La Mucuna pruriens, también conocida como grano de terciopelo, frijol de terciopelo, pica, picapica, chiporro, ojo de buey y muchos otros nombres, es una leguminosa tropical. Pero, ¿qué más sabes de ella?
A continuación te dejamos una guía para que conozcas este arbusto y puedas descubrir sus características, propiedades y los motivos por los que ahora es muy conocido y utilizado.
Características de la Mucuna pruriens
Vamos a empezar aclarándote todo lo que debes saber sobre la Mucuna pruriens. Se trata de un arbusto trepador que es anual (lo que quiere decir que pierde las hojas en invierno para volver a sacarlas en primavera). Sus enredaderas son bastante largas, llegando incluso a alcanzar los 15 metros de largo.
Su hábitat natural es la India, desde las islas Andaman y Nicobar. Sin embargo, lo cierto es que está muy distribuida por las regiones de Asia y los trópicos. Incluso ahora se puede encontrar en otros lugares debido a las propiedades que se saben de ella y al uso cada vez más extendido de ella.
Algo llamativo en la planta es que, cuando esta es joven, verás que está cubierta por completo de pelos y, conforme pasan los años podríamos decir que se queda calva.
En cuanto a las hojas, son ovadas, tripinadas y de forma romboidal.
La Mucuna pruriens es una planta que florece de una forma curiosa. Para empezar, sus flores pueden ser blancas, moradas o color lavanda. Están dispuestas en panículas axilares que pueden medir entre 15 y 32 centímetros y cada una puede tener un mínimo de dos flores, o encontrarte con que echa muchas. Junto a ellas también verás crecer hojitas, más pequeñas que las habituales, puesto que estas miden unos 12,5cm.
El periodo de floración de la Mucuna pruriens es bastante rápido. Desde que la plantas hasta que florece apenas pasan 120-125 días, eso es aproximadamente unos 4 meses. Además, seguirá floreciendo hasta que, a los 180-200 días empiece a tener los frutos.
Ahora bien, debes tener cuidado con las flores y las vainas (donde encontrarás las semillas) porque estas están cubiertas de un pelo de color blanco o crema y al contacto con la piel te picará mucho. Es un mecanismo de defensa que tiene la planta. Por eso, si en algún momento quieres coger las semillas, debes procurar hacerlo con unos buenos guantes para evitar problemas en la piel.
En cuanto a las vainas, debes saber que estas pueden pedir de 4 a 10 centímetros de largo y de 1 a 2 de ancho. Dentro te encontrarás con un máximo de 7 semillas, todas ellas redondas o aplanadas y de entre 1 y 1,9 cm de largas y entre 0,8 y 1,3 de anchas.
Cuidados de la Mucuna pruriens
Tener Mucuna pruriens no es habitual. Pero lo cierto es que sus cuidados no son demasiado complicados y podría servirte como enredadera al tiempo que disfrutas de sus propiedades.
Para ellos, los cuidados más importantes que debes proporcionarle son los siguientes:
- Una tierra a poder ser franco-arenosa. Le gusta que tenga un buen drenaje y que el pH del sustrato sea de entre 5,50 y 7,50.
- Una temperatura media de 15ºC en invierno y de 38ºC en verano. Se adapta a cualquier clima, desde uno húmedo a uno seco. Por eso no debes preocuparte.
- Un riego mensual en invierno y quincenal en verano.
- Abonado para mejorar la producción de las vainas y las semillas.
- Controlar las plagas y enfermedades, como puede ser la oruga peluda (es la que más daño puede hacerle).
En cuanto a la reproducción, no hay duda de que la manera de hacerlo es a través de las semillas. Estas han de limpiarse cuando se sacan de la vaina y dejar que se sequen para ser plantadas en primavera, que será el momento en que puedas ponerlas y en cuestión de unos 4 meses deberían estar listas para ir floreciendo. Aun así, seguirán creciendo y desarrollándose, por lo que tendrás que podarlas para controlar que no invadan el espacio de otras plantas (o zonas donde no quieras que estén).
Usos
Fuente: SuperSmart
Dentro del reino vegetal, no hay duda de que la Mucuna pruriens es una de las plantas con mayor uso, no solo decorativo, sino medicinal sobre todo.
Tradicionalmente, se usaba (y se usa) en la medicina India. Se sabe que se utilizaba desde hace años e incluso siglos. Por ejemplo, hay escritos en los que dejan claro que uno de los usos de la Mucuna pruriens es el afrodisíaco. Pero también como tónico geriátrico, como vermífugo, para tratar la menstruación, en el estreñimiento, la fiebre, para tuberculosis…
Es más, hace más de 4500 años, los médicos ayurvédicos de la antigua India utilizaban la Mucuna pruriens para tratar el Parkinson. Y si nos vamos más cerca, en las formulaciones de fármacos indígenas, en más de 200 está presente esta planta.
Pero, ¿qué nos ofrece?
- Sus semillas tienen L-DOPA, que es un aminoácido no proteico que actúa sobre el estado anímico, sobre la sexualidad y también sobre el movimiento.
- Además, contienen otros aminoácidos que son igualmente importantes como por ejemplo serotonina, nicotina…
- En cuanto a las hojas, también ellas tienen L-DOPA, aunque en menor cantidad que las semillas.
Todo esto hace posible utilizar esta planta (sobre todo en el caso de las semillas) para tratar varios problemas de salud. Por ejemplo:
- Problemas del tracto urinario.
- Problemas neurológicos. No solo del Parkinson. De hecho, se dice que con solo 30 gramos de polvo de semilla se nota cómo los pacientes mejoran, no al punto de curarlos, pero sí para tratar y mantener la enfermedad a raya.
- Tratamiento de la menstruación.
- Edemas.
- Úlceras.
- Elefantiasis.
- Helmintiasis.
- Problemas antidepresivos. Especialmente en casos de neurosis depresiva.
- Reduce la glucosa en sangre. Pudiendo ayudar a controlar mejor la diabetes en personas que la tienen (o en aquellas que están a punto de desarrollarla).
- Actúa contra el veneno. Sobre todo, y según los estudios, el de las mordeduras de serpiente.
- Afrodisíaco. En el caso del hombre, mejorando el estrés psicológico, el conteo de espermatozoides y la motilidad de estos. También mejora la calidad del semen y la actividad sexual.
La forma de consumo actual de la Mucuna pruriens es a través de cápsulas (se toman una vez al día por periodos) y aunque no es muy conocida, por ahora, sí que llama la atención por todas las propiedades que tiene. ¿Las has probado alguna vez?