Juniperus horizontalis: cuidados, usos y más

Juniperus horizontalis plumosa

El Juniperus horizontalis es una conífera que se utiliza mucho en los jardines, como planta cubridora pues sus ramas pueden llegar a tener una longitud de hasta 3m. Con una altura de medio metro, podríamos pensar que esos tallos se llegarían a romper, pero lo cierto es que son muy resistentes. Aún así, la gravedad siempre se impone, y los tallos no crecen hacia arriba, sino hacia los lados, que es por lo que se llama ‘horizontalis’.

Entre otros nombres, recibe el de sabina rastrera y el de enero rastrero. Y es una planta muy agradecida.

Características principales

Hojas de Juniperus horizontalis

Nuestro protagonista es un arbusto de crecimiento lento de la familia Cupressaceae originario de América del Norte. Como la mayoría de las coníferas, tiene las hojas perennes, es decir, que en vez de renovarlas cada primavera, las más viejas van cayendo a lo largo del año mientras que le salen de nuevas.

Crece en todo tipo de suelos, incluyendo en los arenosos. De hecho, es una de las mejores especies para plantar cerca del mar, pues también tolera sin problemas el viento salino. Y, por si fuera poco, resiste la sequía y las heladas (hasta -10ºC). Interesante, ¿verdad?

Cuidados del Juniperus horizontalis

Los cuidados que necesita esta bella planta son los siguientes:

  • Ubicación: exterior, en pleno sol o semisombra.
  • Riego: regular, entre 1 y 2 veces por semana.
  • Suelo: sin exigencias con el suelo.
  • Abonado: en primavera y verano se aconseja abonar con un abono para coníferas, o bien con abonos orgánicos, como guano o extracto de algas.
  • Poda: se quitarán las ramas secas o dañadas.
  • Plagas y enfermedades: puede ser atacado por hongos si el riego es excesivo.
  • Reproducción: se puede reproducir en otoño por esquejes o acodo, o por semillas en primavera. En este otro artículo te explicamos cómo proceder en cada caso.

Usos

Bonsái de Juniperus horizontalis

Esta planta se utiliza sobretodo como planta ornamental, especialmente para cubrir suelos. También se la planta como ejemplar aislado o en grupos. Y, además, gracias a su lento crecimiento y al reducido tamaño de sus hojas, se puede trabajar como Bonsái, cuidándolo de la siguiente manera:

  • Ubicación: pleno sol.
  • Riego: 2-3 veces por semana en verano, y cada 5-6 días el resto del año.
  • Trasplante: cada dos años, usando un sustrato poroso. Una buena mezcla sería 70% akadama con 30% de kiryuzuna.
  • Poda: se deben de podar aquellas ramas que crezcan demasiado a lo largo de todo el año.
  • Estilo: muy recomendable el estilo Kengai (cascada) y Han-kengai (semi-cascada).

El Juniperus horizontalis es una planta increíble, ¿no crees? ¿Tienes alguno?


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