Jazmín (Jasminum)

El jazmín es un arbusto trepador

Imagen – Flickr/Tim Waters

La palabra jazmín es muy bonita. No solo suena bien, si no que también hace referencia a una serie de plantas trepadoras cuyas flores emiten un dulce aroma. Además, se pueden usar para decorar cualquier espacio, incluso los pequeños. De hecho, son unas de las más recomendables para cubrir celosías, troncos, o columnas.

Crecen por lo general rápido, pero sin llegar a ser invasivas. Es decir, a diferencia de la hiedra, o ya ni digamos de la glicinia, su tamaño se controla con suma facilidad dándoles solo una poda al año. Por eso, es interesante cultivar un jazmín. Y por este motivo, vamos a hablarte sobre cómo se hace, y sobre las especies más recomendables.

Características de la planta de jazmín

Las plantas que conocemos como jazmín pertenecen al género Jasminum y son originarias de las regiones cálidas de Eurasia y el norte de África. De las 200 variedades que hay, muchas de ellas son arbustos con ramas trepadoras con hojas perennes, pero existen otras que son caducifolias o semi-perennifolias. Estas pueden estar compuestas por tres folíolos o ser imparipinnadas, y de color verde oscuro brillante.

Florecen en primavera normalmente. Sus flores están compuestas por cinco pétalos y dos estambres, son hermafroditas y suelen ser blancas, aunque las hay amarillas. Son muy fragantes, teniendo un aroma dulce. Una vez maduran, producen bayas negras con hasta 4 semillas.

¿Para qué sirve?

El jazmín se utiliza sobre todo como planta ornamental, por ejemplo para decorar balcones, celosías, o similares. Pero como sus flores también son usadas en aromaterapia, para tratar la depresión, o el insomnio.

Variedades de jazmín

Las más interesantes para un jardín son sin duda las que te vamos a mostrar a continuación. Son aquellas que producen numerosas flores, y las que se cuidan de manera más fácil:

Jasminum azoricum

El Jasminum azoricum es una trepadora

Imagen – Wikimedia/Krzysztof Ziarnek, Kenraiz

El jazmín de las Azores, o jazmín con olor a limón como también se le llama, es una trepadora perennifolia que crece hasta los 6 metros de alto. Sus flores son blancas y brotan en racimos florales. Resiste las heladas débiles y puntuales de hasta los -5ºC.

Jasminum fruticans

El jazmín amarillo es un arbusto

Imagen – Wikimedia/Isidre blanc

El jazmín silvestre es una planta autóctona de la región mediterránea. Más que trepadora, es un arbusto de hasta 2 metros de altura. Sus flores son amarillas, y dado su lugar de origen soporta bien las heladas de hasta los -7ºC.

Jasminum grandiflorum

El jazmín tiene flores blancas o amarillas

Imagen – Flickr/Jesús Cabrera

El jazmín real es una planta trepadora que crece silvestre en el Himalaya. Alcanza los 7 metros de altura si tiene soporte, y produce flores blancas aunque con tintes de color rosa durante buena parte del año. Soporta las heladas débiles de hasta los -4ºC.

Jasminum mesnyi

El Jasminum mesnyi tiene flores amarillas

Imagen – Wikimedia/BotBln

El jazmín amarillo es una trepadora perennifolia, aunque puede perder sus hojas si el clima es muy frío, de tallos colgantes endémica de China. Crece hasta los 3 metros de altura, y sus flores amarillas brotan casi todo el año. Soporta hasta los -7ºC.

Jasminum odoratissimum

El jazmín produce flores olorosas

Imagen – Wikimedia/Krzysztof Ziarnek, Kenraiz

El jazmín oloroso, conocido también como jazmín canario o jazmín silvestre, es un arbusto perennifolio nativo de Madeira y de las Islas Canarias. Puede alcanzar entre 4 y 6 metros de altura, y produce flores amarillas muy fragantes desde el invierno hasta la primavera. Eso sí, no soporta las heladas.

Jasminum officinale

El jazmín común es una planta de flores blancas

Imagen – Wikimedia/Vengolis

El jazmín común o jazmín morisco, es una trepadora nativa de lugares como Irán, Afganistán o China occidental. Alcanza los 6 metros de altura, y sus flores blancas brotan en racimos durante la primavera. Soporta hasta los -10ºC, si bien se recomienda protegerlo si baja de los -4ºC ya sea con tela antiheladas o con plástico de invernadero.

Jasminum polyanthum

Hay muchos tipos de jazmines

Imagen – Wikimedia/KENPEI

Conocido como jazmín chino o jazmín de China, esta es una planta trepadora que, como su propio nombre indica, es originaria de China. Es perennifolia, y alcanza los 5 metros de altura siempre que tenga soporte por el que trepar. Las flores son de color blanco, y aparecen en primavera. Soporta heladas puntuales de hasta los -2ºC.

Jasminum sambac

El Jasminum sambac es una planta que produce flores aromáticas

Imagen – Wikimedia/Biswarup Ganguly

La sampaguita, como se le llama, es un arbusto originario del Himalaya que alcanza los 5 metros de altura. Las flores son blancas, muy perfumadas, y tienen la particularidad de que no producen semillas; de modo que solo se multiplican mediante esquejes semileñosos. No soporta el frío.

Cuidados del jazmín

Si quieres tener una planta de jazmín en tu jardín o en una maceta, te interesará saber cuáles son sus cuidados, ¿verdad? Entonces a continuación te explicaremos en detalle cómo se mantiene sano y bonito:

Ubicación

El jazmín crece tanto a pleno sol como en semisombra, de modo que puedes ponerlo tanto bajo la luz filtrada que pasa a través de las hojas de una palmera por ejemplo, como en una celosía expuesta al astro rey de manera directa.

Lo único que debes de tener en cuenta es que, de tenerlo en una maceta, no tienes que combinarlo con ninguna otra planta, puesto que de lo contrario habría competencia entre ellas, y ambas harían todo lo posible por conseguir espacio y los nutrientes del sustrato, lo cual las debilitaría.

Tierra o sustrato

  • Jardín: es necesario que la tierra sea ligera y fértil. Teme el encharcamiento.
  • Maceta: podrás llenarla con sustrato de cultivo universal (en venta aquí), pero no estaría de más echarle una capa de arlita (en venta aquí) antes de echar el sustrato. De este modo, el agua saldrá más rápido por los agujeros de drenaje.

Riego

Hay que regar al jazmín frecuentemente, unas 2 o 3 veces por semana durante el verano, y el resto del año una vez a la semana. Es importante que, si se tiene en maceta, no se le ponga un plato ni nada debajo, ya que a las raíces no les gusta tener contacto constante con el agua.

Abonado

El jazmín se riega con frecuencia

Imagen – Wikimedia/Bernard DUPONT

Durante la primavera y el verano puedes abonar a tu planta de jazmín con abonos como el guano (en venta aquí), el estiércol de animales herbívoros o el humus de lombriz. Así, vas a conseguir que crezca más fuerte y que produzca flores todos los años.

Poda

Se aconseja podar después de la floración, puesto que si se hiciera antes esta podría no ser todo lo bonita y de calidad que nos gustaría que fuera. Para ello, utilizaremos unas tijeras de podar de yunque (como estas) previamente desinfectada, y recortamos los tallos que estén rotos, o que hayan crecido demasiado.

Trasplante

Se trasplanta en primavera, antes de la floración. Solo se ha de hacer si la planta ha enraizado bien en la maceta; es decir, solo se hará si las raíces asoman por los agujeros de drenaje. De este modo, al sacarlo el pan de tierra no se desmoronará, y podrá reanudar su crecimiento más rápido.

Multiplicación

Se multiplica por semillas y por esquejes semileñosos durante la primavera-verano. Veamos cómo se hace:

  • Semillas: se siembran en semilleros, por ejemplo en bandejas con algún agujero en su base, rellenos de sustrato universal o para semilleros (en venta aquí). Hay que poner un máximo de dos semillas en cada alvéolo, y cubrirlas con un poco de tierra. Luego, se riega y se ponen en una zona soleada o con media sombra. Si la tierra se mantiene húmeda, germinarán en un mes aproximadamente.
  • Esquejes semileñosos: se cortan trozos de unos 30 centímetros, y después de impregnar la base con enraizantes caseros u hormonas de enraizamiento (en venta aquí), se plantan en maceta con vermiculita previamente regada. Por último, se colocan en semisombra, y se mantiene el sustrato húmedo. Sabremos que todo ha ido bien cuando veamos que le salen brotes de hojas.

Rusticidad

Hay muchos tipos de jazmines, de distintos lugares, por lo que la rusticidad varía mucho de una especie a otra. La mayoría de las que hemos visto aquí soportan las heladas, siempre que no sean muy intensas; pero el Jasminum sambac por ejemplo solo se puede cultivar en el exterior todo el año si el clima es cálido.

¡Que disfrutes de tu jazmín!


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