España es bien conocida por su increíble riqueza en especies de setas comestibles. En los últimos años, los ecologistas se han visto desconcertados por el descubrimiento de al menos tres especies de setas exóticas que invaden tierras españolas.
Estas nuevas especies invasoras se conocen coloquialmente como hongos pulpo o calamar, hongos percebe, y otras numerosas variedades de dudosa procedencia. Su presencia ha provocado debates sobre su impacto en el medio ambiente, especialmente en las zonas urbanas.
Hongos pulpo o calamar
La armillaria tabescens, también conocida como hongo pulpo o calamar, es una especie exótica originaria de Norteamérica. Aparece en oleadas a finales de verano y en otoño, y ha resultado casi imposible de erradicar para los micólogos españoles.
Este hongo en particular se distingue por sus rizomorfos largos y pegajosos que recuerdan a los tentáculos de un pulpo o un calamar.
A pesar de sus complejidades visuales, carece de perfiles de sabor distintivos, y suele utilizarse para recetas tradicionales como la crema de setas. En los últimos años, a medida que han ido subiendo las temperaturas en España, la seta de pulpo o calamar ha ido apareciendo también en zonas del norte, como el País Vasco y Cantabria.
El hongo percebe
El hongo percebe es una curiosa especie exclusiva de las costas españolas. Con cierto parecido al percebe utilizado en la cocina griega y gallega, este hongo puede alcanzar un tamaño de hasta 30 cm.
La forma del tallo, en forma de flagelo blanquecino con anillos octogonales, está siempre intacta. El catador del percebe fungus es la característica más llamativa de la especie, pues se parece a una manzana dulce y melosa.
Los lugareños de las costas mediterráneas conocen y recolectan este manjar desde hace siglos, pero ahora el hongo también se puede encontrar en el interior, aunque la razón aún está por descubrir.
Especies de origen tropical que invaden España
España se ha visto invadida por varias especies de hongos de origen tropical. Algunas de las más comunes son Leucoagaricus, Psilocybe y Panellus stipticus, entre otras.
Estas especies suelen ser de color blanco o blanquecino y pueden encontrarse creciendo sobre madera en descomposición, pero también en árboles vivos y en el sotobosque, es decir en la vegetación que se forma bajo los arbustos en el bosque. Suelen encontrarse en zonas boscosas, pero también en zonas urbanas.
Aunque especies suelen ser inofensivas para el ser humano y los animales domésticos, igualmente pueden ser invasoras de las plantas autóctonas y causar daños a los ecosistemas en los que se establecen.
También pueden ser perjudiciales para la economía, ya que pueden reducir el valor de los productos de madera e influir negativamente en la fabricación de esos productos.
Carbón del Maíz: ¿Qué es y de dónde viene?
Además de los hongos no autóctonos, España se ha enfrentado a un desafío totalmente distinto en forma de la infección llamada «carbón del maíz» (corn smut). Pero, ¿qué es y de dónde procede? Y, lo que es más importante, ¿qué daños causa?
Carbón del maíz, es una enfermedad fúngica de las plantas causada por el patógeno Ustilago maydis. Es originaria de América y se registró por primera vez en México. Desde entonces, el tizón del maíz se ha extendido a otras partes de América, así como a Europa y otras partes del mundo.
En España, se ha detectado el tizón del maíz en las regiones de Aragón, Cataluña, Castilla León, Extremadura, Galicia y Navarra. Esto ha suscitado preocupación en las comunidades agrícola y de investigación biológica españolas, ya que supone una amenaza para la industria del cultivo de cereales.
Daños causados por hongos invasores y tizón del maíz
Los daños causados por especies invasoras de hongos y tizón del maíz pueden variar en función de la especie de que se trate y del tamaño de su población.
En algunos casos, los hongos invasores pueden competir con las especies autóctonas por los recursos, provocando la degradación de los ecosistemas. En otros casos, pueden infectar a animales domésticos y plantas, provocando enfermedades y muertes.
Prevención y control de los hongos invasores y del tizón del maíz
La mejor forma de prevenir la propagación de los hongos invasores y del tizón del maíz es evitar su transferencia entre regiones. Esto puede conseguirse limpiando suelo, plantas y cualquier otro material agrícola que pueda contener las esporas del patógeno.
Además, es importante educar a los agricultores, jardineros y otras personas sobre la importancia de la identificación real de las especies y las mejores prácticas de gestión.
Si una infección de hongos invasores o tizón del maíz es grave, pueden aplicarse fungicidas específicos para controlar el crecimiento de la población.
Sin embargo, es importante tener precaución al utilizar controles químicos, ya que pueden dañar a otros organismos beneficiosos y contaminar el medio ambiente.
El problema de las especies invasoras
Estas especies de setas se descubrieron originalmente en las regiones más frías y húmedas del mundo. Sin embargo, en los últimos años, debido al cambio climático, las temperaturas han aumentado, lo que está animando a estos hongos exóticos a trasladarse a zonas más problemáticas.
Esta invasión puede tener consecuencias sorprendentes en el ecosistema habitual de la región. Estas especies exóticas pueden superar fácilmente a sus homólogas originales, desplazándolas y alterando desfavorablemente el ecosistema.
Propuesta para combatir la invasión
Para evitar que estas especies exóticas sigan alterando el ecosistema, los expertos proponen un plan doble. En primer lugar, los gobiernos locales deberían tomar cartas en el asunto y empezar a recolectar estos hongos en grandes cantidades, lo cual debilitaría a las especies invasoras impidiéndoles superar a las especies locales.
En segundo lugar, algunas empresas tecnológicas han estado desarrollando una aplicación para identificar cada seta en unos segundos, lo que puede facilitar el trabajo a las autoridades y volverlo más efectivo.
Impacto en las zonas urbanas
Además de cambiar el equilibrio de los ecosistemas nacionales, estas especies invasoras también afectan a las zonas urbanas. Estos hongos exóticos pueden aparecer en cualquier lugar, desde calles y zonas residenciales hasta vías férreas.
Esto podría causar molestias y peligros a los viajeros, ya que el micelio de la seta, la parte central del hongo responsable de su reproducción, podría dañar el subsuelo de las carreteras, caminos y aceras.
Para finalizar, las setas exóticas conocidas como setas pulpo o calamar y el hongo percebe están empezando a invadir partes de España. Están causando daños a los ecosistemas del país. Además, también se ha detectado en España el patógeno del tizón del maíz, que supone una amenaza para la industria cerealista del país.
Es importante prevenir la propagación de estos organismos mediante la limpieza de suelos, plantas y material agrícola y educar a agricultores, jardineros y otras personas sobre identificación de especies y mejores prácticas de gestión.
En caso de infecciones graves, pueden aplicarse fungicidas específicos para controlar el crecimiento de la población.
Para combatir la invasión, los expertos proponen un plan de captura y recolección de las setas a gran escala. Además, la oleada de setas en zonas urbanas también se está convirtiendo en una necesidad a combatir. Sólo el tiempo dirá cuáles serán los efectos de estas setas de moda e invasoras.
Algo muy importante es fomentar la conservación de las especies autóctonas erradicando las especies invasoras para evitar su propagación y que ponga en peligro el ecosistema, los cultivos, la flora y la fauna, incluso la vida humana.