Imagen – Flickr/Raquel e Ives
El jazmín de primavera es una bonita planta que puedes utilizar para cubrir paredes o muros, ya sea plantándolo directamente en el suelo o en una maceta. Sus flores de color amarillo darán la bienvenida a la primavera cada año, y sin esfuerzo.
De todas maneras, cada planta tiene sus propias preferencias que conviene saber para que luego no surjan problemas. Así que vamos a ver cuáles son las de esta interesante planta.
¿Cómo es?
Nuestro protagonista es una planta originaria de China conocida con los nombres comunes jazmín amarillo, jazmín de primavera o jazmín prímula. Su nombre científico es Jasminum mesnyi y se caracteriza por ser un arbusto apoyante que desarrolla ramas arqueadas y que, con el tiempo, va adquiriendo un porte desordenado. Sus hojas, alternas y trifoliadas, pueden ser perennes o caducas dependiendo del clima.
Hacia finales del invierno y hasta comienzos del verano brotan unas flores muy bonitas de color amarillo que miden unos 3 centímetros. Una vez son polinizadas, comienza a madurar el fruto el cual medirá de 7 a 9mm y será de color negro.
¿Cuáles son sus cuidados?
Imagen – Wikimedia/Forest & Kim Starr
Si quieres hacerte con un ejemplar, te recomendamos proporcionarle los siguientes cuidados:
- Ubicación: exterior, a pleno sol o en semisombra.
- Tierra o sustrato: le es indiferente. Puede crecer bien en la gran mayoría de sustratos/suelos.
- Riego: 2-3 veces por semana en verano, y cada 5 días el resto del año.
- Abonado: durante los meses cálidos se puede abonar con un abono universal como este de No products found. siguiendo las indicaciones especificadas en el envase del producto.
- Poda: tras la floración hay que quitar los tallos secos, enfermos o débiles.
- Multiplicación: por esquejes de madera semidura con hojas a finales del verano, y por hijuelos en primavera.
- Rusticidad: resiste el frío y las heladas de hasta los -5ºC.
¿Qué te ha parecido el jazmín de primavera? ¿Lo conocías?
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