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El Juniperus phoenicea es una conífera ideal para jardines situados en regiones templadas y secos, ya que además es capaz de resistir heladas débiles sin problemas. Su ritmo de crecimiento es más bien lento, permitiéndonos así controlar su desarrollo y darle la forma que más nos apetezca.
Y si hablamos de su resistencia a los insectos que causan plagas y a las enfermedades, tampoco tendremos de qué preocuparnos, al menos, no demasiado. Pero mejor te lo contamos todo con más detalle a continuación.
Origen y características
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Nuestra protagonista es una conífera originaria de la región mediterránea cuyo nombre científico es Juniperus phoenicea, aunque popularmente se la conoce como sabina negral o sabina suave. Puede alcanzar una altura de hasta 8 metros, y tiene un follaje denso y perenne que forma una copa oval o redonda muy ramosa. Los conos masculinos y femeninos se producen en la misma planta normalmente, pero a veces se producen en distintos ejemplares.
Florece a finales de invierno o en primavera, pero sus frutos no terminan de madurar hasta el segundo año. Son verdosos al principio, y luego cambian a rojo.
¿Cuáles son sus cuidados?
Si quieres tener un ejemplar, te recomendamos proporcionarle los siguientes cuidados:
Ubicación
La sabina suave es un árbol que se ha de cultivar en el exterior, a pleno sol. Eso sí, si bien no es invasiva, es aconsejable plantarla a una distancia mínima de 5 metros de tuberías, suelos pavimentados, etc. por si acaso. También es importante considerar las plantas resistentes a la sequía para acompañar a esta conífera.
Tierra
- Jardín: se adapta a todo tipo de suelos, pero prefiere los calizos con buen drenaje.
- Maceta: no es una especie para cultivar en maceta durante toda su vida; ahora bien, como crece lentamente se puede tener varios años en una con sustrato de cultivo universal mezclado con un 20% de perlita.
Riego
- Jardín: al ser una conífera mediterránea, está preparada para soportar la sequía una vez que lleva al menos un año plantada en el suelo. Por lo tanto, regaremos 2-3 veces por semana en verano y una vez cada 6-7 días el resto del año, pero solo los primeros doce meses. Luego, podremos ir espaciando los riegos.
- Maceta: al tener una cantidad de tierra limitada, el riego es una tarea que tendremos que hacer siempre, de forma regular. Así pues, le daremos agua 3-4 veces por semana en verano, y cada 4-5 días el resto.
En cualquier caso, es aconsejable usar agua de lluvia o sin -mucha- cal, especialmente si se tiene en maceta pues aunque tolere la cal sin problemas, un exceso de la misma podría perjudicarle.
Abonado
Guano en polvo.
Tan importante como el agua es el abono. El Juniperus phoenicea está creciendo durante buena parte del año, de modo que necesita un aporte regular de «comida» desde primavera hasta comienzos de otoño. Teniendo esto en cuenta, abonaremos una vez al mes con abonos ecológicos, como el guano, humus de lombriz, o estiércol de animales herbívoros como el de gallina o el de vaca. Si somos afortunados y los conseguimos frescos, los dejaremos secar al sol unos 10 días.
Si estuviera en maceta, usaremos abonos líquidos, siguiendo las indicaciones especificadas en el envase del producto pues podría haber riesgo de sobredosis.
Multiplicación
Se multiplica por semillas en otoño, ya que necesita pasar algo de frío para germinar en primavera. La manera de proceder es la siguiente:
- Primero, rellenaremos una maceta de unos 10,5cm de diámetro o bandeja de semillero forestal con sustrato de cultivo universal mezclado con un 30% de perlita.
- Luego, regamos a consciencia y espolvoreamos cobre o azufre para evitar la aparición de hongos, los cuales podrían echarlas a perder.
- A continuación, sembramos las semillas, procurando que no queden amontonadas, siendo lo ideal poner no más de 2 en cada maceta de esa dimensión o alvéolo.
- El siguiente paso es cubrirlas con una fina capa de sustrato, y volver a regar, esta vez con un pulverizador.
- Por último, colocamos el semillero en el exterior, en semisombra.
Dejando que la naturaleza siga su curso, y manteniendo el sustrato húmedo, germinarán en cuanto las temperaturas mejoren.
Poda
Se poda a finales de invierno. Quitaremos las ramas secas, enfermas o débiles, y recortaremos aquellas que estén teniendo un crecimiento exagerado.
Época de plantación
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Lo plantaremos a finales de invierno, cuando haya pasado el riesgo de heladas.
Plagas y enfermedades
Muy resistente, pero es sensible al exceso de riego. Es importante evitar el encharcamiento para que los hongos oportunistas como el fitóftora no pudran las raíces. Por este motivo se recomienda hacer tratamientos preventivos en primavera y verano con fungicidas a base de cobre, siguiendo los pasos indicados en el envase.
Rusticidad
Resiste sin problemas las heladas de hasta los -18ºC y las temperaturas máximas de hasta 40ºC siempre que tenga agua a su disposición.
¿Qué usos tiene?
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El Juniperus phoenicea es una conífera que se usa como ejemplar aislado, en grupos o como seto. También como planta en maceta por bastantes años.
¿A qué esperas para hacerte con uno?