Imagen – Flickr/Forest and Kim Starr
Existen numerosas variedades de plantas a las que el ser humano les da algún uso, pero aunque hay muchas que son muy conocidas por todos, como por ejemplo aquellas que se cultivan en los huertos, hay otras que son más raras, como las del género Luffa. Estas son trepadoras anuales que reciben el nombre de esponjas vegetales, ya que sus frutos se utilizan precisamente para mantener limpia la piel.
Por lo tanto, hablamos de unas plantas con las que es posible luchar contra el cambio climático, pues nos permiten tener una esponja natural y no de plástico. Además, su ritmo de crecimiento es muy rápido, así que no tendrás que esperar mucho para que te sea útil.
Índice
Origen y características de la Luffa
Antes de nada, veamos cómo son las Luffa. Estas son herbáceas con hábito trepador originarias de América y África tropicales. Alcanzan alturas comprendidas entre los 2 y los 5 metros, de modo que son plantas que se pueden cultivar tanto en el suelo del jardín como en una maceta. Producen hojas verdes y grandes, de un promedio de 20 centímetros, aunque son sus flores y frutos lo que sin duda más nos llamará la atención.
Las flores son amarillas, miden unos 2-3 centímetros, y surgen casi siempre en racimos pero pueden hacerlo en solitario, y brotan en primavera. Sus frutos maduran hacia mediados/finales del verano, y tienen la apariencia de un calabacín; de hecho, como ellos pertenecen a la familia Cucurbitaceae ya que están muy emparentados.
Variedades o tipos de Luffa que se pueden cultivar
Hay unas cuantas especies de Luffa que debes conocer. Aunque todas necesitan los mismos cuidados, son un poco diferentes:
Luffa acutangula
Imagen – Flickr/Dinesh Valke
Conocida como estropajo de Cuba o estropajo luffa, es una planta herbácea que tiene hojas grandes, de 20 centímetros, y lobuladas. Las flores son amarillas, y pueden agruparse en racimos o aparecer en solitario. El fruto mide 20 centímetros de largo, a veces 25cm, y tiene líneas longitudinales de color verde oscuro.
Luffa aegyptiaca
Imagen – Wikimedia/RoRo.
Es la especie de luffa más cultivada. Se conoce como esponja vegetal o estropajo. Sus hojas son lobuladas, verdes, y miden unos 25 centímetros. El fruto es alargado, y mide 30 centímetros, siendo el más grande del género.
Luffa cylindrica
Imagen – Flickr/Bernard DUPONT
Es una trepadora con hojas ovado-cordadas, de color verde. Sus flores son también amarillas, al igual que las demás esponjas vegetales. Y el fruto es alargado, verde y con líneas longitudinales de color más oscuro. Se parecen mucho a los de la Luffa acutangula, pero esta los produce más pequeños y con costillas más pronunciadas.
¿Cómo se cultiva?
Imagen – Wikimedia/H. Zell // Luffa operculata
La Luffa es una planta excepcional. Sus semillas germinan en cuestión de días, y una vez lo hacen, crecen rápidamente. Además, produce tantas hojas que llega a dar una sombra muy agradable. Por si fuera poco, tiene flores amarillas que brotan durante la primavera, y después maduran sus frutos. A continuación te explicamos cómo cultivar esponja vegetal.
Materiales que vas a necesitar
- Semillero: puede ser una maceta, aunque es mejor una bandeja de semillero (en venta aquí). Esta permite sembrar muchas semillas y tener un control mejor sobre ellas.
- Maceta o suelo: una vez que las plantitas midan, como mínimo, 10 centímetros, tendrás que decidir si plantarlas en macetas más grandes o directamente en el suelo. En el primer caso, es importante que te asegures de que la maceta tiene agujeros en su base; en el segundo, la tierra tiene que ser fértil y tener buen drenaje.
- Sustrato: tanto para el semillero como para, dado el caso, la maceta. Te será útil el sustrato de cultivo universal (en venta aquí).
- Regadera con agua: la regadera ha de tener su alcachofa para que el agua salga más fina y no con tanta potencia. Dicha agua tiene que ser de lluvia preferentemente, pero también servirá cualquiera que sea apta para consumo.
- Tutores o soporte para trepar: arcos, celosías, muros, tutores (en venta aquí),… es necesario que la Luffa cuente con un soporte.
Paso a paso
- Llena el semillero con el sustrato, casi del todo. Presiona un poco cuando termines, ya que así la tierra se compactará y podrás ver si tienes que echar más.
- Riega. La tierra tiene que estar húmeda antes de colocar las semillas en su superficie.
- Siembra las semillas, procurando que queden separadas las unas de las otras. Si las vas a cultivar en una bandeja de semillero, pon dos en cada alvéolo; y si las vas a tener en una maceta, esta debe medir unos 10 centímetros para sembrar en ella un máximo de dos semillas.
- Cúbrelas con una fina capa de sustrato. Así no quedarán demasiado expuestas y podrán germinar mejor.
- Por último, coloca el semillero al aire libre, en un lugar soleado.
A partir de aquí, tienes que ir regando de vez en cuando por el método de la bandeja; es decir, tienes que ponerle un plato o una bandeja debajo del semillero, e ir llenándoselo cada vez que veas que la tierra se empiece a ver seca. Una vez que las plántulas midan unos 10 centímetros o más, podrás plantarlas en macetas más grandes o en el huerto.
En caso de optar por cultivar Luffa en el suelo, es importante que haya un metro de separación entre plantas; de lo contrario su desarrollo no sería el esperado, ya que sus tallos se entrelazarían y se podría dar el caso de que alguna diera demasiada sombra a otro ejemplar, debilitándolo.
Mantenimiento de la planta esponja vegetal
Imagen – Wikimedia/Forest and Kim Starr
La esponja vegetal es una planta que no necesita cuidados especiales. De hecho, solo has de procurar que no le falte luz solar, e ir regando un par de veces por semana pues no resiste la sequía. Pero también es importante que se abone con el fin de conseguir una mayor producción de frutos.
El abonado se hará durante toda la temporada, es decir, desde que mide unos 10 centímetros de altura y se pasa a una maceta más grande o en el suelo, hasta que termina de florecer. Siempre se deben usar abonos orgánicos, como el estiércol de animales herbívoros o compost por ejemplo; de este modo no se correrá ningún riesgo.
Quizás el único inconveniente es que es vulnerable a muchos insectos que se convierten rápidamente en plagas, como los pulgones o áfidos (Aphis), minadores de hojas (Liriomyza), ácaros (Tetranychus), mosca blanca (Aleurodes), perforadores del tallo (Melittia cucurvitae), y gusanos del fruto (Diaphania). Por suerte, es posible minimizar y mucho el riesgo de que la ataquen si se elimina la maleza, y se mantiene la planta bien regada y abonada.
Además, es posible controlar las plagas con tratamientos preventivos y repelentes. Por ejemplo, las trampas adhesivas amarillas (en venta aquí) controlan la mosca blanca, los pulgones y los ácaros, y la tierra de diatomeas (en venta aquí) es útil contra prácticamente cualquier insecto pequeño, que mida 1 centímetro o menos.
Cosecha de Luffa
Cuando termine de florecer, la Luffa producirá sus frutos que podrás coger de forma manual cuando alcancen su tamaño definitivo; es decir, cuando midan aproximadamente 20-25 centímetros de largo, y sean de color verde. Luego, solo tienes que pelarlos y ya tendrás tu esponja vegetal.
¿Te animas a cultivar esponja vegetal? Aquí puedes comprar semillas:
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2 comentarios, deja el tuyo
En que temporada puedo plantarla?
Hola Ana Isabel.
La primavera es buena época, cuando las heladas han pasado.
Que vaya bien la siembra 🙂