La Centaurea aspera, también conocida como Aciano o Talamadros es un género que comprende 500 especies todas originarias de las regiones cálidas de la tierra, soliendo ser anuales, bianuales y sutiles.
Luce tallos ramificados con hojas lisas y pueden estar recubiertas de pelusa, según la especie. Sus frutos son aquenios y las flores forman capítulos redondeados o alargados y siendo rústica se acomoda a cualquier suelo que sea permeable.
Cultivo
Lo más conveniente es que la plantes a pleno sol en maceta o directamente en el suelo y tomar en cuenta el clima existente en tu zona. Cuando prospera y consigue mayor altura usa una viga o sostén para evitar que el peso de la planta o el viento no la rompan e inclinen.
Características
Motivado a la gran diversidad de especies, formas, colores y tamaños, el uso del aciano es diverso y variado y este se planta en senderos herbáceos y las anuales se aprovechan en floristería.
Una especie de la Centaurea es la Centaurea áspera, llamada Travalera como bien hemos indicado y pertenece al género Centaurea sensu lato, descrita por el botánico y naturalista sueco Carlos Linneo.
Esta es una planta herbácea hermafrodita de la familia de las compuestas. En sistemas de clasificación recientes la refieren al sub-género y se da en áreas herbosas relativamente secas.
Muy ramificada y vivaz es habitualmente rastrera, de tallo leñoso y duro. La configuración de sus hojas es variable, siendo estas lineales, pecioladas e irregularmente pinnadas en la base y en la parte media del tallo, de color grisáceo divididas en lóbulos, paulatinamente se comprimen hasta convertirse en sésiles y con varios dientes.
Cuentan con un receptáculo ovalado estrecho arriba que mide de uno a dos centímetros de diámetro y se caracteriza por sus flores moradas flosculosas, dispuestas en cabezuelas parecidas a la alcachofa.
Le protegen brácteas que poseen un apéndice terminal de tres a cinco espinas erectas o curvadas dirigidas hacia fuera y de color amarillo claro que te facilitarán identificar con certeza la especie y algo muy curioso es que logra prolongar la floración durante meses y mientras no aparezca el frío intenso.
Sus componentes activos son los taninos, flavonoides, sesquiterpenos, trazas de aceites y alcaloides, principios amargos como secoiridoides y heterósidos, fitosteroles, además sales de magnesio y potásicas.
Florece en primavera aunque está en flor casi todo el año, siendo esta variedad protegida en algunos países.
En forma silvestre la puedes conseguir en el Mediterráneo, ya que fue implantada en Europa septentrional y Nueva York, Estados Unidos y se fue extendiendo de la meseta ibérica al valle del Duero, así como a las islas Baleares.
Es probablemente la especie más común en la comarca de Bages, en Cataluña e igual que la Centaura menor se siembra para fines fitoterapéuticos en zonas templadas de América y Europa.
Una vez que la recolectes y si no vas a utilizarla fresca, deja secar rápidamente en un sitio oscuro, desmenúzala o córtala en pequeñas porciones y guárdala en frascos herméticamente cerrados lejos de la humedad.
Propiedades terapéuticas
La composición de la Centaura aspera no ha sido tan estudiada como otro tipo de plantas.
Contiene betasitosterol, el cual puedes emplear para problemas de la próstata (no se ha comprobado a ciencia cierta). También incluye otras sustancias como las lactonas sesquiterpénicas, ligeramente tóxica ya que causa alergias, por eso insistimos en que si vas a usar la planta debe ser bajo vigilancia médica.
Es antiséptica, aperitiva, eupéptica y antiinflamatoria, indicada para tratar la anorexia, dispepsias hiposecretoras, disquinesia hepatobiliar y la diabetes (antes de tomarla tienes que controlar previamente la glucemia en sangre u orina), aunque supone que puede llegar a reemplazar los fármacos orales frecuentes para tratar dicha enfermedad, ten cuidado, siempre es recomendable consultar al médico, ya que es solamente una terapia alternativa.
Si estás desganado, esta planta tiene la propiedad de provocar la secreción de jugos gástricos para estimular el apetito, además mejora la digestión.
Aunque su sabor es amargo, tomarla en infusión (no debe endulzarse ni con miel o azúcar), en ayunas o antes de acostarte es aconsejable. Tan solo tienes que coger los tallos y las hojas de la planta secas, exactamente 30 gramos, ponerlas a hervir en un litro de agua y agrega edulcorante.
El mercado te ofrece diferentes preparados naturales de la planta en polvo, en comprimidos o combinada con el eucaliptus, siendo ideales para curar la cistitis.
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