
Imagen – Flickr/Joegoauk Goa
Hay algunas plantas que pliegan sus hojas durante la noche, y lo hacen no porque estén enfermas, sino a modo de supervivencia para evitar que los insectos que se mantienen activos cuando el sol se pone les causen demasiados daños. A este movimiento se le conoce como nictinastia foliar, aunque también recibe otro más fácil de recordar: movimientos de sueño.
Esto no es algo nuevo, no es algo que se haya descubierto ahora. Pero lo que sí es una novedad es descubrir cuándo empezaron las plantas a echarse a dormir. Y es que hace ni más ni menos que 250 millones de años aproximadamente.
¿Cómo pudieron descubrirlo? Es lo primero que nos podemos preguntar, porque claro, las hojas se descomponen rápido, y es por lo tanto muy difícil que se conserven durante mucho tiempo a menos que se den las condiciones adecuadas para que puedan llegar a fosilizarse. Y aún así, es aún más complicado saber si esas hojas se plegaban para »dormir», o simplemente lo hacían porque estaban llegando al final de sus vidas.
Pues bien. Un equipo internacional de científicos lo ha conseguido. Para esto, lo que han hecho es fijarse en los daños que provocaron los insectos en las hojas, y lo que descubrieron es realmente sorprendente. Fíjate:
Imagen – Cell.com // Hoja fosilizada de una planta gigantoptérida.
Estos daños simétricos, que solo pudieron hacerlos insectos cuando la hoja estaba plegada. Ahora compara esta imagen con estas hojas de plantas modernas:
Imagen – Cell.com. (A–C) Arachis duranensis Krapov. et Greg.
(D) Bauhinia variegata var. candida (Aiton) Voigt.
(E) Bauhinia acuminata Linn.
Son prácticamente los mismos, ¿verdad? Y es que se produjeron bajo las mismas circunstancias: por la noche, cuando las hojas estaban plegadas. El hallazgo se publicó en la revista Current Biology.
Las plantas que se estudiaron fueron los gigantoptéridos, un grupo de vegetales que vivieron en el periodo Paleozoico tardío en un microcontinente que hoy es China, y que llaman Catasya. Además, no se conformaron con eso, sino que quisieron buscar pruebas de que eso seguía pasando. Y por eso investigaron plantas modernas que también tuvieran nictinastias foliares, como las albizia o las bauhinia.
Así fue como supieron que los gigantoptéridos fueron atacados por insectos mientras dormían.