Nociones básicas de jardinería

Es necesario tener algunas nociones de jardinería para cuidar plantas

Los humanos tenemos una muy estrecha relación con la naturaleza; no en vano, nuestra existencia depende en gran medida de ella. Por suerte, aunque no todos vivimos en el campo, sí que todos podemos tener alguna o varias plantas. Algunas de ellas pueden ser por ejemplo para consumo, como lechugas o tomateras, y otras para embellecer el lugar.

Sin embargo, es necesario tener algunas nociones básicas de jardinería para, primero, saber qué cuidados darles a los cultivos en cada momento del año, y segundo para disfrutar realizando dichas tareas y de los resultados que vamos obteniendo. Pero, ¿cuáles son?

Riego

Las plantas en maceta se riegan mejor con regadera

Todas las plantas necesitan agua. Pero es importante tener siempre presente que es mejor quedarse corto que pasarse, ya que es más fácil recuperar una planta seca que otra que ha sufrido daños como consecuencia del exceso de riego. Esto es así porque cuando se riega de más, las raíces se quedan sin oxígeno, se debilitan, y por consiguiente se vuelven vulnerables a las infecciones provocadas por los hongos parásitos. Y es muy difícil eliminarlos.

El mejor momento para regar es a última hora de la tarde, especialmente durante el verano o si vives en una región árida o semi-árida. Ahora bien, hay una excepción: si tienes plantas en sombra, a las que no les da nunca el sol, y justamente el día que toca regarlas tienes que salir, no hay problema en hacer dicha tarea por la mañana por ejemplo.

Por otro lado, cuando riegues, riega bien. Es decir, no hay que echar un poquito cada vez, no. Un buen riego es aquel que deja la tierra húmeda, puesto que es esa la única manera de lograr que las raíces se hidraten correctamente. Así pues, echa agua hasta que se salga por los agujeros de la maceta, o hasta que veas que la tierra está empapada en caso de estar en el suelo.

Plantación de plantas en el jardín

En un jardín interesa que las plantas tengan cierto espacio para poder crecer. Es un error muy común plantarlas muy juntas, y que con el paso de los años vayan muriendo como consecuencia de la competitividad que se ha creado entre ellas para conseguir agua y nutrientes. Para evitar esto, nuestro consejo es el siguiente: averigua qué tamaño van a tener las plantas que quieres una vez sean adultas, tanto su altura como su anchura.

También es sumamente recomendable saber cómo son sus raíces, ya que si se plantan por ejemplo ficus o chopos junto a la pared de una casa, lo más probable es que causen problemas. Así, si sus raíces son invasivas, como mínimo hay que dejar una distancia de diez metros entre la planta y aquello que se quiera mantener protegido (tuberías, suelos pavimentados, otras plantas grandes, etc.).

A la hora de hacer el agujero, antes debes de quitar todas las hierbas y piedras que haya, tanto en el mismo lugar donde lo hagas, como alrededor del mismo. Dicho hoyo es preferible que sea por lo menos el doble de grande que la maceta, pues así lograrás que enraícen mejor al encontrarse tierra ‘suelta’. Antes de introducirla, es aconsejable mezclar la tierra con algún abono orgánico, como mantillo o compost.

Trasplante de plantas en macetas

Las plantas en macetas con el tiempo se quedan sin espacio para seguir creciendo, y a menos que se tomen medidas al final se debilitan. Si bien hay especies que se pueden cultivar en un mismo recipiente durante toda su vida (a partir de cierta edad, cuando han alcanzado su tamaño adulto), como las haworthias, gasterias, lithops, y muchas otras suculentas por ejemplo, el resto no. Por eso, si cultivas arbustos, palmeras o incluso árboles, tendrás que ir cambiándolos de macetas cada cierto tiempo (lo normal suele ser cada 2-3 años, pero esto dependerá de la velocidad de crecimiento de cada planta).

Y en cualquier caso, sean plantas pequeñas o grandes, es importante que la maceta que escojas tenga agujeros en la base, excepto si son acuáticas. Pero si se planta un rosal o un cactus (por decir algunas plantas) en un frasco de vidrio o en una maceta de cerámica, el agua que quede estancada pudrirá las raíces y por consiguiente, también el resto de las plantas.

¿Cuándo saber que es el momento para el trasplante? A veces es fácil averiguarlo, ya que si se les salen raíces por los agujeros de drenaje, es porque necesitan más espacio. Pero a veces esto no pasa, por lo que hay que guiarse un poco por el tiempo que lleve en ese recipiente. En este sentido, te será útil saber que las plantas que se venden, casi siempre están correctamente enraizadas, listas para el trasplante. En caso de duda, coge la planta por el tronco, o por debajo de las últimas hojas, y tira un poco hacia arriba: si ves que el cepellón (pan de tierra) sale sin desmoronarse, es porque habrá enraizado.

Abonado

Hay muchos tipos de abonos orgánicos

Imagen – Flickr/SuSanA Secretariat

Hay que ir abonando las plantas regularmente (a excepción de las carnívoras, las cuales no se deben de abonar nunca, puesto que morirían al no estar preparadas para absorber los nutrientes a través de sus raíces). Hoy en día hay fertilizantes (abonos químicos o minerales) para palmeras, rosales, plantas verdes (en venta aquí), plantas de flor, etcétera; y también orgánicos, como compost, estiércol, turba, mantillo (en venta aquí), etc.

Los primeros son interesantes cuando se necesita que la eficacia sea rápida, o cuando se quiere corregir algún problema (por ejemplo, si tenemos una planta clorótica, podemos ayudarla con un fertilizante de plantas verdes rico en hierro). Pero se han de seguir las instrucciones al pie de la letra; si no, va a ser peor el remedio que la enfermedad.

En cuanto a los segundos, son especialmente interesantes cuando se quiere abonar las plantas del jardín, puesto que abonando a los cultivos también se abona la tierra, haciendo que esta se vuelva más fértil. Estos se aplican echando una capa de unos 2-3 centímetros, y luego mezclándolos un poco. NUNCA se han de combinar distintos abonos, ni abonos con fertilizantes, pues podríamos causarles daños por sobredosis.

Control de plagas y enfermedades

Donde hay plantas, hay insectos, y también microorganismos oportunistas. Por lo que una de las principales labores de todo aquel que cultiva es la de inspeccionar sus plantas frecuentemente en busca de plagas, hongos o cualquier otro enemigo que tengan. Así, es importante que observes las hojas sobre todo, pues es donde se suelen manifestar los primeros síntomas y/o daños.

De todas las plagas que existen, las más comunes son los pulgones, la araña roja, las cochinillas y la moca blanca. Estas se tratan bien con insecticidas ecológicos, como el jabón potásico (en venta aquí), la tierra de diatomeas o el aceite de neem. Incluso si tienes mariquitas, mantis u otros insectos beneficiosos por el jardín, controlarán las plagas.

Y en cuanto a enfermedades, el oídio, el mildiu, la negrilla y la roya son las que más afectan a las plantas. La mejor manera de evitarlos es controlando los riegos, pero cuando empiezan a aparecer manchas blanquecinas, grises, negras o anaranjadas, hay que tratar con fungicidas, como el cobre.

Poda

A veces hay que podar las plantas

A finales del invierno hay que sacar algunas herramientas de poda (tijeras, sierra pequeña de mano), para eliminar ciertos elementos de las plantas que no son deseables, como los chupones, las ramas que hayan crecido demasiado, las flores marchitas,… También será buena época para dar forma a los arbustos, especialmente a aquellos que se tienen como setos.

En verano y otoño podrás ir haciendo pequeñas podas, llamadas pinzados, más que nada para controlar el crecimiento de tus plantas y mantenerlas con el tamaño deseado. Pero ojo, corta solo tallos verdes, pues de lo contrario podrían perder mucha más savia de la necesaria.

Utiliza siempre herramientas limpias y desinfectadas. Los hongos, virus y bacterias no se ven a simple vista, pero precisamente por eso hay que extremar las precauciones. Por ello, no dudes en lavarlas con agua y jabón antes y después de su uso.

¿Qué te ha parecido este tema? Esperamos que puedas disfrutar más de tus plantas a partir de ahora.


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