Las plantas de ajos son unas de las que no deberían de faltar en ningún huerto ni macetohuerto. Son muy fáciles de cultivar, y además que tienen múltiples usos tanto como culinarias, como medicinales. Pero, ¿sabes cuál es la mejor luna para sembrar ajos?
De entrada, te puedo decir que se siembran a comienzos de primavera (se puede incluso a finales de invierno si el clima es cálido o suave) o en otoño. Pero si somos de los que nos gusta seguir el calendario lunar de siembra, tendremos que escoger la fase lunar más adecuada.
¿Cuál es el efecto de la luna en las plantas?
La Luna, el satélite del planeta en el que vivimos, tiene un importante efecto, no solo en las mareas, sino también en las plantas (y hay quien dice que hasta en los humanos, especialmente cuando está llena, pero ese es otro tema 🙂 ). Pero además, dependiendo de la fase en la que se encuentre, veremos unos efectos u otros:
- Cuarto creciente: el crecimiento de las plantas es equilibrado al haber más luz. En esta fase es buen momento para sembrar las semillas, ya que germinarán antes y mejor.
- Luna llena: en esta fase la savia se moviliza con más rapidez por toda la planta, desde las raíces hasta las hojas, flores y frutos. Esto es debido a que la luz se va incrementando, de modo que es buen momento para hacer trasplantes.
- Cuarto menguante: en esta fase los rayos lunares van perdiendo intensidad, por lo que las hojas irán creciendo cada vez menos.
Si tenemos que trasplantar o realizar tratamientos anti-plagas, ahora es la ocasión ideal. - Luna nueva: en esta fase los rayos lunares pierden todavía más intensidad, y el crecimiento de las plantas se ralentiza más.
¿Qué tareas realizar? Básicamente, de mantenimiento: entutorados, eliminación de chupones y plantas que salgan de forma espontánea, o abonar con material orgánico (compost, humus, etc.).
¿Qué Luna es la mejor para sembrar ajos?
Hace tiempo leí en un sitio a una persona cuyo tío, que era hortelano, le dijo…:
Cuando la luna mengua se siembra todo lo que va hacia abajo y cuando la luna crece se siembre todo lo que va hacia arriba.
Y es que la sabiduría popular, en este caso, de los agricultores que llevan trabajando la tierra durante toda su vida (o buena parte de ella), no falla nunca. Si queremos mejores ajos, lo más recomendable es plantarlos en luna menguante.
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