Con el frío a las puertas, noviembre es un mes ideal para iniciar semilleros protegidos de flores que despunten a lo grande cuando llegue el calor. Si te organizas ahora, el jardín lucirá lleno de color en verano sin prisas de última hora, con plántulas fuertes y listas para el trasplante tras las heladas.
La clave está en elegir especies que admitan siembra temprana en interior o invernadero frío y que ofrezcan una floración generosa de junio a septiembre en España. A continuación, cinco candidatas seguras —zinnia, petunia, girasol, portulaca y milenrama— con pautas prácticas para que funcionen tanto en la costa como en el interior peninsular y Canarias.
1. Zinnia (Zinnia elegans)
Vistosa y rápida, la zinnia aporta flores grandes en una paleta enorme (rosa, naranja, rojo, violeta o blanco) y atrae polinizadores. En la Península, conviene empezar en semillero para ganar semanas de ventaja sin exponerla al frío.
Para germinar con éxito, mantén el sustrato a 20–25 ºC y con buena luz; las semillas brotan en 5–7 días si la humedad es constante pero sin encharcar. Trasplanta al exterior cuando no haya riesgo de heladas (finales de marzo a mayo según zona).
- Siembra en noviembre: bandeja de semillero o alveolos bajo abrigo; cubrir 0,5 cm.
- Marco y cuidados: 25–30 cm entre plantas; quita flores marchitas para prolongar la floración (junio–septiembre).
2. Petunia (Petunia hybrida)
Clásica del verano por su floración continua, funciona igual de bien en jardineras, macetas colgantes y parterres. Las semillas son finísimas y requieren luz para germinar, así que no las entierres.
Usa un sustrato fino (turba o fibra de coco con perlita), pulveriza agua para mantener humedad y ofrece 18–22 ºC estables. Pínzala en cuanto coja vigor para estimular una planta más compacta y ramificada.
- Siembra en noviembre: en superficie, sin cubrir; germina en 10–15 días.
- Marco y cuidados: 20–25 cm; pleno sol (5–6 h/día) y riegos regulares en maceta evitando el exceso.
3. Girasol (Helianthus annuus)
Sinónimo de verano, aporta altura y un golpe visual inconfundible. En noviembre es mejor presembrar en alveolos biodegradables para minimizar el estrés por trasplante, ya que no le gusta que le molesten las raíces.
Si tu zona es muy suave (litoral andaluz, sur de la Comunidad Valenciana, Canarias), la siembra exterior puede adelantarse; en el resto, espera para plantar fuera a partir de abril–mayo. Las variedades enanas son ideales para macetas y balcones.
- Siembra en noviembre: 1–2 semillas por alvéolo a 2–3 cm de profundidad; luz abundante.
- Marco y cuidados: 40–60 cm (25–30 cm en enanos); riego profundo al principio y tutor en variedades altas.
4. Portulaca o flor de seda (Portulaca grandiflora)
Suculenta, resistente y de floración llamativa, rinde muy bien en zonas soleadas y calurosas con riegos escasos. Es perfecta para borduras, rocallas y recipientes bajos, con flores que se abren con sol intenso.
Para adelantar la temporada, siembra bajo abrigo y mantén temperaturas templadas (20–25 ºC). En climas libres de heladas puede naturalizarse y reaparecer por autosiembra.
- Siembra en noviembre: distribuir en superficie sobre sustrato arenoso; apenas cubrir con una capa finísima.
- Marco y cuidados: 15–20 cm; pleno sol y riego muy moderado, evitando abonados fuertes.
5. Milenrama (Achillea millefolium)
Admite siembra otoñal: en zonas suaves puede ir al exterior; en áreas frías, mejor semillero frío y trasplante en primavera. Retirar las inflorescencias secas anima una nueva tanda de flores.
- Siembra en noviembre: en semillero o directamente en suelo bien drenado; presionar la semilla y cubrir muy poco.
- Marco y cuidados: 30–40 cm; sol o ligera semisombra, riegos espaciados y suelo pobre o moderado.
Claves para acertar con la siembra de noviembre
Antes de sembrar, prepara un sustrato aireado con buena drenaje (mezcla universal + perlita) y desinfecta bandejas o macetas para reducir problemas fúngicos.
- Ubicación: mucha luz y calor suave; si hay poca luz natural, añade luz de cultivo 12–14 h/día.
- Riego: humedad constante sin charcos; mejor pulverizar o regar por capilaridad.
- Temperatura: protege de heladas; ventila invernaderos para evitar hongos.
- Nutrientes: no abuses del abono al inicio; comienza con dosis suaves cuando haya 2–3 hojas verdaderas.
- Calendario: trasplanta al exterior tras las últimas heladas; escalona siembras cada 2–3 semanas para floraciones prolongadas.
Beneficios de llenar la casa y el jardín de flores
Más allá de lo estético, cultivar flores ayuda a reducir el estrés, mejora el vínculo con la naturaleza en entornos urbanos y favorece rutinas saludables.
Muchas especies mejoran la biodiversidad local al atraer polinizadores y otros insectos beneficiosos, y contribuyen a espacios más agradables en casa y comunidad.
Planificando ahora las siembras bajo abrigo y eligiendo especies que toleren el arranque en interior, es sencillo llegar al verano con un estallido de color continuo: zinnias y petunias para macetas, girasoles (también enanos) para un toque vertical, portulacas para zonas muy soleadas y milenramas para un aire natural y de bajo mantenimiento.
