Karité (Vitellaria paradoxa)

ramas de arbol con hojas gruesas de color verde y frutos redondos

El Karité o Vitellaria paradoxa es un árbol de origen africano que da un fruto muy preciado por la industria cosmética, farmacéutica y de alimentos. También destaca como un importante ingrediente de la comida tradicional y es que el fruto del árbol contiene en el interior una nuez conocida por los habitantes de la zona como Karité, y forma parte de la fauna sagrada de la sabana africana.

Existen algunos cultivos que son muy apreciados por el tiempo que se toma la naturaleza en concebir sus frutos. El árbol de karité se encuentra entre estos especímenes, que junto con el olivo pueden vivir siglos de forma productiva, y así como son longevos, tardan en dar su primera cosecha.

Origen

frutos verdes colgando de un arbol llamado karite

El árbol de Karité es originario de la sabana Africana, concretamente de Burkina Faso, Malí, Sudán y Costa de Marfil. Este particular nombre tiene un significado en la lengua local que significa: árbol de mantequilla. Las tribus regionales lo consideran un árbol sagrado por lo que solo se puede coger la fruta cuando esta ya ha caído a la tierra, siendo este también un árbol totalmente ornamental.

Vitellaria paradoxa es el nombre científico y puede alcanzar hasta 15 metros de altura. Pertenece a la familia de las Sapotaceae, siendo originario de la región central del continente africano. La pulpa cubre una deliciosa semilla muy nutritiva y rica en aceites esenciales.

Características del Karité

El karité  es un árbol con una longevidad de hasta tres siglos, donde el tronco puede llegar a medir dos metros y el árbol en sí, más de diez de alto.

Comienza a dar frutos después de quince años y a los veinte da las mejores cosechas, siguiendo así hasta los cincuenta y cien años de edad. El fruto son unas drupas muy carnosas que maduran entre cuatro y seis meses, además, contienen en su centro una semilla almendrada de fina cáscara.

Las ramas del árbol son cortas y de una corteza rojo gris en su parte interior, las flores se dejan ver a partir del mes de enero hasta marzo. Las mejores cosechas del fruto son unos 20 kg que equivalen a 5 kg de nueces que al final resulta en un kilo de manteca. El árbol se ha dado siempre de manera salvaje y la cosecha y recolección no son una tarea fácil, por lo que el producto final es muy preciado y valorado.

Cultivo y cuidados

El cultivo del Karité no es un tema sencillo, sobre todo porque requiere de unas condiciones ambientales muy específicas y es que tarda mucho tiempo en madurar y dar frutos. Sin embargo, se pueden especificar las condiciones para que este tipo de árbol prospere.

El árbol nace en tierras bajas y secas entre 600 y 1500 metros sobre el nivel del mar. El rango de temperatura que puede tolerar va desde los 18 °C hasta los 48 °C,  pero lo ideal es entre 24 y 38 °C. Tampoco es muy amigo de las abundantes precipitaciones, tolerando un máximo de 1,800mm, lo ideal son los suelos húmedos.

Puede estar expuesto directamente al sol y apenas tolera la semisombra. El suelo debe ser arcilloso, arenoso, con un rango de pH entre 6 y 7 y rico en materia orgánica. La planta se puede clasificar en dos formas principales: la Paradoxa y la Nilotica.

La primera nace en elevaciones relativamente bajas que no superan los 600 m. La segunda crece en terrenos algo más altos que 450 – 1,600 metros. Los agricultores locales protegen mucho el árbol, no solo por considerarlo sagrado, sino por la importante fuente de nutrientes que representa, en especial, en Sudán, donde el 40% de los árboles son de Karité.

El árbol produce una raíz primaria de hasta uno y  ocasionalmente dos metros de largo, con raíces laterales poco profundas que se concentran a una profundidad de 10 cm y se extienden hasta 20 metros hacia afuera del árbol. Las raíces laterales secundarias crecen hacia abajo, casi hasta la misma profundidad que la raíz del grifo.

arboles separados entres si con no muchas ramas

El sistema de raíz secundaria se desarrolla fuertemente durante los primeros años de crecimiento. Esto permite que las plántulas produzcan nuevos brotes cuando los originales se dañan por la sequía El crecimiento temprano del tallo es lento, por lo general, la ramificación se presenta después de 4 o 7 años.

El árbol comienza a florecer en la primera década y comienza a dar sus primeros frutos entre los 15 y 25 años. Las flores tempranas pueden ser estériles. La madurez realmente la alcanza entre  los 20 y 45 años, siendo su vida útil entre los 200 y 300 años. La caída de las hojas, la floración, el enrojecimiento y el inicio de fructificación se producen durante la estación seca.

Las hojas tienden a caer al comienzo de la misma. Los árboles en raras ocasiones están completamente sin hojas o solo durante períodos relativamente cortos. Las flores aparecen apenas iniciada la estación seca, dando frutos alrededor del 25%. El fruto se desarrolla entre cuatro y seis meses, llegando al punto máximo de maduración en plena temporada de lluvias. La cantidad de producción de los árboles es variable. En una muestra tomada en Burkina Faso, en el mejor de los casos el 25% de los árboles produjo el 60% del rendimiento, mientras que el 30% más pobre de los árboles produjo poca fruta.

Un árbol en excelentes condiciones puede soportar una media de 15 a 30 kg de frutas por año. En un buen año puede llegar hasta 50 kg, pero solo a unos 15 kg en los próximos dos años. Aunque no se ha evidenciado un ciclo claro de producción, los análisis muestran una tendencia a que los árboles dan solo una buena cosecha cada 3 o 4 años.

Estas especies son realmente tolerantes al fuego, aunque en ocasiones su crecimiento y fructificación se ven afectados por este elemento. Por lo tanto, los árboles deben estar protegidos por la escarda de anillos. El árbol es hábitat de panales de abejas, haciéndolo una fuente importante de miel y las colmenas colocadas en sus ramas tienen asegurada una buena cantidad de néctar y polen

Propiedades y usos

mujer hidratandose los labios secos

El aceite o manteca de Karité se obtiene tras la ebullición y triturado de las almendras en el interior de la fruta, siendo esta una sustancia totalmente comestible y muy nutritiva, además, es utilizada tradicionalmente en la cocina local. También tiene un importante uso en la industria chocolatera como sustituto de la manteca de cacao.

Los compuestos principales del Karité son ácido palmítico (2-6%), ácido esteárico (15-25%), ácido oleico (60-70%), ácido linolénico (5-15%), ácido linoleico (<1%). Esta grasa se conoce, sobre todo, por sus propiedades hidratantes, por lo que es utilizada en la composición de numerosos preparados de la industria cosmética.

También es utilizado como pantalla protectora e hidratante de la piel y el cabello, prevención de arrugas, estrías y estimulación cutánea. Se puede usar para todo tipo de tratamientos dirigidos a mejorar la piel.

El cultivo y cosecha del Karité les da trabajo a más de 300000 mujeres cada año en África. El producto es tratado cuidadosamente con un proceso 100% artesanal, donde se separan y lavan las semillas, se trituran, tuestan y muelen para obtener una pasta marrón que se bate hasta obtener la mantequilla.

Después se libra de impurezas hirviendo y filtrando varias veces. Por cada kilo de fruta se obtiene 400 gr. de semillas. La cantidad de manteca que se logra procesar es en definitiva un regalo de la naturaleza que no ha sido alterado durante generaciones.


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