Al Clavel le conocemos como una planta que es herbácea y que tiene su origen en la región mediterránea, a pesar de que también es bastante conocida en la península ibérica.
Esta es una flor perteneciente a lo que es la orden de las Caryophyllales, de la familia de las Caryophyllaceae y por lo general la mayoría de las especies mantienen su etapa de floración durante todo el año.
¿Cómo es este tipo de planta?
Los claveles son flores que poseen mucho aroma al igual que una gran variedad de colores y con mucha frecuencia se cultivan para regalar en forma de ramo o para decorar.
Se conocen en especial tres variedades de claveles que se usan para el cultivo masivo, en las que se encuentran agrupadas en Dianthuscaryophyllussubsp Coronarius, Dianthuscaryophyllusvar Coronarius y también Dianthuscaryophyllussubsp Coronarius. Si nos referimos al cultivo para fines ornamentales, destacan el clavel común, el clavel del poeta, el clavel coronado, el clavel de roca y también el bastante conocido de China.
A los claveles los podemos reconocer de una forma bastante fácil ya que estas son flores cespitosas, con esto queremos decir que tienen un tallo que es subterráneo que crece originando unas matas que son densas que pueden llegar a medir un metro de alto y con una medida de entre unos 6 y unos 8.5 cm de diámetro.
Los claveles tienen unas hojas que son lineales opuestas, de forma angosta al igual que envainadoras y cada uno de los tallos da una flor que es terminal, que no tiene menos de cinco pétalos que son festoneados o con una especie de dientecillos. En algunas regiones del mundo se ha realizado el registro de esta familia con flores que poseen hasta unos 40 pétalos, por lo que todo esto depende de cuál sea la especie.
¿Cómo son sus flores?
Ya que las flores que producen los claveles son bisexuales, tienen la capacidad de florecer en un grupo que es ramificado o también bifurcado.
Esta es una flor que posee una fragancia de mucha fuerza y los colores más comunes en los que podemos encontrarlas son el color rojo, el rosado, el amarillo, el blanco al igual que de colores mixtos. Los distintos tamaños que posee esta flor ofrecen la oportunidad de poder clasificarla para poder venderla, por lo que los claveles que llegan a medir 60 cm son los que poseen mayor popularidad en el comercio.
Así mismo se encuentran las variedades que miden unos 50 cm, de 40 cm y también de unos 30 cm o hasta mucho menos, siendo estos últimos los que se utilizan con mayor frecuencia para los ramilletes.
Como ya hemos mencionado, el clavel es una planta que tiene la capacidad de florecer durante todo el año y en cada una de sus variedades que son comerciales tienen la posibilidad de producir hasta unos 20 tallos durante todo el año.
Los cuidados para el clavel
Lo más recomendable es que no se utilicen aquellos suelos que sean secos, sino los que son porosos ya que tienen la capacidad de retener el agua.
La semilla de la planta la tenemos que colocar en una zona donde pueda recibir la luz del sol directamente y es que la luz del sol es lo que permite darle el tamaño a la planta al igual que la cantidad de flores. La germinación de la semilla por lo general demora unas dos o tres semanas.
Los claveles requieren de una gran cantidad de nutrientes, de esta manera es recomendable colocar abono una vez a la semana durante las primeras y después será una vez al mes.
Lo recomendable es quitar las flores que estén en mal estado para poder mejorar su crecimiento. La primera poda tenemos que hacerla después de 15 días de haberla sembrado, la segunda la podemos realizar después de 40 días, todo depende de los cambios que presente después de la primera poda.
Para regar las flores lo tenemos que hacer de forma regular al igual que constante, todo depende del calor que haga en la temporada. Para hacer un trasplante lo más indicado es que sea en otoño.