El Oidio se trata de una enfermedad que se produce debido a un hongo llamado Uncinula necator Burr, la cual, si bien es procedente de América del Norte, se encuentra bastante extendida alrededor de toda España.
Al igual que ocurre con todos los hongos, si el entorno y el clima son propicios para que se desarrollen, es posible que se produzcan en ciertas variedades sensibles, incluso la pérdida completa de la cosecha y es que al contrario del mildiu, el Oidio requiere de temperaturas altas, un ambiente seco y libre de cualquier humedad o de noches frescas.
¿De qué manera se conserva el oídio en la viña?
El Oidio se logra conservar de 2 formas, las cuales son:
En estado de micelio en el interior de los brotes.
En estado de peritecas, como órganos resistentes y sobre la superficie de los sarmientos.
Durante primavera, el hongo penetra en los pámpanos salidos de los brotes contaminados. Los filamentos de micelio se desarrollan en los órganos verdes, a los cuales contaminan a través de haustorios. Si el entorno ambiental es propicio, el micelio emite conidios, que se desarrollan encima de los órganos sanos y que se encuentran ubicados cerca de aquellos órganos contaminados, causando que éstos germinen y permitiendo que se propague la enfermedad.
¿Cuáles son los síntomas y daños causados por el Oidio?
El hongo que causa el Oidio, afecta a cada uno de órganos verdes de la vid, sin embargo, comúnmente afecta con mayor frecuencia a los brotes, pámpanos y racimos.
Los síntomas y daños que generalmente causa el Oidio son:
En hojas
Es posible percibir un polvillo de color blanco ceniza en el dorso y en el haz de la hoja, el cual podría terminar cubriéndola totalmente y debajo del polvillo se pueden observar algunos puntitos necrosados. En algunos casos, al comienzo del ataque se pueden observar algunas pequeñas manchas que parecen de aceite en el haz, acompañadas por algunos puntos oscuros.
Cuando se trata de ataques agudos, las hojas parecen contraídas o encorvadas y totalmente cubiertas por el polvillo en el haz y el dorso de las mismas.
En brotes y sarmientos
Los síntomas del Oidio suelen presentarse como pequeñas manchas borrosas de un tono verde oscuro, la cuales van aumentando de tamaño y tornándose de un color marrón a medida que florece la vegetación y después toma un color negro cuando se lignifica el brote.
En racimos
Al comienzo de la enfermedad los granos se tornan de un tono plomizo y después de un tiempo, se cubren completamente por el polvillo grisáceo que se encuentra compuesto por los órganos de multiplicación del hongo, conocido como comidios, debajo de los que por lo general están algunos tejidos necrosados de un tono más oscuro.
Los daños de mayor importancia causados por el Oidio, se encuentran generalmente en los racimos, debido a que los ataques intensos causan que se detenga el desarrollo de la piel y en consecuencia la piel y el fruto de la vid se agrietan.
Formas de eliminar el Oidio
Es necesario hacer uso de la poda en verde con el fin de incrementar la aireación, ya que de esta manera es posible formar una atmósfera poco favorable para el desarrollo del hongo y asimismo, se permite que los fungicidas penetren en el suelo, siendo la única forma posible de eliminar el hongo que causa el Oidio.
De igual forma hay una gran cantidad de productos y estrategias de control que son de gran ayuda cuando se trata de eliminar el Oidio mediante productos químicos y uno de los productos más utilizados en este caso es el azufre en polvo, el cual si se coloca de la manera y el momento adecuado, es bastante eficaz para eliminar el hongo.
La mejor forma de hacerlo es aplicarlo durante la primavera cuando la temperatura se encuentra por encima de los 18ºC y durante el verano cuando no supera los 35ºC.