Ideas para decorar patios y jardines interiores

El jardín interior puede estar lleno de plantas

¿Quién dijo que no se podía tener un vergel en un pequeño patio o jardín interior? Hay tantas plantas que crecen poco, que lo difícil es elegir solo algunas. Pero además de eso, es posible incluir otros elementos decorativos, como figuras, estanques artificiales, o estatuas, que aportarán un toque exótico e incluso divertido al lugar.

Si tienes un patio o un jardín interior, qué mejor que empezar a usarlo para el disfrute personal. Apunta estas ideas que te damos, y verás lo poco que cuesta decorarlos.

Haz un borrador

Esto es, o debería de ser, lo primero que hay que hacer siempre. En un papel, o si quieres en un programa de diseño como el Garden Planner de Gardena del cual te hablamos en el vídeo, tienes que poner lo que ya hay en tu patio o jardín y no tienes pensado quitar ni mover. Por ejemplo, los árboles o la piscina, además de por supuesto las paredes.

Sé lo más realista posible. Pon los metros cuadrados que tiene el patio o jardín, así podrás hacerte una idea más precisa de cuánta superficie dispones. Una vez lo tengas, podrás incluir lo que desees: estanques, plantas, etc.

Menos es más

Aunque los jardines o los patios llenos de plantas pueden llegar a ser una auténtica maravilla, si no dispones de mucho espacio lo mejor será que optes por plantas y muebles pequeños. Además, tienes que pensar que un árbol o un sofá que ocupe demasiado, va a ser un problema, ya que no te dejarán pasar bien.

De modo que para evitarlo has de informarte sobre las dimensiones que tendrán las plantas una vez sean adultas y de las que tiene el mobiliario que deseas poner antes de comprar nada.

Apuesta por las plantas autóctonas (o de climas similares)

No hay nada como tener plantas que prácticamente se cuidan solas, o que necesitan muy poco mantenimiento para disfrutar de un patio o jardín. Las mejores son sin ninguna duda las autóctonas, es decir, aquellas que crecen silvestres en tu zona, pero si no te convence ninguna te aconsejamos echar un vistazo a aquellas que tienen los vecinos en sus jardines siempre que eso sea posible, y/o adquirir plantas que en los viveros tengan al aire libre durante todo el año.

Por ejemplo, en climas templados donde los inviernos son muy fríos con nevadas, es posible cultivar arces, robles, fresnos o incluso el árbol de Júpiter. En el mediterráneo en cambio predominan los jardines con plantas como los hibiscos, lavanda, y palmeras como la datilera o la canaria.

Conduce la luz natural hacia donde quieras

A los patios que están bajo techo o a los jardines interiores no les da el sol de la misma manera que a aquellos que están más expuestos. Pero esto es una ventaja, ya que te permitirá tener rincones de sombra más fácilmente. Y, ¿cómo crear esos rincones? En realidad es muy fácil: con elementos artificiales como parasoles, carpas o muros; o naturales como árboles como el laurel, o trepadoras como el jazmín.

La idea es crear una zona de relax donde poder sentarte a descansar mientras charlas con tus amigos o familiares, sin que tengas que preocuparte por el sol. Y eso, con unas pocas plantas de sombra y un sofá o un par de sillones de jardín, es posible.

Un patio o jardín con aroma agradable todo el año

Las aromáticas son plantas que huelen bien

Las plantas aromáticas, como la lavanda, el romero, o el tomillo, o aquellas que tienen flores perfumadas, como el jazmín o algunos rosales, han de colocarse por zonas estratégicas, como en los lados de los caminos o escaleras, o en el área que vayáis a usar para descansar. De este modo, vas a poder sentir el olor de tu jardín mientras estés paseando por él o degustando algún plato.

Y eso por no hablar de que son muchas las que te servirán para repeler plagas, como los molestos mosquitos, esos que tanto proliferan especialmente en verano y que pueden arruinarte la velada si no tienes nada que los repela.

Juega con los colores

El verde es el color predominante de todo jardín, y el que no ha de faltar tampoco en el patio. No solo es el color que asociamos con la esperanza, sino que además es el que nos ayuda a desconectar. Pero sería una lástima no aprovechar otros colores. Por ejemplo, se pueden tener árboles cuyas hojas cambien de color en otoño, o una glicinia trepando sobre una celosía cuyas flores lilas nos alegrarían las primaveras.

Incluso recomendamos tener plantas con hojas que no sean verdes para que haya más variedad de color, como el Prunus pissardii var atropurpurea, o la caña de indias de hoja roja.

Panoramas para encontrar la calma

Los jardines interiores han de tener una zona de relax

Los espacios cerrados pueden convertirse en un refugio, un lugar privado en el que podemos trabajar o estudiar tranquilamente. Pero al cerebro le viene bien estar en zonas abiertas, alzar la vista de la mesa y observar el jardín o patio interior en su conjunto. Por eso, es importante que dejes algún rincón o área desde que puedas verlo todo, o casi todo. Créeme, eso te ayudará a estar tranquilo.

No hace falta complicarse mucho con esto: una simple ventana puede servir. Solo con eso, disfrutarás más y mejor de tu patio o jardín pequeño.

Así podrás tener un jardín o un patio interior realmente acogedor.


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