El limonero (Citrus x limon) es uno de los frutales de hoja perenne más apreciados tanto en jardines como en huertos y terrazas. Su fragancia, la productividad temprana y la facilidad de cultivo, incluso en maceta, hacen que sea uno de los cítricos preferidos por expertos y aficionados. Sin embargo, uno de los problemas que más preocupa a los jardineros y cultivadores es el amarilleamiento de las hojas del limonero. Este síntoma, lejos de ser solo un inconveniente estético, puede deberse a desequilibrios nutricionales, hídricos, problemas ambientales o ataques de plagas, y es fundamental saber interpretarlo y actuar a tiempo para evitar que la salud del árbol se deteriore.
¿Por qué se vuelven amarillas las hojas del limonero?

El limonero es un árbol de gran tamaño, llegando a alcanzar de 5 a 7 metros si no se poda. Su exuberancia y resistencia a la poda permiten que se adapte tanto a cultivos en suelo como en maceta, pero como todos los cítricos, es sensible a variaciones en su entorno y cuidados.
El amarilleo de las hojas suele ser un indicador de que algo no marcha bien. Entre las causas más habituales se incluyen:
- Deficiencias nutricionales (hierro, manganeso, nitrógeno, zinc o magnesio)
- Falta o exceso de agua y problemas de drenaje
- Mala aireación de las raíces o sustratos compactados/arcillosos
- Ataque de plagas como cochinillas, pulgones, araña roja o minador de los cítricos
- Estrés ambiental o ubicación inadecuada (frío, calor extremo, poco sol)
- Enfermedades radiculares o fúngicas por exceso de humedad

Identificar cuál es la causa concreta en cada caso es fundamental para tomar la solución adecuada y salvar el limonero.
Síntomas de hojas amarillas y cómo identificarlos

Las hojas amarillas no siempre se presentan de la misma forma. Observar con detenimiento el patrón de amarilleo te dará pistas sobre el origen del problema:
- Amarilleo entre nervaduras (clorosis): Indica deficiencia de hierro (clorosis férrica), muy frecuente en suelos calcáreos o con agua dura. Las hojas jóvenes se ven más afectadas.
- Hojas completamente amarillas y caída de hojas viejas: Puede deberse a falta de nitrógeno. Suele empezar en hojas adultas y avanzar hacia las más jóvenes.
- Amarilleo en bordes y puntas, a veces con necrosis: Puede señalar carencia de zinc o manganeso. En casos de zinc, las hojas nuevas se ven arrugadas y amarillas entre nervios; si es manganeso, el moteado es irregular y puede aparecer más en estaciones frías.
- Hojas pálidas y blandas: Señal de déficit de magnesio o mala absorción de nutrientes por sustrato agotado.
- Amarilleo generalizado tras trasplante o en primavera: Indica agotamiento del sustrato, muy común en limoneros cultivados en maceta.
- Manchas amarillas dispersas, deformación, puntos negros: A menudo, signos de plagas como minador, cochinilla o ataques fúngicos.
Principales causas del amarilleamiento en el limonero
A continuación se detallan las causas más frecuentes, sus síntomas asociados y cómo diferenciar unas de otras:
Deficiencias de nutrientes en el limonero
Las carencias nutricionales son la causa más común y pueden deberse a suelos pobres, sustratos agotados, pH inadecuado o mala absorción por problemas en las raíces.
Falta de hierro (clorosis férrica)
- Síntoma: Hojas nuevas con amarilleo entre nervaduras, nervios verdes e incluso hojas casi blancas si es grave.
- Causa: Suelos alcalinos o calizos, agua dura, exceso de cal que bloquea el hierro en el suelo.
- Corrección: Aplicar quelato de hierro o sulfato de hierro en el riego o al pie del árbol, según indicaciones del fabricante. Muy importante no mojar las hojas (puede causar quemaduras).
Falta de nitrógeno
- Síntoma: Amarilleo que empieza en las hojas más viejas, caída de hojas, reducción de crecimiento.
- Causa: Abonado insuficiente, sustrato agotado, competencia con gramíneas u otras plantas próximas.
- Corrección: Abonar con fertilizantes ricos en nitrógeno, preferiblemente ecológicos como humus de lombriz, compost, estiércol maduro o fertilizantes líquidos específicos para cítricos.
Falta de zinc
- Síntoma: Hojas nuevas amarillas entre nervios, hojas arrugadas, brotes nuevos con enanismo, necrosis en puntas.
- Causa: Suelos pobres, pH alto, exceso de fertilización nitrogenada, bloqueos de absorción.
- Corrección: Aplicar corrector de zinc vía foliar o al sustrato, seguir las dosis según fabricante. Vigilar el pH del suelo.
Falta de manganeso
- Síntoma: Hojas jóvenes con manchas moteadas amarillas, patrón irregular, sin enanismo.
- Causa: Suelos calcáreos, riegos con agua dura, sustratos agotados. En invierno puede verse más acentuado y revertir en primavera/verano.
- Corrección: Aportar abonos ricos en manganeso o aplicar correctores, especialmente si el síntoma persiste en la época de calor.
Falta de magnesio
- Síntoma: Hojas adultas pálidas, blandas o con amarilleo entre nervaduras, pudiendo avanzar hacia puntas o bordes.
- Causa: Sustratos lavados, exceso de potasio, déficit en maceta.
- Corrección: Aplicación de sales de Epsom (sulfato de magnesio) según dosis indicada.
Sustrato agotado o mala nutrición general
- Síntoma: Amarilleo generalizado, hojas pequeñas, crecimiento lento.
- Causa: Falta de abonado, macetas sin renovación de tierra cada 2-3 años, mezclas pobres.
- Corrección: Renovar capa superficial de sustrato, realizar trasplante si es posible, abonar con productos completos para cítricos.
Problemas de riego: exceso y falta de agua
- Exceso de agua: Las raíces se asfixian, pierden capacidad de absorber nutrientes y la planta muestra hojas amarillas, caída súbita, síntomas de pudrición (olor desagradable en la tierra). Conoce más sobre problemas de exceso de riego y sus efectos en las plantas
- Síntomas: Hojas bajas amarillas, suelo encharcado, raíces blandas o negras.
- Solución: Suspender riego hasta que el sustrato seque. En caso grave, trasplantar a tierra aireada y seca; aplicar fungicida polivalente para evitar hongos.
- Falta de agua: El árbol se deshidrata, primero amarillean las hojas nuevas y luego las viejas; pueden tornarse marrones y caerse.
- Síntomas: Suelo seco, hojas secas y caídas, debilidad general.
- Solución: Regar abundantemente, colocar plato con agua bajo la maceta y dejarlo absorber durante 30 min, después retirar exceso. Ajustar frecuencia de riego según clima y estación.
Problemas de drenaje y aireación radicular
El limonero necesita suelo suelto, bien aireado y con buen drenaje. Los suelos compactos o arcillosos, así como las macetas sin orificio, favorecen el encharcamiento y asfixian las raíces.
- Síntomas: Igual que exceso de riego. Raíces negras, mal olor, crecimiento pobre, hojas cloróticas y caída prematura.
- Solución: Mejorar el drenaje incorporando arena, perlita u otro sustrato ligero. Trasplantar a un recipiente mayor y con orificios, renovar tierra o sustrato específico para cítricos.
Plagas habituales que pueden provocar hojas amarillas
- Cochinillas: Se presentan como pequeñas lapas marrones o bolitas de algodón. Debilitan el árbol al succionar savia y pueden provocar amarilleo y caída de hojas.
- Araña roja: Insecto minúsculo que causa manchas amarillas en el envés de la hoja y puede instalar telarañas finas. Necesita ambiente seco para proliferar.
- Minador del limonero: Provoca líneas plateadas o blanquecinas en hojas jóvenes, que posteriormente amarillean y se secan.
- Pulgones: Pequeños insectos verdes, negros o anaranjados que se agrupan en brotes jóvenes, causando debilidad y amarilleamiento.
Soluciones ecológicas: Utilizar trampas adhesivas amarillas para pulgón y minador, tierra de diatomeas contra cochinilla y araña roja, o jabón potásico en plagas leves. Para ataques graves, insecticidas específicos para cítricos siguiendo siempre instrucciones del fabricante.
Factores ambientales, ubicación y estrés
No sólo la nutrición y el riego afectan. El limonero puede amarillear por:
- Ubicación poco soleada: Necesita al menos 6 horas de sol directo. En sombra, debilita y amarillea.
- Estrés térmico: Cambios bruscos de temperatura, heladas tardías o calor extremo pueden causar caída de hojas y coloración anómala.
- Viento fuerte: Deshidrata rápidamente, especialmente en ejemplares jóvenes o en maceta.
Coloca siempre el limonero en un lugar protegido de vientos fríos, bien iluminado y alejado de paredes o suelos que acumulen calor excesivo en verano.
Especial atención al cultivo en maceta: puntos críticos
El cultivo en maceta es ideal para terrazas y huertos urbanos, pero requiere especial vigilancia. Los limoneros en maceta tienden a mostrar amarilleo más rápidamente por agotamiento del sustrato, falta de espacio para las raíces y dependencia absoluta del riego y la fertilización aportados por el jardinero.
- Renueva el sustrato cada 2-3 años o haz un cambio superficial, sustituyendo al menos los primeros 5 cm de tierra en ejemplares grandes.
- Elige siempre macetas con buen drenaje. Evita los platos bajo la maceta, o retíralos tras el riego.
- Abona con frecuencia durante el periodo de crecimiento (primavera-verano) usando fertilizantes líquidos específicos para cítricos, ricos en nitrógeno, fósforo, potasio y microelementos (hierro, zinc, magnesio, manganeso).
- Riega moderadamente: más en verano y menos en invierno, evitando encharcar.

Una vez identificada la causa, te recomendamos estos pasos específicos para recuperar la salud del limonero:
- Observa bien los síntomas y determina la causa: Revisa si el amarilleo es generalizado o localizado, si afecta a hojas jóvenes o viejas, si hay manchas, necrosis, plagas visibles o si el sustrato está encharcado.
- Ajusta el riego: Corrige la frecuencia según clima y estación. En suelos compactos o macetas sin drenaje, realiza trasplante. Si el problema es por sequía, riega copiosamente. Si es por exceso de agua, deja secar y aplica fungicida polivalente.
- Corrige los nutrientes: Aplica abonos ecológicos ricos en los nutrientes deficitarios (nitrógeno, magnesio, zinc, manganeso, hierro). Utiliza quelato de hierro si hay clorosis férrica o correctores foliares para zinc o manganeso según síntomas.
- Mejora sustrato y aireación: En suelos compactos, mezcla sustrato de cultivo para cítricos, perlita o arena gruesa. Si está en maceta, renueva la tierra y utiliza recipientes mayores cuando sea necesario.
- Combate plagas y enfermedades: Aplica tratamientos ecológicos (jabón potásico, trampas adhesivas, tierra de diatomeas), poda ramas muy afectadas, limpia hojas con agua jabonosa si hay cochinilla o pulgones.
- Controla el ambiente: Coloca en lugar soleado y protegido de corrientes y heladas. En zonas ventosas, protege las raíces y mantén humedad sin encharcar.
- Poda si es preciso: Elimina ramas muertas, dañadas o con plagas persistentes, para mejorar aireación y fortalecer el árbol.
Consejos de expertos para prevenir el amarilleo de las hojas

- Vigila el pH del suelo: El limonero prefiere suelos ligeramente ácidos. En suelos muy alcalinos, corrige con materia orgánica y aplicaciones de quelatos de hierro y correctores ácidos.
- Evita el encharcamiento y mejora el drenaje: Si el agua no drena bien, planta sobre caballones, añade arena o perlita a la tierra o utiliza macetas con agujeros grandes.
- Abona regularmente en primavera y verano, cuando el árbol reinicia el crecimiento y más nutrientes necesita.
- Poda para airear la copa y evitar acumulación de humedad que favorece plagas y enfermedades.
- Controla plagas y enfermedades desde el principio, especialmente si hay hormigas (indican pulgón o cochinilla), manchas en hojas o deformaciones.
- Utiliza mulch con corteza o paja para conservar humedad, evitar competencia de hierbas y mantener temperatura estable en raíces.
Remedios ecológicos y productos recomendados
- Humus de lombriz: Ricco en nitrógeno, mejora estructura y vida microbiana del suelo.
- Compost maduro: Favorece la retención de nutrientes y desbloquea elementos como hierro y manganeso.
- Sulfato o quelato de hierro: Imprescindible ante clorosis férrica en suelos calizos o agua dura.
- Correctores de zinc y manganeso: Usar si se identifican síntomas concretos.
- Jabón potásico y tierra de diatomeas: Remedio ecológico frente a plagas de cochinilla, pulgón y araña roja.
Cada producto debe aplicarse en la dosis recomendada y preferiblemente durante las épocas de crecimiento activo (primavera-verano).
Preguntas frecuentes y dudas habituales
- ¿Es normal que amarilleen hojas en invierno? Si el amarilleo es leve y solo afecta a unas pocas hojas viejas, puede ser parte del ciclo natural o una respuesta al frío. Si es masivo y afecta hojas jóvenes, revisa drenaje y nutrientes.
- ¿Puede deberse el amarilleo a falta de sol? Sí, aunque es raro. Si el limonero está a la sombra, trasládalo a una ubicación con más luz directa.
- ¿Cada cuánto debo abonar el limonero en maceta? Desde primavera hasta finales de verano, cada 2-3 semanas con fertilizante líquido para cítricos. En otoño e invierno, reduce la frecuencia.
- ¿El riego con agua dura puede causar hojas amarillas? Sí, la cal puede bloquear la absorción de hierro y otros micronutrientes. Usa agua de lluvia o filtrada si es posible.
Manteniendo al limonero bien nutrido, con buen drenaje y libres de plagas, lucirán fuertes, verdes y saludables durante todo el año. Ante cualquier síntoma persistente de hojas amarillas, adapta los cuidados según el diagnóstico concreto y actúa rápidamente para que tu limonero recupere vitalidad. Una observación regular y preventiva es la mejor garantía para disfrutar de un árbol sano y productivo.
