Imagen – Flickr/Alejandro Bayer Tamayo
La Ipomea violacea es una planta trepadora perenne que se suele utilizar mucho para tapar paredes, muros o incluso celosías. Su ritmo de crecimiento es muy rápido; de hecho, cerca de donde vivo tienen una que han de darle una poda -casi -drástica una vez al año ya que de lo contrario se descontrolaría.
Por eso, si tienes mucha prisa por cubrir sean muros o incluso la estructura de un pozo, te recomiendo que no dejes de leer lo que te voy a contar sobre esta especie.
Origen y características
La Ipomea violacea, cuyo nombre científico real es Ipomoea violacea, es una hierba trepadora perenne conocida como gloria de la mañana. Alcanza una altura de hasta 4 metros, con tallos delgados, volubles y ramosos en la parte superior, y semileñosos en la base. Las hojas son ovales o acorazonadas, y miden de 7 a 16cm de largo.
Las flores son grandes, de 4 a 6cm de ancho, se parecen a las campanillas y pueden ser de colores diversos: blanco, azul, o púrpura. El fruto es una cápsula con cuatro semillas ovaladas de color negro.
¿Cuáles son sus cuidados?
Si quieres tener un ejemplar, puedes cuidarla de la siguiente forma:
- Ubicación: crece a pleno sol, pero tolera un poco de sombra.
- Tierra:
- Maceta: turba negra con perlita y humus de lombriz a partes iguales.
- Jardín: crece en todo tipo de suelos, incluso en los que son bajos en nutrientes.
- Riego: 4-5 veces por semana en verano, y cada 2-3 días el resto del año.
- Abonado: en primavera y verano con abonos ecológicos una vez al mes, aunque no es muy necesario.
- Multiplicación: por semillas en primavera. Siembra directa en semillero.
- Poda: a finales de invierno.
- Rusticidad: resiste bien el frío y las heladas de hasta los -4ºC.
Imagen – Flickr/Dinesh Valke
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