean tan distintivas es la forma en que se organizan en la planta. Debido a que la planta trepa, las flores se colocan en grupos grandes y a menudo se presentan en una ubicación elevada, lo que las hace muy llamativas y fáciles de ver.

Además, has de saber que el color de estas puede variar en función del pH del suelo. En suelos ácidos, las flores pueden ser de un tono más azulado, mientras que en suelos alcalinos las flores pueden tener un tono más rosado.

Cuidados de la hortensia trepadora

Flores pequeñas

Ahora que conoces más a fondo la Hydrangea petiolaris, quizá tengas ganas de tener una en el jardín. Si es así, aquí te dejamos cuáles son los cuidados más importantes que deberías proporcionarle.

  • Ubicación: puede estar tanto a pleno sol como en semisombra. Si vives en una zona de clima cálido mejor a semisombra. También tolera la sombra, pero eso ralentiza su crecimiento, ya de por sí lento los primeros años.
  • Temperatura: es resistente tanto al frío como al calor. Las heladas también las tolera siempre que no sean demasiado frecuentes y duraderas.
  • Sustrato: procura utilizar uno rico en materia orgánica y que mantenga la humedad. Además, acuérdate de que drene bien.
  • Riego: necesita riegos regulares para que el suelo se le mantenga húmedo. Deja secar entre riego y riego para evitar la pudrición de las raíces.
  • Abonado: si es posible, desde final de la primavera hasta inicios del verano, se puede abonar con un fertilizante de liberación lenta.
  • Plagas y enfermedades: no suelen afectarle y aun haciéndolo no le genera problemas graves.
  • Poda: necesitará que lo hagas regular a partir de uno o dos años de plantada porque crece muy rápido. Mejor poda de mantenimiento que una drástica.

Como ves, la Hydrangea petiolaris, u hortensia trepadora, puede ser una buena elección como planta trepadora. ¿Te animas a tenerla en tu jardín?


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