La Lysimachia nummularia, conocida como la planta de la moneda, es una especie muy interesante si tenemos necesidad de cubrir un suelo que no termina de gustarnos, o incluso plantada en una maceta colgante para decorar por ejemplo el porche o patio.
Su mantenimiento es muy sencillo; de hecho, al tener un crecimiento rápido y ser muy adaptable se hace necesario podarla de vez en cuando, pero por lo demás, sus flores son tan bonitas que aportan alegría allá donde estén. Descúbrela.
Origen y características
Nuestra protagonista es una planta perenne y rastrera cuyo nombre científico es Lysimachia nummularia. Popularmente se la conoce como la planta de la moneda, monetaria, euro, o hierba de la moneda, y es nativa de Europa. A día de hoy se encuentra también en América del Norte, donde se la considera invasiva en algunas zonas.
Desarrolla tallos que crecen arrastrándose por el suelo, y de ellos brotan hojas con forma de corazón de un color verde muy bonito. Las flores son amarillas, y aparecen en gran número en verano. La variedad ‘Aurea’ tiene las hojas y tallos dorados.
¿Cuáles son sus cuidados?
Si te gustaría tener un ejemplar, te recomendamos proporcionarle los siguientes cuidados:
- Ubicación: ha de estar en el exterior, ya sea en semisombra o en sombra total.
- Tierra:
- Maceta: la Lysimachia nummularia es fácil de tener en recipiente con sustrato de cultivo universal.
- Jardín: crece en todo tipo de suelos.
- Riego: frecuente en verano, algo más escaso el resto del año. Regar unas 3 o 4 veces por semana durante la temporada cálida, y cada 4-5 días el resto.
- Abonado: en primavera y verano con abonos ecológicos una vez al mes, pero no es muy necesario.
- Poda: recortar siempre que sea necesario.
- Multiplicación: semillas, esquejes y división de mata en primavera.
- Rusticidad: resiste hasta los -5ºC.
¿Qué te ha parecido la Lysimachia nummularia? ¿La conocías?