La preservación y puesta en valor de los jardines históricos está en el centro de la actualidad cultural y medioambiental tanto en España como en otros países. Desde la inclusión de destacados espacios verdes en itinerarios europeos hasta la culminación de ambiciosas restauraciones y la respuesta ante los desafíos climáticos, estos escenarios no solo son legado de épocas pasadas, sino también laboratorios donde se ensayan soluciones para el futuro.
Durante los últimos meses, diferentes iniciativas han impulsado el reconocimiento y protección de jardines con especial valor histórico y paisajístico, así como la actualización de sus infraestructuras y la adaptación a los cambios que afectan al entorno natural y humano.
El Pazo do Faramello y el refuerzo del patrimonio gallego
Uno de los anuncios más relevantes ha sido la incorporación de los jardines del Pazo do Faramello al Itinerario Cultural Europeo de Jardines Históricos. Esta propuesta, realizada por Turismo de Galicia y respaldada por la Xunta en la asamblea anual celebrada en Bruselas, consolida a Galicia como una de las regiones con mayor representación en este recorrido. Actualmente, un total de diez jardines gallegos forman parte del itinerario, incluyendo referentes como el Pazo de Mariñán, la Alameda de Santiago de Compostela y los jardines del Pazo de Oca, entre otros. Estos espacios cumplen con requisitos como antigüedad, conservación de especies botánicas, accesibilidad pública y una oferta de actividades culturales y servicios para los visitantes. Si quieres profundizar en la historia de los jardines históricos, te recomendamos visitar nuestro artículo sobre breve historia de los jardines.
La conocida ruta de la camelia, impulsada en la comunidad, atraviesa muchos de estos enclaves, especialmente durante la etapa de floración, convirtiéndolos en puntos de interés tanto para el turismo como para el conocimiento botánico y patrimonial.
Iniciativas internacionales: resiliencia ante el cambio climático
La conservación de jardines históricos no solo consiste en preservar su aspecto original, sino en prepararlos para afrontar nuevas amenazas, especialmente las derivadas del cambio climático. El World Monuments Fund (WMF) ha seleccionado recientemente cinco nuevos paisajes culturales para su programa Cultivando la Resiliencia. Esta iniciativa está orientada a brindar apoyo técnico y promover el intercambio de conocimientos tradicionales entre profesionales del patrimonio, con el objetivo de hacer frente a fenómenos como sequías severas, inundaciones, pérdida de biodiversidad o erosión de ecosistemas.
Los jardines seleccionados abarcan distintas culturas y contextos: las chinampas de Xochimilco (México), el Bosque Sagrado Osun-Osogbo (Nigeria), los campos Waru Waru (Perú), el Central Park (Estados Unidos) y el foso de la Torre de Londres (Reino Unido). Cada sitio recibirá asistencia específica, evaluaciones de riesgos climáticos y herramientas para desarrollar planes de adaptación que aseguren su continuidad y relevancia comunitaria. Para conocer más sobre cómo estos espacios pueden adaptarse, consulta nuestro artículo sobre Jardines de Monforte y su historia.
Invertir en jardines históricos resulta clave para la adaptación ambiental, ya que estos espacios contribuyen a la regulación térmica, la absorción de aguas pluviales y carbono, además de fomentar la biodiversidad. La selección de enclaves se basó en su importancia cultural, vulnerabilidad y potencial para convertirse en modelos replicables a escala internacional.
Restauración integral de Villa La Magia en Quarrata
En Italia, la Villa Medicea La Magia de Quarrata, patrimonio de la UNESCO, ha completado una profunda restauración que ha devuelto el esplendor a sus jardines. Los trabajos, que han durado casi dos años, abarcaron desde la recuperación de la vegetación original —con la plantación de especies típicas de las villas históricas toscanas— hasta la modernización de sistemas hidráulicos e instalaciones de riego e iluminación. La intervención incluyó tanto los jardines románticos como los parterres, esculturas, fuentes y componentes arquitectónicos, siguiendo principios de sostenibilidad y respeto al diseño histórico. Si quieres aprender sobre plantas que suelen encontrarse en jardines históricos, te invitamos a visitar nuestra página sobre Phoenix reclinata.
La restauración, financiada en buena parte con fondos europeos, subraya la importancia de la colaboración entre administraciones locales, estatales y culturales para la protección y reutilización contemporánea de estos enclaves. Las autoridades destacan que la recuperación de estos espacios puede reactivar el patrimonio y aportar beneficios a toda la comunidad.
El Retiro: noventa años como Jardín Artístico en Madrid
El Parque del Retiro en Madrid celebra su 90 aniversario como Jardín Artístico y de este modo refuerza su gestión y protección. Se ha organizado una exposición para mostrar su evolución, desde su creación como jardín palaciego en el siglo XVII hasta su estatus actual como pulmón verde y referente internacional, declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO. Si quieres saber más sobre cómo conservar estos espacios únicos, te recomendamos visitar nuestro análisis sobre Jardines de Luxemburgo y su importancia histórica.
Con más de 112 hectáreas y cerca de 20.000 árboles de 190 especies distintas, El Retiro destaca por su valor paisajístico y su papel ecológico. Entre sus elementos más destacados están las áreas utilizadas para eventos deportivos, exposiciones, y actividades sociales, además de albergar esculturas y herramientas que reflejan su historia.
Las diferentes iniciativas a nivel nacional e internacional que buscan dotar a los jardines históricos de herramientas frente al futuro reflejan su valor universal. Son lugares donde convergen historia, biodiversidad y cultura, y donde la conservación y la innovación trabajan juntas para garantizar su conservación y vitalidad para las próximas generaciones.
