Imagen – Wikimedia/Leslie J. Mehrhoff
La Lysimachia nummularia, conocida como la planta de la moneda, es una especie muy interesante si tenemos necesidad de cubrir un suelo que no termina de gustarnos, o incluso plantada en una maceta colgante para decorar por ejemplo el porche o patio.
Su mantenimiento es muy sencillo; de hecho, al tener un crecimiento rápido y ser muy adaptable se hace necesario podarla de vez en cuando, pero por lo demás, sus flores son tan bonitas que aportan alegría allá donde estén. Descúbrela.
Contenido del artículo
Origen y características
Imagen – Flickr/Ettore Balocchi
Nuestra protagonista es una planta perenne y rastrera cuyo nombre científico es Lysimachia nummularia. Popularmente se la conoce como la planta de la moneda, monetaria, euro, o hierba de la moneda, y es nativa de Europa. A día de hoy se encuentra también en América del Norte, donde se la considera invasiva en algunas zonas.
Desarrolla tallos que crecen arrastrándose por el suelo, y de ellos brotan hojas con forma de corazón de un color verde muy bonito. Las flores son amarillas, y aparecen en gran número en verano. La variedad ‘Aurea’ tiene las hojas y tallos dorados.
¿Cuáles son sus cuidados?
Lysimachia nummularia var. aurea
Imagen – Flickr/Stefano
Si te gustaría tener un ejemplar, te recomendamos proporcionarle los siguientes cuidados:
- Ubicación: ha de estar en el exterior, ya sea en semisombra o en sombra total.
- Tierra:
- Maceta: la Lysimachia nummularia es fácil de tener en recipiente con sustrato de cultivo universal.
- Jardín: crece en todo tipo de suelos.
- Riego: frecuente en verano, algo más escaso el resto del año. Regar unas 3 o 4 veces por semana durante la temporada cálida, y cada 4-5 días el resto.
- Abonado: en primavera y verano con abonos ecológicos una vez al mes, pero no es muy necesario.
- Poda: recortar siempre que sea necesario.
- Multiplicación: semillas, esquejes y división de mata en primavera.
- Rusticidad: resiste hasta los -5ºC.
¿Qué te ha parecido la Lysimachia nummularia? ¿La conocías?